La compra de los S-400 puede anular otras importantes prioridades para la defensa de Turquía.


Uno de los objetivos de la industria de defensa del presidente Recep Tayyip Erdoğan es permitir a Turquía construir sus propios portaaviones y, en última instancia, independizarse en el campo de la defensa. Pocos países han podido lograr este objetivo. Solo ocho armadas cuentan con portaaviones planos, mientras que otras seis tienen buques de guerra con cubiertas de vuelo de eslora completa que pueden ser utilizadas por aeronaves con requisitos de despegue corto y capacidades de aterrizaje vertical (STOVL). 
 
Solo nueve países en el mundo son capaces de construir sus propios portaaviones. Turquía está construyendo dos buques de asalto anfibios polivalentes, el TCG Anadolu (Anatolía) y TCG Trakya (Tracia), inspirados en el portaaeronaves de clase Juan Carlos I de Navantia. Estos buques, que serán vistos como portaaviones por el público turco, serán los buques de guerra más grandes de la flota turca, con más de 230 metros de eslora y un desplazamiento de casi 27.500 toneladas. Pero el sueño de los portaaviones de Turquía depende en gran medida de la adquisición del sistema de defensa antimisiles S-400 de Rusia. Washington parece decidido a bloquear esta compra, ya que funcionarios estadounidenses han advertido repetidamente a Ankara de las sanciones, así como de su posible eliminación del programa de aviones de combate avanzados F-35. Turquía planea comprar 100 aviones F-35A para su fuerza aérea y 16 F-35B para que la marina los despliegue en sus portaaviones. 


Hasta el momento, se han entregado técnicamente cuatro aviones F-35A a Turquía, aunque los aviones permanecen en los Estados Unidos para el entrenamiento de pilotos. No está claro cuándo podrían ser transferidos a Turquía, ya que el Pentágono suspendió las entregas de equipos F-35 a Turquía a principios de abril. A pesar de las repetidas declaraciones de las autoridades turcas de que el acuerdo del S-400 seguirá adelante, incluso Erdoğan está preocupado por el impacto de la respuesta de Estados Unidos, particularmente con respecto al sueño de los portaaviones de Turquía. Para unirse al exclusivo club de operadores de portaaviones, Turquía tiene pocas opciones. Los Harriers de diseño británico no se han producido desde hace casi dos décadas y están empezando a ser retirados del servicio. La única opción que queda a Turquía son los aviones de combate F-35B fabricados por Lockheed Martin. 


“El F-35B es el único caza que puede volar fuera desde el TCG Anadolu. Por lo que sé, ni siquiera hay otros cazas STOVL en desarrollo”, ha dicho Robert Farley, profesor titular de la Escuela de Diplomacia en la Universidad de Kentucky. “Ha habido algunos rumores de que Rusia o China están trabajando en un nuevo avión de combate STOVL, pero faltan años, podría no ser sigiloso y sería una apuesta muy arriesgada”, comentó. El TCG Anadolu está diseñado para transportar un batallón anfibio junto con vehículos de combate y apoyo, realizar operaciones de aterrizaje y proporcionar apoyo aéreo con sus helicópteros. También podría participar en misiones humanitarias, como las de socorro en casos de desastre. Con el F-35B, el TCG Anadolu aumenta su alcance y eficacia operativa, y es capaz de defenderse mejor contra aviones y buques de guerra hostiles, realizar misiones de ataque terrestre y de reconocimiento y proporcionar mayor apoyo aéreo. 


“El F-35B es una gran parte de su alto potencial de combate”, dijo Farley. Con el F-35B, el TCG Anadolu y el TCG Trakya transformarían las capacidades regionales de Turquía en una capacidad de proyección de fuerza global y servirían como símbolo de estatus. “El TCG Anadolu, combinado con el F-35, responde al deseo de Turquía de desplegar una plataforma aire-aire y aire-tierra más allá de la periferia inmediata de Turquía. Uno puede imaginar que esto sería útil en el Golfo Pérsico o en el Cuerno de África”, dijo Ryan Gingeras, de la Escuela de Posgrado Naval de Estados Unidos. “Más allá de eso, es claramente una cuestión de prestigio. El hecho de que un portaaviones lleve un avión es visto claramente como una señal de ser una potencia global y el líder de los estados musulmanes”. Ahora, un obstáculo importante está bloqueando las ambiciones turcas del tamaño de un portaaviones: su insistencia en comprar el sistema ruso S-400 de Rusia. (Jesús.R.G.)

Fuente: http://www.hurriyetdailynews.com/

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