La inexistente furtividad de los cazas chino-rusos Su-57 y J-20 ante los F-22 y F-35.


Este informe examina críticamente las afirmaciones de furtividad de los cazas Su-57 y J-20, contrastándolas con parámetros técnicos establecidos. 
 
Análisis técnico del Chengdu J-20 y sus orígenes controvertidos
El desarrollo del Chengdu J-20 Mighty Dragon se originó en el programa J-XX a finales de los 90. Este caza, que pretendía ser un exponente de la quinta generación, muestra influencias de diseños previos como el J-10. Las acusaciones de espionaje cibernético han manchado la originalidad de su diseño, alegando que el J-20 es una amalgama de características robadas de cazas como el F-22 Raptor y F-35 Lightning II. Esta mezcla de características no necesariamente se traduce en una genuina capacidad de quinta generación, suscitando dudas sobre su verdadera eficacia en términos de tecnología furtiva. 
 
 
Además de las similitudes estructurales, el tiempo de desarrollo del J-20 aumentó significativamente tras la introducción del F-22, sugiriendo una dependencia de las innovaciones occidentales. Aunque el diseño y las capacidades del J-20 parecen impresionantes, las interrogantes sobre su autenticidad y eficiencia en escenarios de combate real siguen siendo un tema de debate entre los analistas militares. El enfoque de Pekín hacia la furtividad parece ser más un intento de igualar las capacidades occidentales en lugar de una verdadera innovación. El J-20, por lo tanto, puede ser visto como un esfuerzo por integrar y mejorar tecnologías existentes más que una creación innovadora desde cero, lo que pone en duda su posicionamiento como un verdadero caza de quinta generación. 
 
Evaluación de las capacidades y afirmaciones del Sukhoi Su-57 ruso
Por otro lado, Rusia ha exhibido con orgullo las capacidades de su caza Sukhoi Su-57, también conocido como Felon por la OTAN. Mikhail Strelets, de la Oficina de Diseño de Sukhoi, ha afirmado que el Su-57 no solo incorpora, sino que supera las funciones de los cazas estadounidenses F-22 y F-35. Según Strelets, el Su-57 es más versátil, capaz de realizar misiones contra objetivos aéreos y terrestres con mayor eficacia que sus homólogos estadounidenses. Alexei Leonkov, experto militar ruso, respalda esta visión, destacando la superioridad del Su-57 en términos de arsenal y capacidades tecnológicas, incluyendo un sistema de radar avanzado y guerra electrónica. 
 
Sin embargo, estas afirmaciones deben ser examinadas con cautela. A pesar de los avances tecnológicos que el Su-57 pueda presentar, la verdadera medida de su furtividad y eficacia operativa solo puede ser evaluada a través de pruebas rigurosas y comparaciones objetivas con otros cazas de quinta generación. Los comentarios y análisis de expertos militares, especialmente fuera de Rusia, a menudo muestran escepticismo sobre las verdaderas capacidades del Su-57, particularmente en comparación con los avances tecnológicos de los cazas de quinta generación occidentales. Aunque es innegable que el Su-57 representa un paso adelante en la aviación militar rusa, su clasificación como un verdadero caza de quinta generación sigue siendo un tema de debate. 
 
Comparativa crítica de las capacidades furtivas del J-20 y Su-57
En la comparativa técnica entre los J-20 y Su-57, ambos aviones muestran características que sugieren una reducción del RCS (Radar Cross Section), pero no necesariamente a la par con el F-22 Raptor o el F-35 Lightning II. Adam Daymude, ex aviador naval estadounidense, señala que, aunque ambos cazas exhiben características de diseño furtivo, como fuselajes mezclados y estabilizadores verticales inclinados, hay aspectos, como los alerones del J-20, que podrían comprometer su capacidad furtiva. 
 
Daymude ubica a estos cazas en una categoría de “4.5 o quizás 5”, debido a las dudas persistentes sobre su verdadera capacidad furtiva. Esto sugiere que, si bien ambos aviones son avances significativos para China y Rusia respectivamente, podrían no alcanzar el nivel de furtividad y capacidad operativa que definen a los cazas de quinta generación, según los estándares occidentales. En conclusión, tanto el J-20 como el Su-57 representan esfuerzos significativos de sus respectivos países para avanzar en la tecnología de combate aéreo. Sin embargo, su clasificación como verdaderos cazas de quinta generación furtivos permanece bajo escrutinio, debido a la falta de evidencia concreta y transparente que respalde plenamente sus afirmaciones de capacidad furtiva avanzada. 

Fuente: https://israelnoticias.com/

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