El sistema de defensa aérea ZSU-23-4, conocido como Shilka que estuvo presente incluso en la guerra de Vietnam, se le consideraba como obsoleto en su ámbito de aplicación original, pasando casi 40 años desde que dejó de fabricarse.
El ZSU-23-4 es un sistema de defensa aérea autopropulsada que se fabricó desde 1964 hasta 1982 con un aproximado de 6.500 unidades saliendo de producción.
Consta de cuatro cañones de unos 23 milímetros que están juntos por parejas y producen hasta 3.400 disparos por minuto. Se creó para defender las tropas de blancos aéreos que volaban a una baja altura, como helicópteros, aviones, drones, misiles de crucero e incluso blancos marítimos. Por su blindaje antibalas, protege a la tripulación y los mecanismos vitales.
Consta de cuatro cañones de unos 23 milímetros que están juntos por parejas y producen hasta 3.400 disparos por minuto. Se creó para defender las tropas de blancos aéreos que volaban a una baja altura, como helicópteros, aviones, drones, misiles de crucero e incluso blancos marítimos. Por su blindaje antibalas, protege a la tripulación y los mecanismos vitales.
Un Shilka más equipado y más moderno
El Shilka M-4, se le modificó el radar del sistema y es capaz de portar y operar los misiles guiados Igla, ampliando su alcance de fuego. Se digitalizaron todos los equipos eléctricos y se reemplazó el sistema de visión nocturna por uno pasivo mejorando el sigilo del Shilka.
Posee un nuevo tren de rodaje y aire acondicionado, también incluye el punto de reconocimiento y control móvil Sborka-M1, que permite la comunicación con el Shilka por un canal codificado.
Incluye más de 2.000 proyectiles de 23 milímetros y cuatro misiles Igla, capaces de alcanzar los blancos a una distancia de cinco kilómetros y una altura de 3,5 kilómetros. La distancia máxima para detectar los blancos voladores es de 34 kilómetros. Con respecto a la altitud mínima de blancos aéreos es de 20 metros. El renovado Shilka está asegurando un 50% de probabilidad de derribar blancos. Se probará en la defensa del espacio aéreo de Rusia. (Jesús.R.G.)
Incluye más de 2.000 proyectiles de 23 milímetros y cuatro misiles Igla, capaces de alcanzar los blancos a una distancia de cinco kilómetros y una altura de 3,5 kilómetros. La distancia máxima para detectar los blancos voladores es de 34 kilómetros. Con respecto a la altitud mínima de blancos aéreos es de 20 metros. El renovado Shilka está asegurando un 50% de probabilidad de derribar blancos. Se probará en la defensa del espacio aéreo de Rusia. (Jesús.R.G.)
Fuente: https://geopolitico.es/
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