La tensión entre Grecia y Turquía convierte el Mediterráneo oriental en un polvorín. Y dos cazas turcos acosan a helicóptero de primer ministro de Grecia.


La fragata de la Armada griega Psara (F-454) de la clase Meko 200 navega por aguas del Mar Egeo en misión de vigilancia marítima.
La fragata de la Armada griega Psara (F-454) de la clase Meko 200 navega por aguas del Mar Egeo en misión de vigilancia marítima.

La continua escalada de tensión en Siria después del ataque de la coalición internacional contra supuestas bases de almacenamiento de armas químicas del régimen sirio y la respuesta de Rusia y los aliados de Al Assad han eclipsado la preocupación por la fuerte oleada de tensión que se vive entre Grecia y Turquía.

La detención por parte de Turquía, hace un mes y medio, de dos militares griegos por entrar en territorio turco, durante unas labores de patrulla rutinaria en la frontera entre los dos países, ha incrementado, por enésima vez, la tensión y la preocupación de que algún incidente fronterizo pueda llevar a los dos países a un enfrentamieno, algo no deseado por nadie pero técnicamente cada vez más posible. El Gobierno griego ha optado por rebajar el tono y abstenerse de realizar declaraciones belicistas, pero al mismo tiempo ha aumentado la vigilancia de las unidades fronterizas con un refuerzo de 7.000 soldados y diversos bueus de guerra, y además ha multiplicado las maniobras militares. En los últimos meses no pasa un día sin que alguien del Gobierno recuerde que las Fuerzas Armadas tienen la capacidad de responder ante cualquier tipo de provocación. Indicativo del nerviosismo de los militares griegos es el incidente que, según el Ejecutivo del país heleno, ocurrió en la noche del pasado lunes entre un helicóptero de los guardacostas turcos y la guarnición naval de un islote de Dodecaneso.

El helicóptero se acercó al islote volando a baja altura y con las luces apagadas y los militares griegos realizarón disparos de advertencia para alejarlo del lugar, según señalaron fuentes gubernamentales a los medios de comunicación. A pesar del creciente aumento de la tensión, el embajador de Rusia en Atenas, Andrey Maslov, ha descartado la posibilidad de una guerra greco-turca. 'Lo descarto, no puedo imaginarme una guerra entre dos países miembros de la Alianza Atlántica', destacó el embajador. Por su parte, el director del Instituto Griego de Investigación en Política Europea y Exterior (ELIAMEP), Thanos Dokos, tampoco ve grandes posibilidades de que se desencadene una guerra entre ambos países, a menos que sea de forma accidental. 'El riesgo de abrir un frente en el Egeo sería muy alto para Turquía mientras esté implicada en la crisis de Siria', subraya Dokos en declaraciones realizadas a la Agencia Efe. El director de ELIAMEP, sin embargo, admite que es difícil predecir las reacciones del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, pero sostiene que su actuación es razonable, por el momento.

Lo que preocupa seriamente a la jefatura de las Fuerzas Armadas helenas es la falta de experiencia de los pilotos turcos a causa de la depuración de las Fuerzas Armadas turcas tras el fallido golpe de estado de 2016, que afectó especialmente a las Fuerza Aérea, lo que podría transformar alguno de las habituales persecuciones entre cazas en un incidente grave. En el pasado se pudo evitar la escalada bélica casos de este tipo. Pero los países que en su momento intervinieron de forma drástica para impedir que un incidente fronterizo desembocase en una guerra ahora tienen una difícil relación con el Gobierno de Erdogan. Cabe recordar que en 1987 y 1996 EEUU impidió con su intervención diplomática una guerra entre estos dos vecinos, ambos miembros de la OTAN. La tensión entre Grecia y Turquía, que puso fin a un periodo de 17 años de relativa calma en las relaciones bilaterales, resurgió en enero de 2017, tras el rechazo del Tribunal Supremo griego a extraditar a ocho militares turcos, acusados de haber participado en el golpe fallido del verano de 2016.

Tras la detención de los dos militares griegos a causa de la escaramuza frronteriza, el Gobierno turco vincula, implícitamente, su puesta en libertad con la extradición de los ocho turcos, algo que el Ejecutivo heleno rechaza. El control de los yacimientos de hidrocarburos en el mar Egeo, descubiertos en la década de los setenta del siglo pasado, es una de las principales manzanas de discordia entre Grecia y Turquía. Ambos países aspiran a transformarse en nudos de transporte energético en el Mediterráneo oriental, pero ninguno de los dos está dispuesto a compartir el pastel. Desde hace un año Erdogan, que aspira a transformar Turquía en una fuerza regional influyente, pide la revisión del Tratado de Lausana que, desde 1923, delimita las fronteras de su país. El Gobierno griego por su parte rechaza toda renegociación del trazado de la frontera marítima. Además Turquía acusa a Grecia haber ocupado ilegalmente 18 islas del Egeo, algunas de las cuales, como Agathonisi y Furni, están habitadas.

Dos cazas turcos acosan a helicóptero de primer ministro de Grecia
El premier griego, Alexis Tsipras, se baja del helicóptero oficial para visitar un islote en el Egeo.
 El premier griego, Alexis Tsipras, se baja del helicóptero oficial para visitar un islote en el Egeo.

Dos cazas de Turquía acosaron al helicóptero en el que viajaba el primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, y un alto mando militar heleno, mientras sobrevolaba unos islotes del mar Egeo, hecho que aumenta exponencialmente la tensión diplomática entre Ankara y Atenas por una disputa territorial. Según lo reportado por el rotativo griego Ekhathimerini, el incidente tuvo lugar el martes, cuando el helicóptero en el que viajaba Tsipras y el jefe del Estado Mayor de Defensa Nacional, el almirante Evangelos Apostolakis, sobrevolaba el islote Rhodes. Fuentes de seguridad de Grecia detallaron que los dos cazas turcos, tipo F-16, se situaron a 10.000 pies de altitud del helicóptero y le pidieron al piloto griego que brindara los datos del vuelo. El piloto informó de manera inmediata a Tsipras y al jefe del Estado Mayor, así como a la Fuerza Aérea griega, que, por su parte, envió dos aviones de combate para obligar a las aeronaves turcas a retirarse de la zona.

Atenas denunció que los aviones turcos estaban acosando al helicóptero, pese a que el incidente no pasó a mayores. A este respecto, el premier griego enfatizó que no acepta provocaciones en el mar Egeo oriental, donde Atenas y Ankara reivindican, como parte de su territorio, varios islotes. Las relaciones entre ambas naciones se han enfriado desde la última visita del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, a Grecia, en diciembre pasado, cuando señaló que el Tratado de Lausana —pacto de paz que determina las fronteras actuales de Turquía— debía ser actualizado. El incidente con el helicóptero se produjo en medio de una tensión diplomática entre ambos países, que se ha agudizado con varios acontecimientos como la muerte de un piloto griego, cuyo caza se estrelló la semana pasada en el Egeo después de escoltar a aviones turcos, o la detención de dos militares del país heleno tras cruzar las fronteras por error. (Jesús.R.G.)

Fuente: http://www.diariodenautica.com/
https://www.hispantv.com/
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