Indiscutiblemente, Rusia posee uno de los ejércitos más poderosos del
mundo con su tecnología militar de punta y vanguardista. Su codiciado
equipamiento ha arrojado grandes victorias en el campo de batalla en los
últimos años. La Federación Rusa, de la mano de su líder Vladimir Putin, viene
sumando unos cuantos logros en materia política y militar, y su fuerte
cooperación con grandes potencias regionales, como China, lo han ayudado
a posicionarse como un líder mundial de primer orden, logrando ser
temida por algunos y respetada por otros. Existe una gran promesa de cooperación militar con América Latina,
que si bien no posee aspiraciones bélicas de conquista ni de orden
mundial, si necesita con urgencia modernizar sus fuerzas militares para
combatir el crimen organizado que se encuentra arraigado en la región.
América Latina no es ajena al crimen liderado por mafias, carteles de drogas y un incipiente terrorismo que amenaza con perturbar el orden social. De saber aprovecharlo, Latinoamérica podría verse favorecida de la cooperación militar con Rusia y abastecerse con equipamiento militar de primera. En septiembre de 2016, Bolivia firmó un acuerdo de cooperación militar con Rusia en el marco del Foro Internacional de material bélico Army 2016. El acuerdo en materia de defensa contempla contratos de ventas de armas, vehículos blindados de transporte y combate, además de ambicionar recientemente la adquisición de aviones de ataque liviano Yakovlev Yak-130 (Mitten por designación de la OTAN). El mismo busca reemplazar los Lockheed T-33, actualmente en servicio, de origen estadounidense.
El Ministro de Defensa de Brasil, abordó el año pasado con su
homólogo ruso, la ampliación del acuerdo bilateral de cooperación
técnico- militar para estrechar fuerzas y empoderar a las fuerzas
militares brasileñas. Asimismo, Brasil está interesado en la compra del
sistema de artillería y misiles de defensa Pantsir-S1air, así como aumentar su compra de SAM portátiles de Igla-S. También Perú, Venezuela, Colombia, Uruguay y Argentina han demostrado
reiterado interés en comprar aviones rusos, en espacial los caza Sukhoi Su-30. Por su parte, Argentina, se encuentra en tentativas de incorporar para su Fuerza Aérea aviones de combate multi-rol MiG-29.
La adquisición para la Fuerza Aérea Argentina de este tipo de aviones
significaría un gran avance, y le permitiría realizar con mayor
eficacia patrullaje aéreo, tareas de reconocimiento, interceptar
objetivos aéreos que se encuentren violando el espacio aéreo argentino,
como sucede en el caso del tráfico de drogas. A su vez, en caso de conflicto, el caza MiG-29 funciona a la
perfección en tareas de apoyo aéreo y lanzamiento de ataques contra
objetivos tanto terrestres como navales. Con este tipo de herramientas,
la defensa de la soberanía nacional sería más factible. Rusia necesita abrir sus alas y afianzar alianzas alrededor del mundo
para contrarrestar las sanciones económicas impuestas por Estados
Unidos y la Unión Europea, pero América Latina necesita de un proveedor
alternativo al armamento estadounidense, e incluso beneficiarse de
cooperación en defensa en materia educación militar y entrenamiento para
fortalecer la defensa en nuestro territorio.
Además, Rusia, con una décima parte del presupuesto que utiliza Estados Unidos en Defensa, ha logrado mayores logros militares en la escena internacional que Estados Unidos en los últimos años, que ya lleva para su mala suerte, varios fracasos en Medio Oriente. Sin embargo, el presupuesto asignado en defensa difiere bastante del gasto militar anual que poseen las grandes potencias militares del mundo, y asimismo en América Latina, cada nación destina distinto presupuesto al gasto militar, con lo cual la modernización de equipamiento va a estar supeditado a presupuestos poco flexibles, en algunos casos, como ser el argentino, que se encuentra acostumbrada a los recortes en materia de defensa. Según datos del Banco Mundial del 2016, Colombia destinó un 3.4% de su PBI en gasto militar, Ecuador un 2.2 %, Chile y Uruguay gastaron 1.9 %, Bolivia el 1.7 %, y Paraguay y Brasil 1.3 %; mientras que Argentina destinó al gasto militar tan sólo el 1 %. (Jesús.R.G.)
Fuente: https://www.zona-militar.com/
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