Transición de la Marina de sus C-2A al CMV-22B. Primer V-22 para 2021.

La Marina ha acelerado la puesta en retirada de sus aviones de carga C-2A Greyhound y reemplazarlos por el Osprey CMV-22B, con el nuevo avión listo para entregar en el año fiscal 2020 y desplegado en 2021. La variante del MV-22B Osprey de los marines aprovecha una línea de producción en caliente y podrá pasar por un proceso de prueba más corto debido a que es tan similar a un avión en uso. De hecho, un contrato otorgado en junio cubre los Marine MV-22s finales así como los primeros 39 CMV-22 que servirán como la próxima generación de aviones de entrega a bordo (COD). El viernes, el contraalmirante Scott Conn, director de guerra aérea del jefe del personal de operaciones navales, dijo a los legisladores que la transición ya estaba ocurriendo lo más rápido posible durante una audiencia del subcomité de Fuerzas Armadas y Proyección de las Fuerzas Armadas.  

"Hemos acelerado la puesta del reemplazo de los C-2 de 2027 a 2024. Hoy tenemos nuestro primer avión (CMV-22B) en construcción en Filadelfia, yendo por la línea. Ese avión entregará en FY 20. Luego tenemos que hacer una prueba operacional modificada y prueba de desarrollo y lo único que vamos a probar son las cosas diferentes en el CMV-22 en comparación con el MV-22. "Entonces alcanzaremos la capacidad operativa inicial y conseguimos nuestros tres primeros aviones se desplieguen en 2021. No hay medios por los que pueda acelerar eso más. Cuando miras la [construcción militar], el entrenamiento que se requiere para que nuestros marineros operen y mantengan, y la tripulación que debe volar y obtener las horas que necesitan, vamos tan rápido como podemos". Hay tres diferencias principales en el CMV-22B en comparación con el MV-22B de los marines. 

C-2A Greyhound

El avión de la Armada tendrá un sistema de combustible de alcance extendido, una radio de alta frecuencia más allá de la línea de visión y un sistema de megafonía en la parte posterior del avión. Conn dijo que los aviones C-2A Greyhound tenían 30 años y que estaban lejos de donde queríamos estar en términos de disponibilidad operativa. Las inversiones en la preparación para la aviación arrojaron algunas mejoras, con los aviones llegando al 40 por ciento de disponibilidad operacional en 2018 en comparación con solo el 32 por ciento en 2017, pero señaló que no era lo suficientemente buena como para soportar una flota desplegada a nivel mundial. A pesar de los desafíos de preparación dentro de la flota de C-2A, los aviones tenían un historial impresionante de seguridad hasta que uno se estrelló en el mar de Filipinas en noviembre de 2017. (Jesús.R.G.)

Fuente: https://news.usni.org

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