Rusia pretende ordenar dos buques de desembarco 11711 en lugar de los 6 previsto originalmente.

Despite sanctions, Russia aims to order two 11711 landing ships

Recientemente, ha habido un gran rumor en los medios rusos sobre un posible contrato para que Rusia adquiera dos grandes barcos anfibios bajo el Proyecto 11711. Aunque Moscú no ha hecho un anuncio oficial todavía, estos informes sugieren que ambos barcos contarán con un diseño modernizado. Para darles algunos antecedentes, las naves anfibías del Proyecto 11711 Ivan Gren fueron desarrolladas por la Oficina de Diseño de Neva, evolucionando de las naves Tapir del Proyecto 1171. 
 
Originalmente, Rusia planeaba construir seis barcos en esta serie. Sin embargo, este número se redujo más tarde a dos. El buque principal, Ivan Gren, se estableció en diciembre de 2004, con una fecha inicial de transferencia de flota fijada para 2008. Lamentablemente, el proyecto se enfrentó a numerosos retrasos y posteriormente se pausó. Finalmente, Ivan Gren se lanzó en 2012 y se entregó al cliente en 2018. El segundo barco, Pyotr Morgunov, progresó más rápidamente. Fue establecido en 2015, lanzado en 2018, y entregado al cliente en 2020. Ambos barcos sirven ahora como parte de las 121 unidades navales de la Flota Norte. 
 
El arma milagro, dice Rusia
Curiosamente, estas naves, construidas inicialmente para operaciones anfibias, se encontraron en el punto de atención para un papel bastante diferente. En 2021, los medios rusos comenzaron a aclamar como un arma milagrosa para la guerra de minas, destacando su versatilidad de maneras inesperadas. Este cambio insinuó su adaptación más allá de simplemente usar su lanza de aterrizaje de vanguardia para su propósito original. 
 
inicialmente, Rusia planeaba construir sólo dos de estos barcos. Sin embargo, en 2019, se tomó la decisión de poner a otros dos, llamados Vladimir Andreev y Vasily Trushin. Estos nuevos buques experimentaron un aumento del desplazamiento a 8.000 toneladas respecto de las 6.600 toneladas anteriores. Esta modificación traía cambios en su capacidad para transportar paracaidistas y equipos, e introdujo otros ajustes, ampliando aún más su flexibilidad operativa. 
 
A pesar de las sanciones
Una de las razones por las que las sanciones económicas occidentales no han tenido el efecto esperado en la construcción de buques de guerra rusos es que Rusia ha desarrollado una robusta industria de defensa nacional. A lo largo de los años, Rusia ha invertido fuertemente en sus capacidades de fabricación, reduciendo su dependencia de componentes y tecnología extranjeros. Esta autosuficiencia permite a Rusia continuar sus proyectos navales a pesar de las sanciones internacionales. Otro factor es la priorización estratégica del gasto militar por parte del gobierno ruso. Incluso en medio de restricciones económicas, el Kremlin asigna recursos significativos a la defensa y los avances militares. 
 
Esta priorización garantiza que los proyectos críticos, como la construcción de buques de guerra, reciban la financiación y el apoyo necesarios para proceder ininterrumpidamente. Rusia también ha buscado asociaciones comerciales alternativas para mitigar el impacto de las sanciones occidentales. Al fomentar las relaciones económicas y militares con países que no están alineados con Occidente, como China e India, Rusia puede acceder a los materiales esenciales, la tecnología y los recursos financieros necesarios para sus programas de construcción de buques de guerra. Además, el gobierno ruso ha implementado medidas para estabilizar su economía y amordazando el impacto de las sanciones. Estas medidas incluyen la diversificación de su economía, la construcción de reservas monetarias de divisas sustanciales y la promoción de políticas de sustitución de importaciones. Tales estrategias económicas ayudan a sostener el sector de defensa y garantizar la continuidad de proyectos militares como la construcción de buques de guerra. 
 
Sanciones o no, continúan las reparaciones
La ambición de la Federación Rusa de impulsar su flota del Mar Negro con dos nuevos grandes barcos anfibios es impulsada por éxitos significativos de Ucrania contra la flota rusa, lo que conduce a un número cada vez menes de buques listos para el combate. 
 
A pesar de las sanciones económicas que se pronosticaban que obstaculizarían tanto los esfuerzos de construcción naval como de reparación, Rusia está impulsando, manteniendo sus capacidades navales incluso en medio de conflictos activos y estrictas restricciones tecnológicas occidentales. Por ejemplo, según BulgarianMilitary.com, el submarino diesel-eléctrico del Proyecto 636.3 Rostov-on-Don, que sufrió daños por un ataque con misiles en Sebastopol el año pasado, ha sido atraque para reparaciones y está progresando. Una fuente de la industria de defensa rusa confirma que las reparaciones avanzan constantemente. Después de ser trasladado del muelle seco al muelle del equipo, el submarino Rostov-on-Don continúa sometido a nuevas reparaciones. Aunque no hay una línea de tiempo definida para cuando este submarino volverá al servicio activo, las actualizaciones recientes sugieren que podría ser pronto. 
 
Los constructores navales locales, en colaboración con especialistas de los Astilleros de Admiralty, están trabajando diligentemente en las reparaciones. Una fuente citada por TASS dijo, "Hace algún tiempo", el submarino salió con éxito del muelle seco, y las reparaciones están en curso en el agua. En resumen, el 13 de septiembre de 2023, las fuerzas ucranianas lanzaron un ataque con misiles contra Sebastopol, dañando el Astillero Sebastopol, el buque de asalto anfibios Minsk y el submarino Rostov-on-Don, que estaba siendo reparado. Afortunadamente, el casco robusto del submarino resistió los daños críticos, aunque el calendario de reparación se ha ampliado. 

Fuente: https://bulgarianmilitary.com/

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