El periodista estadounidense Robert Farley calificó al buque ruso Almirante Kuznetsov como ganador entre los cinco "peores portaviones jamás lanzados al mar". Sin embargo, los expertos rusos criticaron estas declaraciones y explicaron qué inapreciable experiencia trajo el Kuznetsov a Rusia. En su artículo para The National Interest, Farley escribió que "una construcción o un mantenimiento deficiente" hizo difícil que la Marina rusa mantuviera al Almirante Kuznetsov en condiciones de servicio o que el buque "hiciera una contribución militar significativa a la seguridad de Rusia". Al señalar unos largos períodos de reparación y la pérdida de dos aviones debido a unos accidentes durante la misión del portaviones en Siria, el periodista señaló que llevar al Kuznetsov a los estándares de sus primos chinos "probablemente requeriría más inversión de la que Rusia está actualmente dispuesta a realizar".
En el ambiente actual, cualquier deficiencia a menudo se exagera hasta alcanzar unas proporciones inimaginables. Sin embargo, según Kashin, los hechos constatan otras cosas. En primer lugar, el Almirante Kuznetsov resultó una nave muy útil, que ha dado al país la experiencia necesaria para crear buques más modernos en las complicadas condiciones de los años 90 y principios de 2000. "Esto, a su vez, proporcionó ciertos beneficios económicos, puesto que el país comenzó a exportar naves similares". Es cierto que el Almirante Kuznetsov no es apto para operaciones permanentes en el mundo, pero una vez construido cumplía todas las tareas que se le asignaban y sigue haciéndolo hoy en día.
"Fue construido sobre la base de otra doctrina militar, cuya misión era proteger las áreas de submarinos de misiles y evitar ataques contra ellos. De hecho, el barco era componente de la defensa de las fuerzas nucleares marítimas soviéticas". El analista militar observó que el Kuznetsov es capaz de transportar cazas pesados Su-33, cuenta con una potente defensa antiaérea y está armado con 12 misiles de crucero supersónicos Granit con un alcance de 550 kilómetros. "Con la ayuda de estas armas, no le será fácil al enemigo avanzar en el área protegida por la nave", añadió Kashin. Asimismo, el experto señaló que la experiencia de la campaña de Siria también demostró que el uso de armas novedosas en el portaviones permite que se utilice para campañas expedicionarias populares en la doctrina occidental. "Hoy en día, el Almirante Kuznetsov es capaz de realizar ataques precisos con municiones convencionales y guiadas, mientras que el centro de mando de la nave hace posible coordinar el uso de las armas a un alto nivel", señaló.
En cuanto a la pérdida de los dos cazas —un MiG-29K y Su-33— durante la campaña en Siria en 2016, parece no haber sido asociada a las características técnicas del portaviones, sino a una falta de experiencia del personal, opinó Kashin. "Y no es nada sorprendente, dado que esta fue la primera misión de combate jamás realizada por el buque ruso", agregó. Para concluir, el analista militar observó que era bastante extraño calificar al Kuznetsov como uno de los peores portaviones del mundo, puesto que hay buques con un historial de servicio mucho más infame (el tailandés Chakri Naruebet) y los que tienen problemas comparables a los del Kuznetsov pero con un precio mucho más alto (como el francés Charles de Gaulle). "A pesar de ciertos defectos de diseño, el Almirante Kuznetsov sigue siendo un buque útil y eficaz desde el punto de vista del combate. La Armada rusa está orgullosa de este barco y de unos heroicos esfuerzos de quienes lo mantuvieron durante las difíciles condiciones económicas de la década de 1990", concluyó Kashin. (Jesús.R.G.)
Fuente: https://mundo.sputniknews.com
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