En América Latina, la mayoría de los países con costas sobre el océano Atlántico o el Pacífico tienen una flota de submarinos. Conoce cuáles son las más modernas y mejor equipadas. A casi un mes de búsqueda incesante del sumergible argentino ARA San Juan, la discusión sobre los submarinos y su utilidad dentro de las Fuerzas Armadas de un país se ha instalado en la mayoría de los países latinoamericanos.
Además de Argentina, otros países de la región tienen este tipo de buques en su equipamiento militar. A continuación, Sputnik te presenta un inventario de las capacidades que cada nación tiene bajo la superficie del océano.
Argentina
Además del ARA San Juan, la Armada argentina posee otros dos submarinos, con la particularidad de que todas las naves son bautizadas con nombres de provincias argentinas que comienzan por 's'.
En 1972, el ARA Salta fue encargado a los astilleros Howaldtswerke de Kiel (Alemania), este submarino clase 209 propulsión eléctrica tiene baterías de plomo-ácido. El buque participó en la Guerra de Malvinas (1982). El ARA Santa Cruz fue construido entre 1980 y 1982 en Thyssen Nordseewerke (Alemania) y es muy parecido al desaparecido San Juan. Ambos pertenecen a la clase TR-1700.
El gigante sudamericano tiene las Fuerzas Armadas más potentes de la región. En este momento, la Fuerza de Submarinos de Brasil cuenta al menos con cuatro submarinos diesel-eléctricos, la mayoría de la clase alemana 209 fabricados en instalaciones navales propias: el Tikuna (2005), el Tupi (1989), el Tamoio (1995) y el Timbira (1996). Todos estos nombres están relacionados con pueblos originarios que habitan el territorio del país.
El capitán de la Marina brasileña Ferreira Marques muestra una réplica del futuro submarino nuclear brasileño Álvaro Alberto.
En el Arsenal de la Marina en Río de Janeiro se están construyendo además otras cuatro naves de tecnología francesa (clase Scorpène): el Riachuelo (2018), el Humaitá (2019), el Tonelero (2020) y el Angostura (2020), además del sumergible a propulsión nuclear Álvaro Alberto, previsto para 2024.
Chile
La Armada chilena cuenta con dos buques de la clase 209 del astillero Howaldtswerke e integrados a la flota en 1984: el Thomson y el Simpson. Este país también es uno de los que opera sumergibles de la clase Scorpène: el O'Higgins (2005) y Carrera (2006), ensamblados en Francia y España.
Son cuatro las grandes naves sumergibles de Colombia, todos de tecnología alemana y propulsión diesel-eléctrica: dos de la clase 209, el Pijao y el Tayrona, que entraron en servicio en 1975; y los modernísimos U-206, el Intrépido y el Indomable, de 2015. Además, el país cuenta con al menos siete lanchas submarinas.
Los submarinos de Ecuador son dos, armados en 1978 en Kiel. Sus nombres, al igual que los brasileños, son en honor a pueblos originarios, pero en este caso precolombinos. Se trata del Shyri y el Huancavilca, ambos de la clase 209.
La Armada del Perú es otra de las grandes usuarias de la clase 209 del fabricante alemán Howaldtswerke, con seis naves de este tipo: el Angamos (1980), el Antofagasta (1981), el Pisagua (1983); además del Chipana (1982), el Islay (1974) y el Arica (1975).
Dos son los clase 209 de la Armada Nacional de Venezuela: el Sábalo y el Caribe, aunque este último se encuentra en una fase de modernización y reparación. (Jesús.R.G.)
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