En
medio de gran secretismo, Egipto firmó con Francia un megacontrato de
más de 3.950 millones de euros para la compra de 30 Dassault Rafale
adicionales, así como munición y asistencia. Según el sitio Disclose,
que obtuvo acceso a documentación confidencial, París y El Cairo
firmaron el contrato el 26 de abril, pero a pedido del presidente
egipcio, Abdel Fattah Al-Sissi, el acuerdo debía permanecer secreto. El megacontrato estaría dividido en tres contratos, a saber:
- Con Dassault Aviation por 3.750 millones de euros, para la entrega de 30 cazas omnirol Rafale.
- Para el fabricante europeo MBDA para la adquisición de munición guiada de última tecnología, por 200 millones de euros.
- Con Safran Electronics & Defense, por 3,95 millones de euros, seguramente para soporte logístico de los motores.
El préstamo de la banca francesa
Una semana después de esta firma, la transacción entró en su fase final. En las próximas horas, una delegación de funcionarios egipcios
deberá aterrizar en París antes para suscribir, el martes 4 de mayo, el
acuerdo financiero vinculado al megacontrato; el primero desde la venta
en 2015, de un lote de 24 Rafale. Según este documento, membretado por el Ministerio de Economía
francés y el Ministerio de Defensa egipcio, obtenido por Disclose, los
pagos se realizarán principalmente a crédito.
El Estado egipcio obtuvo un préstamo garantizado por Francia del orden del 85%. En otras palabras, el Tesoro Público ha respaldado a varios
establecimientos bancarios franceses (Crédit Agricole, Société Générale,
BNP y CIC) para permitir que se concrete el acuerdo de armas. Si Egipto no consigue reembolsar, será por tanto el contribuyente
francés el que tendrá que pagar los 3.400 millones de euros que dejó El
Cairo, sin olvidar los intereses.
Intereses estratégicos y negocios, por sobre todas las cosas
Pese a todas las acusaciones que pesan sobre el presidente egipcio
sobre violaciones a los derechos humanos, Macron mantiene una excelente
relación con Al-Sissi. Porque por un lado, las políticas geoestratégicas de ambos países
están alineadas en el Mediterráneo Oriental y en África. Se trata de
parar las aspiraciones expansionistas turcas. Por otro lado, estas buenas relaciones permiten buenos negocios.
Pedido de mayor control
Esta venta de 30 Dassault Rafale adicionales a Egipto, llega en un momento en que los parlamentarios franceses están estudiando las propuestas de los diputados Jacques Maire (La République en Marche) y Michelle Tabarot (Los republicanos) para un fortalecimiento del control de las exportaciones de armas.
Los dos funcionarios presentaron un informe en el que prestan especial atención a Egipto, uno de «nuestros primeros clientes».
Piden la creación de una comisión parlamentaria responsable de examinar la naturaleza de las ventas y sus destinatarios.
La opacidad que rodea a estos nuevos contratos dice mucho sobre la oposición del ejecutivo a la rendición de cuentas.
Pegando lejos
Las últimas adquisiciones para la Fuerza Aérea Egipcia, una de las mas poderosas de Medio Oriente, no solo tienen que ver con cuestiones de alineamiento político, sino que también muestran una reconfiguración de la misma.
Si antes el grueso de su fuerza de cazas estaba compuesto por los Lockheed Martin F-16, ahora, con la incorporación de los Sukhoi Su-35 y Dassault Rafale, se evidencia un cambio de estrategia.
Los F-16 permitían defender sus cielos y lidiar con sus vecinos inmediatos (salvo Israel, claro), pero los Rafale y Su-35 otorgan un alcance inédito a la proyección de poder aéreo egipcio.
Lo cual debe servir como mensaje disuasorio a Turquía (Grecia también eligió al Rafale como disuasión) y para ir estableciendo las bases de un Egipto como potencia regional.
Fuente: https://avia.pro/
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