
Cuando el tanque T-14 Armata se presentó sensacionalmente en el desfile del Día de la Victoria del 9 de mayo del 2015, se rompió vergonzosamente frente a miles de espectadores durante los ensayos. Esto resultó ser un augurio. Siete años después, se puede afirmar con confianza que la historia de Armata puede haber terminado. Este artículo explica su situación actual y sus implicaciones.
DESARROLLO ALREDEDOR DE UN MOTOR
Los orígenes de T-14 Armata se encuentran en el T-95 cancelado (Objeto 148). Este tanque, una víctima de la turbulenta década de 1990, fue finalmente abandonado en 2010. En el caso del T-14 Armata la idea de desarrollo fue crear un nuevo concepto de tanque a partir de un motor nuevo. Anteriormente todos los motores de tanques rusos descienden del exitoso motor diesel V-2 diseñado en 1931 en la planta de locomotoras de Kharkov, Ucrania. El V-84 (T-72s), el V-92S2F (T-72B3s, T-90s ), el UTD-20 (BMP-1s y BMP-2s) y el UTD-29 (BMP-3s) son actualizaciones y mejoras de ese motor original. El V-2 es el Kalashnikov de los motores de tanque.
La excepción a este práctico enfoque soviético es el excelente T-64. Este tanque estaba equipado con el motor 5TDF, un intento fallido de copiar un motor de bombardero alemán en tiempos de guerra. Es por esta razón que los 2.000 T-64 almacenados posiblemente nunca volverán a estar en servicio. Por lo tanto, el Armata comenzó con un nuevo motor: una copia rusa del motor alemán Simmering SLA 16 en forma de X (también conocido como Porsche Tour 212). El motor ruso fue designado A-85-3. Sin embargo, Transdiesel Design Bureau no diseñó el motor para un tanque, sino como una unidad para compresores de estaciones de bombeo de petróleo y gas. Resultó un fracaso y la empresa alemana no logró realizar ninguna venta a pesar de las repetidas demostraciones en las exposiciones. Por una ruta indirecta y poco clara, Uralvagonzavod (UVZ), el principal fabricante de tanques de Rusia, decidió utilizar ese motor como base para el T-14 Armata. El tanque fue diseñado alrededor del motor y no al revés. Parecía una buena idea. El A-85-3 era más pequeño y más potente, aunque más pesado que el V-92S2F instalado en los modernos T-72B3 y T-90.
Sin embargo, esta decisión tuvo consecuencias importantes y perjudiciales. El A-85-3 era complejo, manifestaba demasiados problemas y era difícil de mantener. El motor necesitaba muchas más horas de funcionamiento para refinar el diseño. Se supone que UVZ confiaba en que los problemas se solucionarían con el tiempo. No lo han sido y el A-85-3 sigue siendo un motor problemático. La segunda consecuencia se ha derivado del tamaño del motor. Una solución rápida podría haber sido abandonar el A-85-3 y reacondicionar el T-14 Armata con el probado V-92S2F, excepto que este último no encaja, es más grande. La única solución de ingeniería realista ahora es comenzar de nuevo. Actualmente, ninguna autoridad parece dispuesta a aceptar esta realidad.
LA DEPENDENCIA EN ELECTRÓNICA
En julio de 2021, el canal de televisión ruso MOD TV Zvezda transmitió un documental sobre T-14 Armata en su serie documental 'Aceptación militar'. El programa se filmó en las instalaciones 38 NII BTVT, que celebró su 90 aniversario el año pasado y sigue siendo la principal instalación de prueba de vehículos blindados de Rusia. Un espectador del espacio de 30 minutos fue invitado a un mundo futurista que incluía imágenes raras del interior de la cápsula de la tripulación T-14 Armata.

Pero lo que se veía en las pantallas del tanque fue añadido en postproducción. No funcionaban en el momento del rodaje del documental. El problema con todos los sistemas modernos es la microelectrónica. En general, la industria rusa ha dependido críticamente de la microelectrónica extranjera y las tecnologías asociadas. Estos ya no están disponibles debido a las sanciones. Los equipos rusos capturados, como los drones, revelan que los componentes se obtienen de donde sea que se encuentren (incluidas las cámaras de tráfico suecas robadas en el caso del UAV Orlan-10).
LA CORRUPCIÓN
El perenne problema ruso de la corrupción solo ha empeorado los desafíos planteados por las sanciones. La planta Volgograd Krasny Oktyabr ('Octubre rojo') que fabrica las placas de blindaje para los tanques rusos se declaró en quiebra en 2018. El propietario millonario Dmitry Gerasimenko está en la lista internacional de personas buscadas por presuntamente malversar un préstamo de $ 65 millones y transferir 6.200 millones de rublos al extranjero.
Desde 2011, la asombrosa cantidad de 72.000 funcionarios han comparecido ante los tribunales por cargos de corrupción en Rusia. Solo en 2022 se procesó a 60 funcionarios de la industria de defensa y 250 funcionarios de contratación pública, 27 de los cuales fueron condenados por violaciones en la implementación de la orden de defensa estatal.
AUSENCIA DE LÍNEA DE MONTAJE
La razón final, práctica y mundana por la que el T-14 Armata no se convertirá en un tanque de producción es porque no hay una línea de producción. Todos los modelos hasta la fecha, una veintena, han sido ensamblados a mano uno por uno. Según los informes, se asignó una suma de 64 millones de rublos para construir la línea de montaje. La estructura de la planta de fabricación específica para el T-14 y los talleres se construyeron pero están vacíos. Se firmaron muchos contratos con empresas rusas y occidentales.

Pero las máquinas y herramientas occidentales y otras tecnologías nunca se suministraron debido a las sanciones. Es la misma historia con toda la industria automotriz de Rusia que enfrenta un futuro incierto con la partida de los fabricantes de automóviles occidentales y del Lejano Oriente. Para establecer la línea de producción sin suministros occidentales, es imprescindible buscar y negociar con hasta 200 proveedores nacionales o extranjeros como China, Irán o Corea del Norte. Una tarea que puede llevar muchos meses... suponiendo que se encuentren todos los necesarios y que estén capacitados para desarrollar esos subsistemas.
PLANTAS OCUPADAS POR LA GUERRA
La empresa UVZ está totalmente comprometida con el mantenimiento de las líneas de ensamblaje T-72B3 y T-90M, que se necesitan desesperadamente para reemplazar las pérdidas de la guerra (Omsktransmash, la otra planta de tanques, está renovando los T-62M). En el momento de escribir este artículo, se han perdido al menos 1.594 tanques, incluidos 448 tanques de la serie T-72B3 y 37 tanques de la serie T-90 que siguen siendo raros en Ucrania.
El ejército ruso comenzó la guerra con 2600 tanques operativos, de los cuales alrededor de 1000 eran "modernos". UVZ tardó aproximadamente una década en producir o actualizar la flota 'moderna'. Tomará un tiempo igualmente largo recuperar las bajas en los regimientos de tanques de Rusia.
LO QUE NO DICE LA PROPAGANDA OFICIAL
Así se expresó el periodista de defensa RUSO Roman Skomorokhov sobre la producción del Armata: "El hecho es que el T-14 seguirá siendo un prototipo sin posibilidad de producción en masa. El problema de raíz con el motor significa que "el tanque se mueve satisfactoriamente solo bajo la cobertura de un grupo de técnicos e ingenieros.
De todos modos, solo se formó una compañía experimental en el Distrito Militar Central (CVO) y las posibilidades de que aparezca en primera línea, excepto con fines propagandísticos, son pequeñas". En junio de 2015, el instituto Royal United Services (RUSI) organizó un evento sobre Armata. Las charlas destacaron que el programa crearía una familia de vehículos 'Armata' (T-15 heavy IFV, T-16 BREM-T ARRV, K-25 Kurganets y otros). Es muy poco probable que alguno de estos proyectos avance ahora en el corto/medio plazo o en absoluto.
LA HERENCIA DEL ARMATA
Todo nuevo gran proyecto militar, y el Armata lo es, lleva consigo desarrollos asociados que, si el proyecto original no funciona, pueden servir para mejorar modelos más antiguos. Eso pasa en todos los países. El problema del Armata es que al ser tan rompedor con la doctrina clásica de diseño de tanques soviéticos, muchos desarrollos previstos simplemente no se pueden aplicar a los tanques ya en servicio.
Un ejemplo es el cañón mejorado 2A82-IM de 125 mm del T-14 Armata, una mejora innegable en comparación con los tanques rusos anteriores, no servirá en el T-90M. El bloque de la recámara no encaja. Tal y como está la situación REAL de este proyecto y, con lo aprendido en combate de tanques modernos en un año en Ucrania, muchos altos mandos del ejército ruso se están empezando a plantear si vale la pena seguir apoyando un tanque de 4 millones de $ la unidad y de futuro incierto o dedicar ese dineral a mejorar aún más el parque actual de blindados rusos, opción que muchos ven más factible y más útil.
Fuente: Nova Barcelona
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