Airbus excluye componentes alemanes de su avión militar C295

Airbus, frustrado por la decisión de Alemania de congelar las exportaciones de armas a Arabia Saudita, ha decidido rediseñar su avión de transporte militar C295 ensamblado en España para retirar los componentes alemanes, dijeron a Reuters fuentes del grupo. Alemania decidió unilateralmente en octubre rechazar cualquier futura licencia de exportación de armas a Arabia Saudita tras el asesinato del periodista Jamal Khashoggi. 

Además, también ha congelado la entrega de todos los equipos que ya habían sido autorizados. Los acuerdos existentes permiten al gobierno alemán bloquear las exportaciones de armas que contengan piezas alemanas. “Estamos excluyendo (los componentes alemanes) del avión”, afirmó una fuente de Airbus informada de estos proyectos. Las luces de aterrizaje del C295, por ejemplo, se fabrican en Alemania y aproximadamente el 4% de las partes de la estructura de la aeronave son de origen alemán, señaló la fuente. Airbus ha recibido 208 pedidos de 28 países para este avión de transporte militar, de los cuales 166 están actualmente operativos en todo el mundo. Según otro directivo de la compañía, Airbus está tratando de determinar si es posible que las piezas procedentes de Alemania también se sustituyan en otros modelos de aviones con menos componentes alemanes para salir de la situación y no detener la producción en las zonas de ensamblaje. 

Sin embargo, Airbus ha reconocido que será difícil, si no imposible, cambiar el diseño del Eurofighter Typhoon, un programa multinacional compuesto por alrededor de un tercio de piezas alemanas. La congelación decidida por Alemania ha retrasado los esfuerzos del gobierno británico para finalizar la venta de 48 nuevos Eurofighter Typhoon a Arabia Saudita por 10.000 millones de libras esterlinas (11.700 millones de euros). El Partido Socialdemócrata (SPD), socio de la coalición conservadora de la canciller Angela Merkel en Berlín, ha expresado esta semana su voluntad de prorrogar el embargo más allá de la fecha límite inicial del 9 de marzo, a pesar de la presiones de Francia y Gran Bretaña para que levante la prohibición. Angela Merkel se ha negado a decir si esta congelación se continuará prolongando. Los principales políticos conservadores alemanes han dicho que no han visto ningún progreso hacia una posible relajación de la actual posición del gobierno. (Jesús.R.G.)

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