El régimen ha evacuado instalaciones militares en Damasco y ha
desplazado baterías de misiles. Los rebeldes hablan de defecciones en
las fuerzas del régimen. En situación de máxima alerta ante la inminencia de un posible ataque
norteamericano contra sus instalaciones militares, el régimen sirio ha
desplazado en las horas pasadas una gran cantidad de tropas y armamento,
desalojando además varios comandos centrales en Damasco, la capital, y
otros puntos del país. Sabedor de que una posible intervención del
Pentágono no tendría como objetivo sus nutridos arsenales de armas
químicas, por el riesgo de su dispersión, el régimen de Bachar el Asad
se ha centrado en diseminar y esconder sus recursos militares, y, sobre
todo, reorganizar el trazado de su red de misiles antiaéreos. Los
opositores, por su parte, hablan de una situación de gran tensión dentro
del ejército sirio, con numerosas defecciones en las jornadas
recientes.
En la madrugada de este viernes, el régimen desplazó varias baterías de
misiles balísticos Scud de la que hasta ahora ha sido su base en el
monte Calamún, al norte de Damasco. La inteligencia militar israelí
percibió ese movimiento, como diversos opositores y activistas que
informaron de él a Estados Unidos. Desde ese monte se han lanzado en
numerosas ocasiones los Scud, con un alcance de 300 kilómetros, para
atacar posiciones rebeldes. Los enfrentamientos entre las tropas sirias y
los rebeldes en los alrededores de Damasco ha dificultado, sin embargo,
el movimiento de esos misiles, y han impedido al régimen moverlos a
escondidas. Según la inteligencia israelí, los misiles tierra-tierra del régimen
sirio están en estado de alerta y listos para ser empleados. Con la
intención de crear confusión en las horas o días previos al ataque, El
Asad ha desplazado una buena parte de sus misiles tierra-aire. Estos
últimos, como los modelos de fabricación rusa SA-22 y SA-26, conforman
uno de los sistemas de defensa antiaérea más sofisticado y robusto de
los países árabes en la zona. Sólo un batallón de lanzaderas, radares y
misiles del modelo SA-17, del que también dispone El Asad, puede atacar
simultáneamente hasta cuatro objetivos aéreos diferentes.
Diversos activistas han informado desde el miércoles de los grandes
movimientos de tropas y material que está habiendo en Siria ante la
inminencia del ataque norteamericano. La mayoría de instalaciones
militares de Damasco han sido evacuadas, muchos soldados y oficiales del
gobierno refugiados en escuelas u hospitales. Fuentes del Ejército
Libre Sirio confirmaron este viernes el desalojo de la sede del Comando
Central Conjunto y de la Fuerza Área en las inmediaciones de la plaza
Omeya, en la capital. Este viernes, los Comités de Coordinación Local,
una red opositora, informó de la evacuación del aeropuerto militar de
Palmira. “Más de 40 vehículos cargados con cohetes han sido vistos
abandonando el aeródromo”, dijo un portavoz. La Coalición Nacional Siria, el principal grupo opositor, dijo este
viernes que en las pasadas jornadas ha habido numerosas defecciones
dentro de las fuerzas armadas sirias. Su portavoz, Khaled Saleh, dijo
que muchos de esos desertores “han abandonado el país, vestidos de
civiles”, cruzando principalmente a Líbano y también a Jordania. Desde
que comenzara en marzo de 2011, el conflicto ha obligado a huir a 1,9
millones de refugiados y se ha cobrado la vida de al menos 100.000
personas, según la última estimación de la Organización de Naciones
Unidas.
El régimen sirio tiene indicios de cuáles pueden ser los objetivos de
los ataques norteamericanos. El presidente de la Coalición Nacional
Siria, Ahmad Jarba, le entregó el 27 de agosto en Turquía a un grupo de
representantes del llamado grupo de Amigos de Siria, en el que se
incluye Estados Unidos, una lista con 10 posibles objetivos militares.
Entre ellos, revelados posteriormente de forma parcial a los medios, se
incluyen el aeropuerto militar de Mezze, la base de misiles Cutaifa y la
sede central de la Cuarta División Mecanizada, unidad de élite liderada
por Maher al Asad, hermano del presidente. Lo cierto es que El Asad ya dispone de un plan de acción trazado por el
Pentágono. En una carta no clasificada enviada en julio al Senado, el
jefe del estado mayor conjunto norteamericano, general Martin Dempsey,
contemplaba varias opciones de intervención militar en Siria. Una de
ellas era el ataque contra “objetivos de alto valor para el régimen,
contra las fuerzas de defensa aérea, aéreas, terrestres, de misiles y
navales, además de las instalaciones militares y mandos de apoyo”. El
objetivo: “la degradación significativa del régimen y sus capacidades y
un incremento en las deserciones”.
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CUAL ES EL MIEDO DE OCCIDENTE SI ELLOS SON PODEROSOS PERO LOS AREMOS TEMBLAR
ResponderEliminarnos haran temblar nuestras mismas bombas cuando caigan en siria tienes razon.
Eliminarlos yankis saben que aqui toparon minimo la 5 flota seba en pique asiaei lfondo del mar unos 100 jeets terminarian en el suelo isi rusia le echa lamano con unos tres sistemas s400 s300 peor para los eu e israel
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