El submarino Riachuelo, la primera de las cuatro unidades de propulsión diesel-eléctricas en construcción bajo el Programa de Desarrollo Submarino de la Armada de Brasil (PROSUB), realizó (20/11) su primera prueba de Inmersión Estática, un procedimiento decisivo en la evaluación de Su estabilidad en el mar.
La prueba se realizó en un área marítima cerca del Complejo Naval de Itaguaí, en la Bahía de Sepetiba, costa sur del estado de Río de Janeiro. Esta es la primera de una serie de evaluaciones que precederá a la entrega definitiva de Riachuelo al Sector Operativo del Comando de la Fuerza Submarina, programada para la segunda mitad de 2020. La inmersión estática del Riachuelo consiste en la admisión controlada de agua en los tanques de lastre submarinos, hasta su inmersión completa, sin utilizar su propulsión. Por lo tanto, es posible medir no solo el sellado y la estabilidad del submarino cuando esta en inmersión, sino también recopilar datos sobre el volumen de agua que fue admitido en los tanques internos, esencial para el conocimiento de su desplazamiento total.
El humaitá es el segundo de los cuatro y debería estar listo para fines de 2022. La prueba de mar para Humaitá (S-41) está programada para 2020, Tonelero (S42) en 2021 y Angostura (S43) en 2022 El último submarino que estará listo será el (SN-BR), que se llamará "Álvaro Alberto", en honor del almirante brasileño que fue el pionero en el uso de la tecnología nuclear en el país. El PROSUB da prioridad a la adquisición de componentes fabricados en el país con el fin de estimular el desarrollo del parque industrial nacional, y garantiza la alta capacidad tecnológica absorbida por la Marina de Brasil y la Construcciones Navales Itaguaí (CIE) para construir barcos de gran complejidad.
La prueba se realizó en un área marítima cerca del Complejo Naval de Itaguaí, en la Bahía de Sepetiba, costa sur del estado de Río de Janeiro. Esta es la primera de una serie de evaluaciones que precederá a la entrega definitiva de Riachuelo al Sector Operativo del Comando de la Fuerza Submarina, programada para la segunda mitad de 2020. La inmersión estática del Riachuelo consiste en la admisión controlada de agua en los tanques de lastre submarinos, hasta su inmersión completa, sin utilizar su propulsión. Por lo tanto, es posible medir no solo el sellado y la estabilidad del submarino cuando esta en inmersión, sino también recopilar datos sobre el volumen de agua que fue admitido en los tanques internos, esencial para el conocimiento de su desplazamiento total.
El humaitá es el segundo de los cuatro y debería estar listo para fines de 2022. La prueba de mar para Humaitá (S-41) está programada para 2020, Tonelero (S42) en 2021 y Angostura (S43) en 2022 El último submarino que estará listo será el (SN-BR), que se llamará "Álvaro Alberto", en honor del almirante brasileño que fue el pionero en el uso de la tecnología nuclear en el país. El PROSUB da prioridad a la adquisición de componentes fabricados en el país con el fin de estimular el desarrollo del parque industrial nacional, y garantiza la alta capacidad tecnológica absorbida por la Marina de Brasil y la Construcciones Navales Itaguaí (CIE) para construir barcos de gran complejidad.
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