Líder de Wagner desafía y promete derrocar a la dirigencia militar rusa.

 
El líder de la organización militar privada Wagner, Yevgeny Prigozhin, desafía a Rusia y promete derrocar a la cúpula militar de Moscú. Prigozhin afirmó en un mensaje de audio reciente su determinación para oponerse a la dirigencia militar de Rusia, garantizando que sus fuerzas superarán cualquier obstáculo. Prigozhin indicó que sus efectivos han avanzado hacia la región meridional de Rostov, aunque no aportó pruebas de este hecho. Se reportaron bloqueos en las rutas hacia la ciudad de Rostov, y se observaron filas de vehículos de la Guardia Nacional y vehículos blindados transitando las calles. “Vamos a erradicar todo lo que obstruya nuestro camino”, declaró Prigozhin, incrementando las tensiones. Enfrentado al Ministerio de Defensa durante meses, Prigozhin acusó a Moscú de atacar a sus fuerzas con misiles y prometió tomar represalias. 
 
Exhortó a los ciudadanos rusos a unirse a sus filas para desafiar a la dirigencia militar, en el que ha sido el mayor reto a la autoridad del presidente Vladimir Putin desde el comienzo del conflicto en Ucrania. Prigozhin aseguró que sus tropas, que provienen de Ucrania, se encontraban en Rostov sin enfrentar resistencia en los puestos de control. Mantuvo que sus fuerzas “no combaten contra niños” y que “eliminaremos a cualquiera que obstruya nuestro camino”. Además, Prigozhin alegó que el general Valery Gerasimov, jefe del Estado Mayor, desplegó aviones para atacar los convoyes de Wagner, mezclados con vehículos civiles. Prigozhin sostuvo que las bases de Wagner en Ucrania fueron asediadas con cohetes y artillería, supuestamente ordenado por Gerasimov tras reunirse con el ministro de Defensa Sergei Shoigu. Según Prigozhin, Shoigu ha decidido erradicar a las fuerzas Wagner. Las fuerzas Wagner han desempeñado un papel crucial en el conflicto ruso-ucraniano, capturando la ciudad de Bajmut, que ha sido escenario de algunos de los combates más largos y violentos. 
 
No obstante, Prigozhin ha ido escalando sus críticas hacia la dirigencia militar rusa, acusándola de incompetencia y de desprover a sus tropas de armamento y municiones necesarias. Con 25,000 soldados bajo su mando, Prigozhin expresó que sus tropas responderán a Shoigu con una rebelión armada, e instó a las fuerzas militares a no resistirse. Prigozhin insistió en que su acción no constituye un golpe de Estado, sino una “marcha de la justicia”. El Comité Nacional Antiterrorista, que forma parte de los Servicios Federales de Seguridad, o FSB, le ha acusado de llamar a la rebelión armada, lo que conlleva una pena de hasta 20 años de cárcel. El FSB instó a los soldados contratados por Wagner a detener a Prigozhin y negarse a seguir sus “órdenes criminales y traicioneras”. Calificó sus declaraciones de “puñalada por la espalda a las tropas rusas” y dijo que equivalían a fomentar un conflicto armado en Rusia. El presidente Vladimir Putin ha sido informado de la situación y “se están tomando todas las medidas necesarias”, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov. 
 
Soldados armados con fusiles de asalto se desplegaron frente al edificio principal del Ministerio de Defensa, mientras que los alrededores de la administración presidencial, cerca de la emblemática Plaza Roja, se encontraban bloqueados, generando congestiones de tráfico. A pesar de la presencia militar, los bares y restaurantes del centro de la ciudad se mantenían llenos de clientes. Incluso, cerca de la sede del Servicio Federal de Seguridad (FSB), la gente se animaba a bailar en la calle, cerca de la entrada. Estos sucesos se producen después de que el controvertido empresario ruso Evgeny Prigozhin, conocido por su enemistad con el Ministerio de Defensa, se negara a cumplir el requisito de que los contratistas militares firmaran contratos con el ministerio antes del 1 de julio. En una declaración realizada el viernes por la noche, Prigozhin afirmó estar dispuesto a llegar a un acuerdo, pero alegó haber sido traicionado. Según sus palabras, “nuestros campamentos de retaguardia han sido atacados con cohetes hoy, causando un gran número de bajas entre nuestros camaradas”. 
 
Sin embargo, el Ministerio de Defensa negó cualquier participación en dichos ataques contra los campamentos de la compañía militar privada conocida como “Wagner”. Prigozhin acusó al ministro de Defensa, Sergei Shoigu, de dirigir personalmente el ataque y huir cobardemente. Además, afirmó que “esta escoria será detenida”, instando al ejército a no ofrecer resistencia a las fuerzas de Wagner, quienes buscarían “restablecer la justicia”. El general de corbeta Sergei Surovikin, subcomandante del grupo de fuerzas rusas desplegadas en Ucrania, pidió a las fuerzas de Wagner que cesaran cualquier acción contra el ejército, advirtiendo que esto solo beneficiaría a los enemigos de Rusia, quienes esperaban una exacerbación de la situación política interna. Analistas políticos señalan que este podría ser el fin para Prigozhin, ahora que el Estado ha tomado una postura activa. 
 
Tatiana Stanovaya, analista política, expresó en Twitter que “el fin de Prigozhin y Wagner es inminente. La única posibilidad ahora es la aniquilación absoluta, dependiendo de la resistencia que presente el grupo Wagner como variable”. El teniente general Vladimir Alexeyev, alto cargo militar, calificó la acción de Prigozhin como una “locura” que amenazaba con desencadenar una guerra civil. En medio de esta situación, el Ministerio de Defensa informó que el ejército ucraniano estaba concentrando tropas alrededor de la ciudad de Bajmut, supuestamente aprovechando la provocación de Prigozhin. Además, se mencionó que la artillería y los aviones de guerra rusos estaban atacando a las fuerzas ucranianas, quienes se preparaban para lanzar una ofensiva en la zona. Mientras tanto, en Washington, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Adam Hodge, declaró: “Estamos siguiendo de cerca la situación y consultaremos con nuestros aliados y socios sobre estos acontecimientos”. 
 
En otros hechos relacionados con la guerra en Ucrania, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha pedido a otros países que presten atención a las advertencias sobre un posible ataque ruso a una central nuclear ocupada, con el objetivo de provocar una catástrofe radiactiva. Miembros de su gobierno han informado a representantes internacionales sobre la amenaza potencial que afecta a la central nuclear de Zaporizhzhia, cuyos seis reactores llevan meses sin funcionar. Zelensky espera que otras naciones “envíen señales apropiadas y ejerzan presión” sobre Moscú. Hasta el momento, el portavoz del Kremlin ha negado que la amenaza contra la central nuclear provenga de fuerzas rusas. La situación en Moscú sigue siendo tensa, mientras la incertidumbre y las especulaciones aumentan en medio de estas acciones inesperadas en la capital rusa. 
 
Fuente: https://israelnoticias.com/

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