Un general de EEUU admite la existencia del camuflaje inspirado en calamares: “Vi a estos soldados volverse invisibles”.

Cada año que pasa, la ciencia ficción deja de ser tan ficticia. Un general del ejército de Estados Unidos ha sorprendido con una afirmación que no pasa desapercibida. “Vi a estos soldados volverse invisibles”. No se trata de magia, sino del resultado de una innovadora tecnología de camuflaje inspirada en uno de los animales más fascinantes del océano: el calamar. Y es que según portales como HelloBiz, los investigadores de la Universidad de California, Irvine, en colaboración con el Laboratorio de Biología Marina estadounidense, han desarrollado un material flexible y elástico capaz de adaptarse en tiempo real al entorno, enmascarando incluso la firma térmica del cuerpo humano. 

 

Este avance, además de provocar la reacción del general, consultado expresamente para la investigación, convierte en prácticamente invisibles a los soldados frente a drones y sensores infrarrojos, tecnologías esenciales para la vigilancia y detección en los campos de batalla modernos. La inspiración, y clave, de esta hazaña viene de la propia biología. Y es que los calamares pueden cambiar la textura y el color de su piel para camuflarse en su entorno en segundos. Replicando esta capacidad natural, los científicos han creado una membrana que responde a estímulos ambientales, ajustando su temperatura y apariencia para confundirse con el entorno, tanto visual como térmicamente. 

 

Camuflarse no solo en el campo de batalla

Más allá del impacto militar, las posibles aplicaciones civiles de esta tecnología son inmensas. Desde la conservación de la fauna salvaje, donde podría ayudar a proteger especies en peligro de la caza furtiva, hasta el diseño de ropa inteligente que cambia de color o edificios que se mimetizan con el paisaje urbano. Incluso sectores como la seguridad, el cine o la moda podrían beneficiarse de este avance. Mientras tanto, en el ámbito bélico, las implicaciones además de obvias son profundas. 

 

Un camuflaje térmico eficaz podría modificar por completo las estrategias de guerra, ofreciendo una ventaja táctica muy importante. Equipos más ligeros, soldados más móviles y la capacidad de operar sin ser detectados por tecnologías infrarrojas podría marcar el comienzo de una nueva era en el combate moderno. Aún no se ha anunciado cuándo se implementará este sistema en el campo de batalla, pero lo cierto es que el ejército estadounidense ya está haciendo pruebas reales. Y si sus altos mandos aseguran haber visto a soldados “volverse invisibles”, el futuro de la guerra —y de otras industrias— podría estar a punto de cambiar para siempre.  

 

Fuente: https://as.com