Estados Unidos ahora dice que 11 soldados resultaron heridos en los ataque a las bases estadounidenses en Iraq.
Casi una docena de soldados estadounidenses resultaron heridos después de dos ataques con misiles iraníes en un par de bases controladas por estadounidenses en Iraq la semana pasada, según informó el Pentágono, contradiciendo lo que inicialmente dijeron los oficiales militares y el presidente Donald Trump.
El Departamento de Defensa dijo este jueves que 11 miembros del servicio estadounidense fueron tratados por síntomas de conmoción cerebral luego de que Irán lanzó misiles balísticos en las bases en Asad y Erbil en Iraq, el 8 de enero. Los ataques fueron represalias por un ataque aéreo estadounidense que mató a un alto rango militar iraní días antes. “Si bien ningún miembro del servicio estadounidense murió en el ataque iraní del 8 de enero … varios fueron tratados por síntomas de conmoción cerebral por la explosión y todavía están siendo evaluados”, dijo el portavoz del Comando Central de Estados Unidos, el Capitán Bill Urban. Asimismo alegó que las víctimas fueron llevadas a dos hospitales en Alemania y Kuwait y se espera que regresen a Iraq en la brevedad.
En declaraciones televisadas a nivel nacional el día del ataque, Trump dijo: “No sufrimos víctimas, todos nuestros soldados están a salvo y solo sufrieron daños mínimos en nuestras bases militares”. El presidente del Estado Mayor Conjunto, el general Mark Milley, señaló que las bajas se evitaron porque los oficiales militares recibieron una alerta temprana de los ataques. Teherán lanzó apróximadamente 16 misiles balísticos a dos bases estadounidenses como represalias por un ataque con drones efectuado cinco días antes que mató al General iraní, Qassem Soleimani, un comandante de la élite de la Fuerza Quds.
Horas después, más misiles iraníes derribaron un avión de pasajeros ucraniano que despegó del aeropuerto de Teherán matando a las 176 personas a bordo. Los funcionarios iraníes inicialmente dijeron que la culpa se debió a un fallo mecánico, pero tres días después admitieron que había sido un misil, después de que la inteligencia de EE. UU. dijo que sospechaba que el avión había sido disparado desde el cielo. Teherán agregó que el derribo fue un error, y el incidente provocó protestas masivas de iraníes que pidieron la destitución del líder religioso Ayatollah Ali Khamenei.
El Departamento de Defensa dijo este jueves que 11 miembros del servicio estadounidense fueron tratados por síntomas de conmoción cerebral luego de que Irán lanzó misiles balísticos en las bases en Asad y Erbil en Iraq, el 8 de enero. Los ataques fueron represalias por un ataque aéreo estadounidense que mató a un alto rango militar iraní días antes. “Si bien ningún miembro del servicio estadounidense murió en el ataque iraní del 8 de enero … varios fueron tratados por síntomas de conmoción cerebral por la explosión y todavía están siendo evaluados”, dijo el portavoz del Comando Central de Estados Unidos, el Capitán Bill Urban. Asimismo alegó que las víctimas fueron llevadas a dos hospitales en Alemania y Kuwait y se espera que regresen a Iraq en la brevedad.
En declaraciones televisadas a nivel nacional el día del ataque, Trump dijo: “No sufrimos víctimas, todos nuestros soldados están a salvo y solo sufrieron daños mínimos en nuestras bases militares”. El presidente del Estado Mayor Conjunto, el general Mark Milley, señaló que las bajas se evitaron porque los oficiales militares recibieron una alerta temprana de los ataques. Teherán lanzó apróximadamente 16 misiles balísticos a dos bases estadounidenses como represalias por un ataque con drones efectuado cinco días antes que mató al General iraní, Qassem Soleimani, un comandante de la élite de la Fuerza Quds.
Horas después, más misiles iraníes derribaron un avión de pasajeros ucraniano que despegó del aeropuerto de Teherán matando a las 176 personas a bordo. Los funcionarios iraníes inicialmente dijeron que la culpa se debió a un fallo mecánico, pero tres días después admitieron que había sido un misil, después de que la inteligencia de EE. UU. dijo que sospechaba que el avión había sido disparado desde el cielo. Teherán agregó que el derribo fue un error, y el incidente provocó protestas masivas de iraníes que pidieron la destitución del líder religioso Ayatollah Ali Khamenei.
Fuente: https://www.zona-militar.com/
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