El ministro de Defensa pide al JEMAD garantías de que las tropas españolas no sufrirán atentados de infiltrados. Orden de “neutralizar” a quien suponga una amenaza explícita.

Pedro Morenés está preocupado por el reciente asesinato de cuatro militares franceses a manos de un insurgente infiltrado en el Ejército de Afganistán. Una tendencia que va en alza. El JEMAD ha tranquilizado al ministro exponiéndole detalladamente el protocolo a seguir para evitar estas bajas. Este tipo de atentados sigue aumentando. Los infiltrados ya se han convertido en uno de los primeros problemas de las tropas de la ISAF. Desde 2005 han muerto en Afganistán, a manos de militares afganos, unos 50 soldados, y otros 48 han resultado heridos. Sólo en 2011 se registraron 13 bajas.

El último tuvo lugar el pasado viernes, cuando cuatro militares franceses fueron asesinados –y otros 15 fueron heridos- por un militar afgano. El atacante abrió fuego con una ametralladora mientras los soldados galos hacían footing por los alrededores de la base. El atentado a consternado a la opinión pública francesa. El presidente galo, Nicolás Sarkozy, incluso ha amenazado con una retirada prematura de sus militares si no se garantiza la ausencia de infiltrados entre los reclutas afganos.

Tras el ataque del viernes, el ministro Morenés ha enviado una nota de condolecía al ministro de Defensa francés, Gerard Longuet, que ha viajado a Afganistán para acompañar la repatriación de los cadáveres y heridos, y para mantener un encuentro con la cúpula militar afgana para analizar posibles refuerzos de la seguridad.

Morenés está preocupado
España ya ha sufrido ataques similares a este, como el ocurrido el 25 de agosto de 2010, cuando dos agentes de la Guardia Civil y un traductor, encargados de la formación de nuevos reclutas afganos, fueron tiroteados y asesinados por un chófer infiltrado en la base de Qala e Naw.

Morenés, preocupado por la posibilidad de que se repita algo similar, ha solicitado al nuevo JEMAD un informe sobre la situación de las tropas españolas y las medidas que se han puesto en marcha para evitar estos atentados. El informe elaborado por el equipo del almirante general García Sánchez incluye las enseñanzas obtenidas por España tras el ataque de 2010, así como las medidas de protección proactivas y reactivas que se vienen desarrollando desde entonces.

En concreto, el JEMAD explicó a Morenés que se ha prohibido el acceso de militares afganos armados a las bases españolas, se ha comenzado a entrenar a los militares españoles en técnicas de autoprotección, se ha ordenado la “neutralización inmediata en caso de una amenaza manifiesta”. La preocupación entre las filas españolas llevo a las autoridades militares a reforzar la seguridad ante infiltrados el pasado verano, tal y como adelantó ECD. Se han intensificado los controles previos al ingreso de un afgano en las fuerzas de seguridad de aquel país.

‘Limitar’ la información
Tras el atentado contra las tropas francesas, los mandos de la ISAF han tomado una decisión polémica en cuanto a la política de comunicación que se deberá seguir a partir de ahora en caso de repetirse un hecho similar.

Según ha podido saber ECD, la ISAF ha anunciado a los países socios que limitarán a partir de ahora la información y los detalles sobre los atentados que sufren sus militares cuando estos estén causados por infiltrados en el Ejército afgano.

Fuente: http://elconfidencialdigital.com

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