La RAF planea una compra adicional del A400M.


Altos mandos de defensa británicos de la Royal Air Force (RAF) han defendido con firmeza la jubilación de los aviones de transporte táctico Lockheed Martin C-130J Hércules a pesar de reconocer que la decisión provocará un vacío de capacidades de transporte aéreo de dos años. 
 
“Hay un pequeño número de capacidades específicas del C-130J que no se transferirán al programa A400M en el momento en que se retire el C-130 en verano [de 2023]”, declaró el miércoles el comandante adjunto de Capacidades de la RAF, el mariscal del aire Richard Knighton, en una audiencia del comité de defensa del Reino Unido. En la audiencia, Mike Wigston, jefe del Estado Mayor Aéreo de la RAF, también reveló que, como parte del programa de sustitución, el servicio también tiene la intención de adquirir otros seis aviones de transporte Airbus A400M Atlas antes de 2030, en conflicto con la evaluación de la Oficina Nacional de Auditoría (NAO), un organismo de control financiero, que considera dicha adquisición “inasequible”. En su momento, la jubilación anticipada de la flota de C-130J de 2035 a 2023 fue una de las decisiones más sorprendentes que surgieron de la Revisión Integrada de Seguridad, Defensa, Desarrollo y Política Exterior del Reino Unido de 2021, en la que el A400M iba a sustituirlo. 
 
“Cuando los ministros tomaron la decisión en 2021 [de retirar la flota de C-130J] fuimos muy claros con cuáles eran las capacidades del nicho y cuál es el impacto operativo potencial”, dijo Knighton. “De acuerdo con nuestro personal de operaciones, los ministros llegaron a la conclusión de que, el nivel de riesgo operativo [señalado] era lo suficientemente pequeño como para ser tolerable”. Wigston explicó a la comisión que la decisión de retirar el C-130J se había tomado a pesar de las “fuertes presiones” de los miembros del servicio que se oponían a ella. Los legisladores se preguntaron por qué no se podía prescindir de la flota de C-130J hasta que se hubieran probado las capacidades de hueco con el A400M, pero esa idea fue ignorada basándose en que “había que pagar por ello y había que retirar otra cosa [otro avión o adquisición]”, según Knighton. 
 
Además de la financiación, otras cuestiones influyeron en la decisión de acelerar la retirada del C-130J. “Se trataba de la capacidad de las Fuerzas Aéreas para gestionar dos flotas tácticas de transporte aéreo, cada una de ellas con su propia cadena de suministro, sus propios requisitos de formación, sus propios requisitos de tripulación”, explicó Wigston. Profundizando en el asunto, Wigston también señaló que “parte del acuerdo” para retirar prematuramente el avión, incluía que la RAF se comprometiera a añadir la gama de capacidades disponibles en el C-130J al A400M lo antes posible. Hasta la fecha, se han retirado cuatro de los 14 C-130J, según Wigston, pero persiste la preocupación por el rendimiento operativo del transporte aéreo y las limitaciones de las Fuerzas Especiales, ya que la flota de A400M ha experimentado problemas de fiabilidad, ha sufrido fallos técnicos, como el descubrimiento de corrosión en el vano del tren de aterrizaje, y requiere largas pistas de aterrizaje. 
 
Tobias Ellwood, diputado y presidente de la Comisión de Defensa, manifestó su preocupación por la retirada del servicio del C-130J, ya que priva a las Fuerzas Especiales de “las capacidades que necesitan” para llevar a cabo sus misiones, y señaló que los Royal Marines no podrán realizar lanzamientos desde el A400M como sí pueden hacer con el C-130J. Durante la audiencia, Wigston confirmó por primera vez que la RAF tiene previsto comprar otros seis A400M “para finales de la década”, lo que aumentaría la flota a 28 aviones, 21 de los cuales ya han sido entregados por Airbus. Esa decisión se produjo a la vista del Plan de Equipamiento 2022 a 2032 de la Oficina Nacional de Auditoría, publicado en noviembre de 2022, que decía: 
 
“La opción de comprar aviones A400M adicionales se evaluó como inasequible”, y señalaba que el Mando Aéreo estaba “desarrollando una opción asequible para mejorar la disponibilidad del A400M”. La NAO no tiene poderes coercitivos, por lo que la RAF es libre de proceder con el nuevo pedido, a pesar de la advertencia sobre la financiación. La aprobación formal de los seis aviones adicionales podría ser emitida por la próxima actualización de la Revisión Integrada, ya que el Reino Unido busca actualizar las prioridades de defensa nacional a raíz de la guerra de Rusia en Ucrania. Aparte de las cuestiones de movilidad aérea, Wigston dijo que la RAF pondrá en pie un segundo escuadrón de primera línea de cazas de quinta generación F-35 y recibirá una primera entrega del sistema aéreo pilotado por control remoto (RPAS) MQ-9B SkyGuardian (conocido como Protector en el servicio británico) “este año”. 
 
Según la NAO, los costes del Protector aumentaron un 74% entre la evaluación inicial de costes y el año de aprobación de la adquisición. En un principio, el avión no tripulado debía entrar en servicio en 2018, pero se retrasó por problemas presupuestarios. Desde entonces, la RAF ha fijado una nueva fecha, 2024. Este coste tan elevado es una de las razones por las que los observadores han afirmado que plataformas como el Protector y el MQ-9 Reaper no serían tan valiosas en un entorno disputado, como los cielos de Ucrania, en comparación con plataformas más baratas y prescindibles. Wigston se mostró rotundamente de acuerdo. “Hay muchas plataformas que yo no elegiría para operar en el entorno de Ucrania, el Protector y el Reaper serían dos de ellas”, afirmó. 
 
Fuente. https://breakingdefense.com/

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