China usaría 24 misiles hipersónicos para aniquilar al grupo de ataque del USS Gerald R. Ford.

 
Investigadores chinos de la Universidad del Norte de China revelaron los resultados de un impactante juego de guerra, en el que se determinó que China requeriría el uso de 24 misiles hipersónicos para hundir al grupo de ataque del portaaviones USS Gerald R. Ford. Este estudio detallado arrojó datos concretos y fue replicado por diversos medios de la región, generando gran repercusión. 
 
Los resultados del juego de guerra 
 
 
El informe señala que, para lograr la destrucción del grupo de ataque del portaaviones estadounidense, China necesitaría emplear un total de 24 misiles hipersónicos. Esta simulación se repitió en 20 ocasiones para obtener resultados más precisos y confiables. La información contenida en el informe fue replicada por importantes medios de la región, como el Asia Times y el South China Morning Post, generando un amplio interés y debate sobre las capacidades militares de China. 
 
El escenario de la simulación
Durante el juego de guerra, se diseñaron diversas simulaciones enfocadas en neutralizar una formación naval utilizando misiles hipersónicos de distintos tipos. El objetivo principal fue el USS Gerald R. Ford, considerado el portaaviones más moderno de la Armada de los Estados Unidos, acompañado por el crucero USS San Jacinto de la clase Ticonderoga y cuatro destructores de la clase Arleigh Burke Flight IIA. 
 
El escenario de la simulación situó al portaaviones y su escolta en las proximidades de una isla en el mar de China Meridional. Las fuerzas chinas, con el propósito de contrarrestar una posible acción ofensiva del grupo naval estadounidense, recurrieron a tres oleadas de misiles hipersónicos, lanzando un total de 24 proyectiles para lograr la destrucción de los buques norteamericanos. 
 
Los misiles hipersónicos utilizados
Si bien el informe no especifica los modelos de misiles utilizados, se menciona que estos misiles hipersónicos tenían alcances de 2.000 y 4.000 kilómetros, con probabilidades de acierto del 80 % y 90 %, respectivamente. Se especula que los misiles DF-17 y DF-27 podrían haber sido parte de las simulaciones, ya que han sido destacados en informes recientes debido a su exitoso desempeño y capacidad de vuelo a alta velocidad. 
El misil DF-17, con un peso aproximado de 15 toneladas y una longitud de 11 metros, es impulsado por combustible sólido y se transporta mediante un camión 10×10. Por otro lado, el vehículo hipersónico DF-ZF tiene un alcance estimado de más de 1900 kilómetros, alcanzando velocidades de Mach 5-10 y poseyendo la capacidad de realizar maniobras extremas durante el vuelo. 
 
La estrategia de ataque
Los investigadores chinos asumieron que el Ejército Popular de Liberación no contaría con un sistema de puntería basado en satélites ni con un número limitado de misiles hipersónicos. Bajo estas premisas, el ataque inicial consistió en ocho misiles hipersónicos de menor capacidad, posiblemente del tipo DF-17, lanzados desde el sur y el centro de China. Esta primera acción habría agotado los 264 misiles interceptores del crucero y los destructores estadounidenses. 
 
Posteriormente, se llevó a cabo una segunda oleada con ocho misiles hipersónicos «más confiables», posiblemente del tipo DF-27, lanzados desde el norte y el oeste de China. Cuatro de estos misiles se dirigieron hacia el USS Gerald Ford, mientras que los otros cuatro apuntaron a los destructores Arleigh Burke. Por último, se desplegó una tercera oleada para eliminar las escoltas sobrevivientes, en particular los destructores Arleigh Burke, debido a su alta capacidad de defensa. 
 
La estrategia de saturación
Aunque no se proporcionaron detalles precisos sobre los intervalos de tiempo entre los ataques ni sobre la participación de otros medios de detección o complementarios, se puede inferir que los ataques simulados fueron del tipo saturación. La estrategia consistió en aprovechar las capacidades de los misiles hipersónicos para evadir el sistema defensivo del crucero y los destructores, que incluyen tecnologías avanzadas como el sistema AEGIS y los interceptores SM-3. 
 
Implicaciones geopolíticas
Estos juegos de guerra cobran relevancia en el contexto de la creciente tensión entre China y varios países de la región, en particular con respecto a la isla de Taiwán. Estados Unidos, Japón y otros aliados también han realizado simulaciones para evaluar los resultados de una posible invasión china, y los ensayos han revelado considerables pérdidas para ambos bandos, aunque con mayores dificultades para la defensa de Taiwán. 
 
Fuente:https://israelnoticias.com/

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