Rusia y China dejan en fuera de juego a los aviones de asalto de EEUU.


Los aviones de asalto A-10 Thunderbolt II solo pueden utilizarse en operaciones contra insurgentes. No obstante, cuando se trate de un enemigo con avanzados sistemas de defensa, como es Rusia, los Thunderbolt no tienen ninguna oportunidad de atacar. El columnista de The National Interest Dave Majumdar detalló que dichos aviones pueden sobrevivir solamente en "condiciones de baja o media amenaza". Así, su principal función sería la de participar en operaciones contra insurgentes. Al momento de combatir contra amenazas del máximo nivel, tales como Rusia o China, los A-10 Thunderbolt II tienen poca utilidad, ya que los avanzados sistemas de misiles antiaéreos los derribarían mucho antes de que pudiesen acercarse a sus objetivos. 

Majumdar explicó que incluso en el hipotético caso de que estos aviones de asalto puedan superar la línea de defensa de largo alcance creada por los sistemas S-300, los Thunderbolts tendrían que enfrentarse a las defensas antiaéreas de medio y corto alcance que siempre acompañan a las brigadas de infantería motorizadas, la principal unidad de combate en Rusia. "En realidad, las brigadas de infantería motorizada rusas son en esencia zonas antiacceso", señaló Majumdar. Dichas brigadas suelen estar acompañadas de defensas aéreas Tor-M2, Buk M2 o M3 y sistemas de misiles y cañones Tunguska M1. Por si fuera poco, también los acompaña un batallón de lucha radioelectrónica. De ese modo, "las brigadas motorizadas rusas son grupos de combate independientes que pueden trabajar sin apoyo aéreo". El columnista destacó que cualquiera de estos sistemas puede contrarrestar a los A-10 estadounidenses a una gran distancia y que incluso podrían ser una amenaza para los aviones furtivos F-22 y F-35. Por lo cual, no podrían acercarse a sus blancos terrestres. 

Con ello, lo más probable es que los A-10 Thunderbolt ni siquiera puedan despegar. El autor explicó que los misiles de crucero rusos Kalibr y Kh-101 destruirían los aeródromos de la OTAN donde están desplegados dichos aviones. "Rusia domina la capacidad de ataques precisos de largo alcance usando misiles de crucero. (…) De manera que los aeródromos convencionales de la OTAN podrían no estar disponibles en un conflicto de verdad", concluyó el columnista. EEUU planea mantener en servicio los aviones de ataque A-10 Thunderbolt, pero anunció un concurso para modernizarlos con nuevas alas 'finas'. Estas ayudarían a reducir su visibilidad para los radares enemigos. No obstante, el autor señaló que las alas tardarán en llegar y estarán listas para el 2029. Se prevé modernizar 112 de los 280 aviones de ataque en servicio de EEUU. De esta manera, habrá suficientes Thunderbolts para completar seis superescuadrillas que volarían hasta mediados del 2040. (Jesús.R.G.)


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