Conmoción en Rusia tras la aniquilación de una columna entera de blindados por drones ucranianos.

 
 
Los vídeos difundidos muestran una columna de carros de combate T-72 y vehículos blindados MTLB avanzando hacia las posiciones ucranianas. ¿El problema? El terreno estaba minado. Pronto los vehículos quedan atrapados y se convierten en un blanco fácil para los drones suicidas ucranianos. Uno tras otro, los aviones no tripulados impactan y eliminan la columna entera. Un auténtico desastre para las fuerzas rusas. Las fuerzas rusas concentradas para el ataque terminaron aniquiladas. El ataque fallido, que tuvo lugar el 30 de enero, se produjo cerca de la localidad de Novomykhailivka, donde los rusos pretendían doblegar a la 72ª Brigada de Infantería Mecanizada ucraniana. 
 
Según se parecía en los vídeos difundidos, las fuerzas rusas iniciaron el ataque con un camión que propagó una espesa nube de humo a lo largo del campo de batalla para ocultar el avance de las fuerzas rusas mecanizadas. A continuación, comenzaron a avanzar los carros de combate y los blindados. Pronto, el Kremlin lanzó las campanas al vuelo y anunció que sus fuerzas habían avanzado casi un kilómetro sin oposición y que se preparaban para un gran avance relámpago. Entonces comenzó la carnicería. Los 12 vehículos que formaban la columna rusa comenzaron a reventar uno tras otro por las minas y los drones suicidas ucranianos. Los T-72 y los MTLB iban protegidos por rejillas antidrones. No sirvieron de nada. Los drones ucranianos impactaban con una asombrosa precisión causando la destrucción inmediata del vehículo. La desastrosa operación refleja las dificultades con las que se está encontrando Rusia en su actual ofensiva para que el esfuerzo se traduzca en avances territoriales y no en un sinfín de bajas humanas y pérdida de personal. 
 
Es lo mismo que ha ocurrido en los continuos asaltos a la ciudad de Avdiivka, todos fracasados, cuya conquista antes de las elecciones presidenciales rusas de marzo se ha convertido en una auténtica obsesión par Vladimir Putin. La catástrofe ha causado una profunda conmoción entre los círculos de la propaganda ultranacionalista rusa. Según señala el Institute of the Study of War (ISW) la comunidad de milbloggers (blogueros rusos favorables a la guerra, muchos de ellos exmilitares y exagentes de los servicios secretos) montó en cólera con el alto mando tras el desastre. Las opiniones más extendidas señalaban que el comando militar ignoraba las condiciones desfavorables para ataques frontales con unidades mecanizada, vulnerables a los campos minados y, sobre todo, a los drones ucranianos. Nadie comprende cómo el mando militar organiza ofensivas sin tener en cuenta los drones ucranianos a la hora de diseñar los palanes de ataque, lo que, al final, se traduce en una gran cantidad de muertos y pérdida masiva de equipos.
 
En ese sentido, lamentaron el fracaso de los sistemas rusos de guerra electrónica a la hora de combatir los drones ucranianos. Atribuyeron a los comandantes rusos una «completa estupidez e incompetencia». Ante las críticas de la influente comunidad militarista, el alto mando se ha defendido atacando. Ha denunciado a los milbloggers por criticar a los militares ha reclamado autocensura a los miembros de la comunidad para evitar perjudicar los esfuerzos bélicos. En ese sentido, el popular y polémico presentador de la televisión rusa Vladimir Solovyev, conocido por su cercanía a Putin, sus mensajes incendiarios contra Ucrania y su defensa de la ocupación y destrucción del Estado ucraniano, arremetió contra los blogueros militares rusos por difundir los vídeos de la aniquilación total de la columna mecanizada. Criticó que con vídeos y mensajes como los difundidos estén «arrastrando a la sociedad rusa hacia la información negativa» y pidió la destrucción y eliminación de la comunidad de blogueros militares. 
 
Fuente: https://www.eldebate.com/

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