La fuerza aérea australiana debería ser capaz de llegar al estrecho de Taiwán durante un ataque de China.

 
Recientes juegos de guerra revelan que la fuerza aérea de Australia necesitará ampliar el radio de combate de sus mejores cazas si quiere ayudar a defender a Taiwán de una invasión por parte de China. El radio de combate de los F-35 australianos varía probablemente entre 500 y unos 1.000 kilómetros durante un escenario de conflicto real, según un informe en profundidad del Sydney Morning Herald. 
 
Incluso si despegan de las bases aéreas más septentrionales de Australia, esto sitúa a los aviones de quinta generación fuera del alcance del Estrecho de Taiwán y del Mar de China Meridional. El informe sugiere que el gobierno australiano podría buscar dos posibles soluciones a este problema: equipar los F-35 con el misil antibuque de largo alcance (LRASM) o invertir en aviones de sexta generación con nuevas capacidades. Un experto del think tank con sede en Canberra, el Instituto Australiano de Política Estratégica (ASPI), cree que Australia debería inclinarse por esta última opción. Malcolm Davis afirma que su país se encuentra en un “punto de inflexión estratégico” y necesita acelerar su “proceso de adquisición de capacidades” para satisfacer las necesidades de una guerra importante en la década de 2020. 
 
En lugar de conformarse con más F-35, Davis sugiere que Australia debería obtener una ventaja a través de plataformas más futuristas y unirse al programa Next Generation Air Dominance de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos. La inversión en aviones de combate no tripulados también está en juego. Boeing Australia ya ha desarrollado dos drones de combate que pueden llegar más lejos que muchos aviones, con otros dos diseños en proyecto. En un simulacro de guerra en Taiwán en 2020, los drones “Loyal Wingman” fabricados en Australia irrumpieron en el espacio aéreo chino y, junto con los cazas de sexta generación previstos, proporcionaron datos de sensores y potencia de fuego de apoyo a los pilotos, lo que ayudó a cambiar el rumbo de la batalla e impidió que el Ejército Popular de Liberación se hiciera con Taiwán. Davis afirma que Australia necesita ahora aumentar drásticamente su escuadrón Loyal Wingman hasta superar las 100 unidades. 
 

 
Con la construcción por parte de Estados Unidos de una enorme estación de reabastecimiento en Darwin, la importancia estratégica del norte de Australia para la seguridad de Taiwán sigue creciendo. La capacidad de Australia y sus aliados para proyectar el poder militar hacia el norte puede convertirse en un factor decisivo en una futura guerra en el Estrecho de Taiwán. El director de la ASPI, Peter Jennings, califica el extremo norte del país como “la muralla sur esencial del Indo-Pacífico” y pide que las fuerzas británicas, japonesas e indias tengan presencia allí junto con el Cuerpo de Marines de Estados Unidos, que lleva 10 años en la zona. El ministro de Defensa de Australia, Peter Dutton, dijo el año pasado que sería “inconcebible” que su país no participara en un esfuerzo liderado por Estados Unidos para defender a Taiwán de una invasión china.
 
Para estar más informado de las noticias más actualizadas de Poderio Militar puedes seguir las páginas oficiales en Twitter y Facebook

Comentarios