La Fuerza Aérea de China sufre un defecto impactante.


China tiene la tercera fuerza aérea del mundo y probablemente sobrepase a Estados Unidos en los próximos 15 años. Pero en un hipotético conflicto aéreo los asiáticos más que aviones necesitarán pilotos altamente calificados capaces de enfrentar a los mejores del mundo. Sin embargo hoy, los pilotos chinos no dan la talla debido a problemas como un sistema que no alienta la iniciativa y tácticas sub-desarrolladas. La Fuerza Aérea China conoce la situación y está dando los pasos para mejorar el entrenamiento de sus pilotos, de acuerdo a recientes reportes de la corporación RAND, un grupo de analistas de inteligencia muy cercano a la Fuerza Aérea de EE.UU. Estos cambios, si se mantienen en el tiempo, podrán reducir la brecha entre ambas fuerzas aéreas. Los chinos no se han comparado con los norteamericanos debido a que en gran parte de la historia reciente no han necesitado hacerlo. La traumática experiencia de la Segunda Guerra Mundial, donde más de 14 millones de chinos perecieron en la invasión y subsiguiente ocupación de su territorio por parte de los japoneses provocó que la estrategia china se volcase a mantener enormes ejércitos. 

Durante gran parte de la Guerra Fría los líderes de Beijing mantuvieron como amenaza principal el riesgo de otra invasión, particularmente desde la Unión Soviética. Para asegurar su posición, China inició desde los ´80 una serie de reformas mayores en sus fuerzas armadas que apuntaron a extender su presencia en los Mares de la China del Sur y del Este para obligar a sus posibles oponentes, casi con seguridad EE.UU y sus aliados, a operar lejos del territorio continental chino. Además comenzó a reducir su ejército a la par que expandieron su fuerza aérea y armada, mientras repensaban como pelear una guerra en diferentes condiciones. Pero el sistema altamente centralizado y jerarquizado de las Fuerzas Armadas chinas permaneció intacto, sofocando las capacidades de sus aviadores. Entrenamientos “de manual” y poco realistas no suelen ser de ayuda en combate, donde la mayoría de esos conceptos desaparecen al contactar al enemigo.

Entrenar pilotos preparados para hacer frente a situaciones cambiantes, y que puedan tomar decisiones para adaptarse a ellas es un enfoque nuevo, cuando tradicionalmente la mayoría de los pilotos chinos se han acostumbrado a que casi siempre sus maniobras y tácticas han sido férreamente impuestas por sus comandantes en tierra, dice el reporte de RAND. Por ejemplo podemos citar lo que acontece con el más importante de los aviones en una formación: el líder. Básicamente, el avión delantero, guiado por un experimentado piloto responsable por la formación y que es normalmente el que decide empeñarse en combate. Los pilotos chinos normalmente adolecen de habilidades tácticas, maniobras aéreas o de iniciativa para cambiar parámetros del vuelo sin instrucciones desde tierra. Para hacer esto peor, se suelen apoyar al personal de mando y guía durante los enfrentamientos, según cita el informe RAND del periódico de la Fuerza Aérea Konjun Bao. Este agrega que existen muchos factores desfavorables durante el (entrenamiento de) combate aéreo, como que los comandantes desde tierra no siempre son capaces de mantenerse al tanto de las complejas y cambiantes situaciones aéreas.

Los pilotos confían demasiado en el comando y guía desde tierra, lo que no alienta a mejorar el entusiasmo y la iniciativa de los aviadores de combate. El mismo problema se evidencia durante simulacros de ataque al suelo. En un ejercicio, los comandantes probaron a los pilotos al cambiar los blancos, y los aviadores fallaron los objetivos planteados, sofocados por el sistema. Por supuesto, la razón por la que nos enteramos de esto es porque China de manera deliberada está forzando a sus pilotos a territorios poco familiares, enfrentándolos a situaciones de pelear para ganar en las actuales condiciones de combate. Hay pocos detalles, pero el informe de RAND señala que la Fuerza Aérea China está haciendo que sus pilotos desarrollen sus propios planes de vuelo, dándoles “plena autonomía en sus tareas, desde encender los motores, cambiar rutas de navegación o probar nuevas tácticas en el aire”.
 
Beijing incluso ha estado mezclando pilotos de diferentes bases para propagar estas ideas. Durante las batallas aéreas simuladas, los comandantes restringen la cantidad de información que comparten entre distintas unidades antes de las confrontaciones. E incluso la Fuerza Aérea “frecuentemente elimina restricciones de seguridad”, agrega el informe. Pero, al final, incluso conseguir mejores pilotos puede que no sea decisivo. Beijing anticipa que un potencial conflicto contra los Estados Unidos se realizará en el Pacífico del Oeste, donde disfrutan de superioridad numérica. Sobre Taiwan (China Nacionalista) esa ventaja puede ser de 3 a 1, sólo en término de aviones, según otro estudio de RAND, publicado en 2008. Los pronósticos son aún peores para el Pentágono si China puede eliminar las bases norteamericanas más cercanas, como la de Kadena en Japón utilizando misiles balísticos. (Jesús.R.G.)

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