El avión espacial del Pentágono aterriza tras su misteriosa misión de 780 días.


El avión espacial no tripulado X-37B, de la Fuerza Aérea de los EE.UU., ha aterrizado este domingo en el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Florida después de pasar un récord de 780 días en órbita haciendo no sé sabe qué, al menos con certeza. El objetivo de su quinta misión, denominada OTV-5, se ha mantenido en secreto como el resto, aunque las autoridades parecen cada vez más abiertas a dar detalles del proyecto y han reconocido que transporta experimentos tecnológicos y pequeños satélites. 

X-37B es un miniavión con energía solar construido por Boeing y desarrollado originalmente por la NASA para servir como banco de pruebas de tecnología para futuras naves espaciales reutilizables y para realizar experimentos operativos que pueden ser devueltos y examinados en tierra. Recuerda mucho a una versión en miniatura de un transbordador espacial, por lo que es popularmente conocido como «Baby-shuttle». La nave mide casi 9 metros de largo, 3 metros de altura y 4,5 de ancho. Dentro cabe, más o menos, lo que puede caber en una camioneta. Su trayectoria ha sido varias veces identificada por astrónomos aficionados, entusiasmados por poder cazarlo en el espacio. 

Originalmente, el avión fue diseñado para pasar hasta 240 días en órbita, pero ha logrado superar ese objetivo con creces. Fue lanzado por primera vez en un cochete Falcon 9 de SpaceXel 7 de septiembre de 2017, y desde entonces ha completado cinco vuelos. Este último ha sido el más largo. Con este aterrizaje exitoso, la misión OTV-5 rompió el récord anterior de la misión OTV-4, que pasó 718 dando vueltas alrededor de la Tierra hasta mayo de 2017. OTV-5 es la segunda misión de X-37B en aterrizar en instalaciones de la NASA después de OTV-4. Las misiones anteriores finalizaron en la Base Vandenberg de la Fuerza Aérea en California. 

Fuerza Espacial de los EE.UU. 
El «Baby-shuttle» ha pasado 780 días en órbita

«El cielo ya no es el límite para la Fuerza Aérea y, si el Congreso lo aprueba, para la Fuerza Espacial de los Estados Unidos», ha expresado el jefe de personal de la Fuerza Aérea de EE.UU., el general David L. Goldfein, en un comunicado. La Fuerza Aérea tiene al menos dos naves espaciales X-37B reutilizables en su flota, y ambas han volado varios vuelos. 

«El X-37B continúa demostrando la importancia de un avión espacial reutilizable», ha señalado la secretaria de la Fuerza Aérea, Barbara Barrett, en la misma declaración. «Cada misión sucesiva promueve las capacidades espaciales de nuestra nación», ha añadido. La naturaleza exacta de las misiones X-37B están clasificadas, pero los funcionarios sí han hablado sobre el tipo de experimentos que OTV-5 realizó en órbita. Por ejemplo, la nave llevaba a bordo un esparcidor térmico integrado estructuralmente avanzado, un experimento diseñado para «probar la electrónica experimental y las tecnologías de tubos de calor oscilantes en el entorno espacial». 

En esta ocasión, X-37B también voló a una órbita de mayor inclinación que los vuelos anteriores, lo que sugiere que probaba nuevas tecnologías, según informa Space.com. Al parecer, «X-37B completó con éxito todos los objetivos de la misión», ha señalado Randy Walden, director de la Oficina de Capacidades Rápidas de la Fuerza Aérea. Entre ellos, «proporcionar un paseo para satélites pequeños» «Esta nave espacial es un componente clave de la comunidad espacial. Este hito demuestra nuestro compromiso de realizar experimentos para la futura exploración espacial de Estados Unidos», ha dicho el teniente coronel Jonathan Keen, gerente del programa X-37B, en el mismo comunicado. (Jesús.R.G.) 

Fuente: https://www.abc.es/ciencia/
 
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