Turquia puede volver al programa F-35, pero depende de que se desprenda de sus sistemas S-400.


El caza F-35 puede finalmente recibir los colores de la Fuerza Aérea Turca. En una entrevista con CNN Turk, el subsecretario de Estado de Estados Unidos dijo que sería un placer recibir a Turquía de nuevo en el programa de luchadores 'invisible'. 
 
El discurso de Victoria Nuland, número dos del departamento, llega días después de que el Departamento aprobara la venta multimillonaria de aviones de combate F-16 a Turquía. Valorada en US$23.000 millones, la posible venta dependía de la ratificación por parte de Turquía de la entrada de Suecia en la OTAN. Sin embargo, los dos movimientos aún necesitan aprobaciones definitivas, del Congreso de Estados Unidos en el caso de los aviones, y la firma del presidente turco Recep Tayyip Erdogan para que los suecos se unan a la Alianza militar. El posible regreso del programa de Ankara marcaría un punto de insalád de en contra. Pero sigue dependiendo de resolver el mismo asunto que derivó en su expulsión en 2019: los misiles rusos S-400. Si se resuelve la cuestión del S-400, se levantarán las sanciones y hablaremos sobre el regreso de Turquía al programa F-35. 
 
Francamente, si podemos resolver esta cuestión S-400, que queremos hacer, los Estados Unidos estarían encantados de dar la bienvenida a Turquía de vuelta a la familia F-35. Miembro de la OTAN desde 1952 y uno de los principales socios de Estados Unidos, Turquía se embarcó en el programa F-35 en julio de 2002, convirtiéndose en el séptimo socio internacional del proyecto. Además de producir piezas para el avión, parte de los 100 cazas que serían adquiridos por el país serían ensambados localmente por Turkish Aerospace Industries (TAI), similar a lo que ocurrió con la compra de los F-16. Los grandes problemas comenzaron en 2018, cuando el Congreso de EE.UU. bloqueó la venta del F-35 a Turquía debido a las negociaciones con Rusia sobre la compra de misiles antiaéreos S-400. Se alegó que la operación del sistema ruso pondría en riesgo datos sensibles sobre la aeronave, perjudicando al programa y a otros operadores. Aun así, Ankara siguió adelante con la compra de los misiles. 
 
Tras la entrega de las primeras unidades en 2019, Turquía fue oficialmente prohibida del proyecto, después de haber invertido unos US$195 millones, incluyendo la firma de la compra de seis aviones. Para superar el problema, el país decidió adquirir más cazas F-16, ya que ya cuenta con la tercera flota más grande del modelo. Una vez más, el gobierno estadounidense retrasó las ventas debido a disputas entre Turquía y Grecia, el acercamiento con Rusia y Azerbaiyán y la conducta del país en la Guerra Civil Siria. De acuerdo con The War Zone, el posible regreso de Turkiye al programa F-35 fue inesperado. Con F-16 ya en oferta y un programa de caza local bien en marcha, Turquía ahora tiene que decidir cómo quiere que sea su futura flota de combate y también está feliz de cambiar las capacidades de la S-400 para el F-35. XNUMX, observe el portal.  

Fuente: https://www.aeroflap.com.br

Comentarios