Francia añade 3.000 millones de euros al presupuesto de defensa para 2023.

 
Con un presupuesto global de 43.900 millones de euros, el componente de defensa del presupuesto del gobierno francés ha experimentado su mayor aumento en casi 15 años. El pasado lunes comenzó el debate sobre el presupuesto de Francia para 2023 en la Asamblea Nacional, y una parte se centrará en la guerra de Ucrania. El presupuesto militar previsto por Francia sólo se ha modificado ligeramente debido a la falta de margen de maniobra. 
 
Los debates, que deberán reflejar los verdaderos cambios que se esperan para la futura Ley de Programación Militar (LPM), cuyo objetivo es establecer un programa plurianual de gastos que el Estado francés dedica a sus fuerzas armadas y cuyo texto se anunciará a principios de 2023. Con un presupuesto global de 43.900 millones de euros en 2023 -excluyendo las pensiones-, el presupuesto militar ha aumentado en 3.000 millones de euros y será la segunda partida de gasto público después de la educación (60.200 millones de euros). Es también su mayor incremento en casi 15 años. Sin embargo, una gran parte se destinará a apoyar programas de adquisición y modernización de armas que ya estaban en marcha. 
 
El mayor impacto de la guerra en Ucrania en el proyecto de presupuesto de 2023 es predominantemente en las municiones, que actualmente están en su nivel más bajo en años. Se prevé un gasto de 2.000 millones de euros en 2023, según declaró el ministro de Defensa, Sébastien Lecornu, en una comparecencia ante la comisión de Defensa de la Asamblea Nacional el 5 de octubre. Es una suma que corresponde a un aumento de 500 millones de euros con respecto a 2022, “es decir, un 60% más de presupuesto con respecto a 2019”, dijo el ministro. 
 
Modernización de la disuasión nuclear
Estos gastos deberían permitir a Francia encargar 200 misiles antitanque de medio alcance (conocidos como MMP o Akeron MP), 100 misiles tierra-aire de medio alcance de nueva generación (SAMP-T o Aster 30), un centenar de misiles aire-aire MICA que equipan los aviones Rafale y Mirage 2000, 700 bombas aire-tierra de 250, 500 y 1.000 kilogramos y 10.000 proyectiles de 155 mm para los cañones Caesar. También se ha presupuestado la compra de munición de pequeño calibre por valor de más de 50 millones de euros. 
 
“El presupuesto para “pequeños calibres” es interesante porque hay una escasez real y no se producen en Francia. Sin embargo, habrá que ver cómo se reparte entre cartuchos, munición para ametralladoras, pistolas y fusiles, todos ellos de distinto calibre”, explica Léo Péria-Peigné, especialista en armamento del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI). “Lo que plantea más dudas es el número de misiles antitanque y antiaéreos. Para que esto sea efectivo, los esfuerzos deben confirmarse en el tiempo. Un misil antitanque, por ejemplo, sólo puede destruir potencialmente un vehículo”, dijo Péria-Peigné. Otra de las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania sobre el presupuesto de Francia es la decisión de aplazar gastos por valor de casi 1.000 millones de euros. 
 
Mientras la inflación (prevista en torno al +4,2% en 2023) amenaza con recortar hasta un tercio del aumento previsto de 3.000 millones de euros, el Ministerio de las Fuerzas Armadas ha resucitado esta herramienta presupuestaria para amortiguar temporalmente los daños; una decisión que pone fin a la cura de austeridad que los ejércitos se imponen desde 2019. Además de estos esfuerzos, el presupuesto de Francia para 2023 prevé destinar 5.600 millones de euros para seguir modernizando los medios de disuasión nuclear. También se destinarán 119 millones de euros al “plan familia” para mejorar la vida cotidiana del personal militar. Las inversiones en la renovación de múltiples infraestructuras se estiman en unos 2.700 millones de euros. 
 
Fuente: https://www.defensenews.com/

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