Bulgaria no venderá sus aviones MiG-29 a Ucrania.


Al anunciar, en nombre de los 27 Estados miembros, el desbloqueo de una partida de 450 millones de euros para entregar equipos a Ucrania con el fin de ayudarla a contrarrestar la ofensiva lanzada por Rusia, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, pusieron fin al “tabú de que la Unión no suministra armas a los beligerantes”. 
 
Así las cosas, cabe preguntarse si, con este anuncio, la UE no se ha colocado a sí misma y a sus miembros en una situación de “cobeligerancia” frente a Rusia. Tanto más cuanto que, además de la ayuda material prometida a Kiev, Borrell indicó que el Centro de Satélites de la UE, con sede en Torrejón de Ardoz [España], proporcionaría imágenes a la inteligencia ucraniana. Esto es así a pesar de que Ucrania no puede recibir ayuda en virtud del artículo 42-7 del Tratado de la UE porque no es miembro. Sin embargo, Jean-Yves Le Drian, ministro francés de Asuntos Exteriores, no tiene esa lectura de estas decisiones. “La gran noticia es que la Unión Europea ha decidido, por solidaridad, apoyar a los ucranianos con armas, materiales y equipos de defensa. Se trata de un cambio de posición considerable […] y es también, en cierto modo, la afirmación del poder europeo. Es el hecho de que el presidente Putin quería separarnos, dividirnos en estos temas. Ha conseguido lo contrario”.
 
 
 
“No somos cobeligerantes. No somos parte de la lucha. Estamos apoyando a un pueblo que lucha contra una invasión”, afirmó Le Drian. El estatus de cobeligerancia puede interpretarse de forma bastante amplia en el derecho internacional. Por ejemplo, puede ser preocupante si una fuerza a la que se ha prestado apoyo es culpable de abusos [como la ejecución sumaria de combatientes enemigos capturados]. Por ejemplo, una sentencia del tribunal especial establecido tras la guerra civil de Sierra Leona sostuvo que la “asistencia práctica, el estímulo y el apoyo moral” son suficientes para ser considerado responsable de un crimen de guerra. Sin embargo, la UE también ha indicado su intención de proporcionar a Ucrania aviones de combate. Obviamente, debido a la urgencia de la situación, los únicos tipos de aviones que serían adecuados son aquellos en los que los pilotos ucranianos están cualificados, lo que reduce la lista a MiG-29 “Fulcrum” y Su-25 “Frogfoot”. 
 
Y esto sin el acuerdo del país que los vendió, es decir, Rusia. “Algunos Estados miembros tienen este tipo de aviones y vamos a suministrarles otro tipo de armamento necesario para una guerra”, dijo Josep Borell. Más tarde, el Parlamento ucraniano [la Rada] acogió con satisfacción la entrega de aviones de combate a su fuerza aérea. Las contribuciones de los tres Estados miembros de la UE. que poseen ese tipo de aeronaves podrían ser Polonia que renunciaría a sus 28 MiG-29, al igual que Bulgaria [16 MiG-29, aunque sólo le quedan 15 tras perder uno en un accidente el año pasado y 14 Su-25] y Eslovaquia [12 MiG-29]. Sin embargo, esa idea es difícil de realizarse porque Polonia aún no ha confirmado su intención de desprenderse de sus MiG-29, que necesita… Aunque pueda contar con el apoyo de sus socios dentro de la OTAN para garantizar la vigilancia de su espacio aéreo. 
 
Francia envía allí una patrulla Rafale F3R cada día… y Alemania ha decidido hacer lo mismo con los Eurofighter EF-2000. En cuanto a Bulgaria, simplemente no puede prescindir de sus aviones de combate… sobre todo porque nadie sabe todavía qué giro tomarán los acontecimientos en Ucrania. “No se ha adquirido ningún compromiso para los combatientes búlgaros. Actualmente tenemos pocos y no pueden ser entregados a otro país”, ha dicho Kiril Petkov, el primer ministro búlgaro, después de que acabara de destituir a su ministro de Defensa, Stefan Yanev, acusado de haber expresado posiciones “prorrusas”, aunque había hablado de “agresión inadmisible” al referirse a la invasión rusa de Ucrania. Y tras los anuncios del ejecutivo de la UE sobre la entrega de armas a Kiev, Yanev advirtió contra las decisiones “peligrosas para nuestro país”, que “no merece ser sacrificado en los juegos de las grandes potencias”.
 
Fuente: https://www.newsweek.com/
 
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