La marina de Taiwán recibe dos buques de guerra de EE.UU. a medida que aumentan las tensiones en China.



La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, prometió ayer que la isla no “retrocederá un solo paso” en su defensa, cuando inauguró dos fragatas compradas a Estados Unidos con el objetivo de reforzar las capacidades navales de Taipei contra China. China ha continuado incrementando los ejercicios militares en la zona, como el simulacros de tiro realizado en el mes de abril, declarando tras los mismos estar dispuestos a enfrentarse a las “fuerzas independentistas” de la isla.

Ambas partes han sido gobernadas por separado desde 1949, después de una larga guerra civil (1927-1949), entre el partido Nacionalista chino y el Partido Comunista. Pekín todavía sigue considerando a la isla de Taiwán como parte de su territorio en espera de la reunificación, por la fuerza si es necesario. Pekín también se ha enfurecido por el acercamiento de los lazos entre Washington y Taipei, incluyendo la aprobación por parte del Departamento de Estado de EE.UU. de una licencia preliminar para vender tecnología submarina a Taiwán. Las dos fragatas de misiles guiados de la clase Oliver Hazard Perry se recibieron oficialmente en una ceremonia en la base de Zuoying, al sur de la ciudad de Kaohsiung. “Queremos enviar un mensaje claro y firme del pueblo taiwanés a la comunidad internacional de que no cederemos ni un solo un paso en la defensa de Taiwán y proteger nuestra forma de vida libre y democrática”, declaró Tsai después de inspeccionar los barcos.

Las “acciones militares de China en la región no solo intentan debilitar la soberanía de Taiwan, sino que también dañarán la paz y la estabilidad regional”, advirtió. El vicealmirante Lee Chung-hsiao, Jefe de Estado Mayor de la Armada, había dicho anteriormente que las capacidades antisubmarinas de los buques de guerra son más avanzadas que las ocho fragatas existentes de la clase Cheng Kung de la isla y podrían tener “efectos disuasorios” contra los submarinos chinos. Taiwan había solicitado inicialmente cuatro fragatas clase Perry aprobadas por la administración de Obama en 2014, actualmente se han recibido las dos primeras por un coste estimado de 177 millones de dólares. La embajada estadounidense de facto en Taipei, el Instituto Americano de Taiwán, dijo que la venta “mejorará la capacidad de Taiwán en los esfuerzos defensivos actuales y futuros”, así como la estabilidad en la región. Según la Armada, los barcos se desplegarán para patrullar el Estrecho de Taiwan, la estrecha vía de agua que separa la isla de China. 


Las fragatas clase Perry se caracterizan por tener una gran movilidad y están equipadas con el sistema de combate SQQ-89 para la guerra submarina y el sistema de sonar SQR-19; la Armada dijo que ambos sistemas reforzarán las capacidades anti-submarinas de la Fuerza Naval de Taiwán. Pekín ha incrementado la presión diplomática y militar sobre Taiwán desde que Tsai asumió el cargo hace dos años, ya que su gobierno se niega a reconocer que Taiwán forma parte de “una sola China”. En septiembre, Washington molestó a Pekín cuando anunció sus planes para vender a Taiwan 330 millones de dólares en piezas de repuesto para aviones. Construidas en la década de 1980, las dos fragatas fueron originalmente denominadas USS Taylor y USS Gary y formaban parte de un acuerdo de armas de 1.800 millones de dólares con Taiwán anunciado en 2015. Han sido rebautizadas como Ming Chuan y Feng Chia. (Jesús.R.G.)


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