Tal como se ha informando en los últimos
meses, FAdeA se encuentra en pleno proceso de modernización de dos
Hércules de la Fuerza Aérea Argentina, más precisamente el C-130H TC-61 y
el KC-130H TC-70. Ampliamente difundida la noticia en medios masivos y
especializados, el TC-61 constituye la primera unidad en recibir
localmente el paquete de modernización, trabajo que fuera realizado en tiempo récord por FAdeA aunque
no libre de ciertas complicaciones lógicas de un labor de esta
magnitud. Por su parte, al TC-70 se encuentra en proceso de recibir la
mencionada actualización así como la correspondiente PDM (Programmed
Depot Maintenance), ambos trabajos ejecutados en forma paralela con el
objetivo de acortar plazos y concentrar esfuerzos.
Cabe recordar que el primer ejemplar en
ser modernizado fue el KC-130H TC-69, trabajo que fuera realizado por la
empresa L3 de Waco, Texas. Presentado en abril de 2016, el TC-69
“Puerto Argentino” constituye el prototipo para la modernización de los
KC-130H, mientras que el TC-61 “BAM Condor” lo será para los C-130E/H. A
simple vista, la principal diferencia entre los cargueros y los
reabastecedores radica en la incorporación en estos últimos de una
torreta montada a la parte superior izquierda del tren de aterrizaje
frontal (similar a los AC-130U), la cual aloja un sistema
electro-óptico/FLIR ideal para misiones de búsqueda y rescate.
Generalmente el sistema es removido cuando su uso no es requerido
(Ejemplo: lanzamiento de paracaidistas, tal como se pudo apreciar hace
unos meses en Córdoba).
KC-130H despegando de la EAM. Por debajo de la matrícula logra apreciarse la torreta del sistema electro-óptico
Tal como mencionamos oportunamente, el
proceso de modernización del TC-61 se realizó en diez meses (6 meses
menos que el TC-69), lapso en el cual trabajó a doble turno (y horas
extra) un equipo constituido por más de 150 técnicos e ingenieros
pertenecientes a FAdeA, personal técnico de FAA así como un equipo de
L3. Este último, de acuerdo a lo establecido en el contrato, permanecerá
en la fábrica hasta la entrega oficial del TC-61. Posterior a ello, la
empresa norteamericana mantendrá una presencia reducida a los fines de
enlace local ante cualquier novedad.
Es importante resaltar que pese a
contar con la experiencia en el TC-69, los trabajos realizados
localmente en el TC-61 no han resultado sencillos, no solo por la
diferencia existente entre los modelos (recordemos que el TC-61 es un E
devenido en H), sino porque estamos hablando de integrar modernos
sistemas en aeronaves con varias décadas de servicio. En ambos casos son
esperables novedades y problemas de refinamiento que puedan generar
demoras en los procesos de verificación y homologación y por
consiguiente, alterando la fecha de entrega. En ese sentido y según lo
manifestado en el Informe del Jefe de Gabinete a la Cámara de Diputados
(y en concordancia con lo que nos fuera expresado en FAdeA), el TC-61
estaría en condiciones de retornar al servicio a fines de este mes (su último vuelo fue el 25 de febrero)
mientras que su entrega a la FAA, según trascendidos extra-oficiales,
podría realizarse en noviembre/diciembre. Para el caso del KC-130 TC-70
(actualmente con los procesos completados en casi un 30%), se espera que
su retorno al servicio sea en octubre del corriente año.
Detalle no menor es la actualidad de la
reducida flota de C-130 Hércules de la Fuerza Aérea Argentina, la cual
ha sufrido los desgastes propios de la Campaña Antártica de Verano 2017.
Últimamente solo pudieron observarse en vuelo los TC-64 y TC-66, en
Perú y Ushuaia respectivamente. En cuanto a posibles novedades, el
Secretario de Logística del Ministerio de Defensa, Walter Ceballos,
recientemente mencionó la intención de incorporar un L-100 adicional
(destinado principalmente al combate de incendios, razón por la cual
los fondos provendrían del Ministerio de Ambiente) así como la
posibilidad de incluir al TC-68 en el programa de modernización. Sin
duda serían excelentes noticias, pero lamentablemente creemos que son
solo una expresión de deseo atento los constantes recortes y la escasa
voluntad demostrada a la hora de incorporar nuevo material. La modernización de los Hércules consta en la integración de los
sistemas de aviónica Rockwell Collins Flight2. Sus principales
características son:
- Integración de sistemas de comunicación, navegación y gestión de tráfico aéreo.
- Digitalización de la cabina y sistemas principales mediante el reemplazo total de los paneles de instrumento correspondientes a los pilotos y navegador. Incluye seis displays multi-función.
- Modificación del cableado eléctrico e hidráulico.
- Instalación de un nuevo sistema de refrigeración y APU.
- Nuevo sistema de gestión de combustible.
- Cambio de caja de válvulas de hélices asociado a un sistema de control digitalizado.
- Nuevo radar multi-modo Northrop Grumman AN/APN-241. En su modo SAR, ofrece capacidad de mapeo de alta resolución, contando con un excelente alcance y precisión.
- FLIR/sistema electro-óptico L-3 WESCAM de la serie MX (Solo en los KC-130). (Jesús.R.G.)
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