La región multiplica sus inversiones en Defensa en 2013. Las viejas rivalidades, la guerrilla y el crimen organizado la convierten en foco de proliferación armamentística. La crisis económica y la sangría
presupuestaria están delimitando los margenes de inversión en Defensa en
prácticamente todas las regiones del mundo. Quizás sea Europa
Occidental, la zona que más está padeciendo el fuerte ajuste, lo que
está mermando la operatividad de sus ejércitos y la puesta en práctica
de nuevos planes militares, que se traduce en una posible falta de
respuesta y en una más que probable dependencia de la OTAN, que ya ha
reclamado una mayor implicación por parte de los países de referencia
del Viejo Continente. Ajena
a esa tambaleante situación se mueve, por el contrario, Iberoamérica.
La proyección militar y armamentística desde prácticamente los comienzos
de este nuevo siglo han marcado los presupuestos locales y definido la
línea de actuación de unos países que buscan no sólo una mayor presencia
en la política internacional sino también hacer frente a las frágiles
relaciones y amenazas internas que determinan la gestión cotidiana.
El terrorismo, los grupos de narcotráfico y las pequeñas tensiones fronterizas delimitan un escenario que en su conjunto se mueve al margen de amenazas militares importantes. De hecho, en 2010 Iberoamérica registró ya el mayor aumento del gasto militar en todo el mundo, desplazando a Oriente Medio y Europa. Una situación que salvo en el paréntesis presupuestario de 2011, se volvió a repetir en 2012 y este mismo año, en el que prácticamente todos los países han aumentado considerablemente su presupuesto de Defensa. El 2011, últimos datos recogidos en el informe Sipri, el gasto militar total en esa parte del continente rozó los 75.000 millones. Una cifra que, aunque alejada de los números que soportan las grandes potencias, refleja el espíritu que mueve a una organización territorial que persigue un mayor foco global.
A la cabeza de todo se encuentra Brasil.
En términos absolutos, la décima potencia militar, y un país que busca
activamente un rol más destacado en la política internacional y un
escaño permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Su
proyección como potencia económica regional determina también las viejas
tensiones bilaterales que definen la política geoestratégica en la
región. El juego al que se enfrentan Brasil,
Chile y Argentina se fundamenta en el control sobre el cono sur y su
proyección hacia la Antártida. A diferencia de Brasil, Chile no aspira a
convertirse en una gran potencia mundial aunque busca tener un rol
regional importante. Y Argentina, que pese a su aumento en el gasto de
Defensa mantiene una maquinaria militar anticuada y obsoleta, que, en
todo caso, no ha sido impedimento para que haya definido junto a Brasil una política
militar común.
Un paso en la evolución de las relaciones bilaterales que comienzan a intensificarse entre algunos de los países de referencia en la región. Por otro lado, la clásica rivalidad entre Colombia –que ha adquirido nuevos aviones y potenciado su capacidad de inteligencia– y Venezuela también ha actuado como caldo de cultivo para la proliferación o, en todo caso, como arma de presión para no enterrar los planes militares diseñados por ambas naciones.
Un paso en la evolución de las relaciones bilaterales que comienzan a intensificarse entre algunos de los países de referencia en la región. Por otro lado, la clásica rivalidad entre Colombia –que ha adquirido nuevos aviones y potenciado su capacidad de inteligencia– y Venezuela también ha actuado como caldo de cultivo para la proliferación o, en todo caso, como arma de presión para no enterrar los planes militares diseñados por ambas naciones.
Precisamente, Colombia –pese a un cierto
acuerdo con las FARC– puede ser el perfecto ejemplo para reflexionar
sobre otra de las razones: la seguridad interna. Los grupos guerrilleros
y la delincuencia organizada, que desde hace ya demasiados años viene
determinando el devenir de muchos de los países del Hemisferio, han sido
motivos más que suficientes para que algunos de los países que
sobreviven bajo esa lacra hayan tenido que sobrealimentar a sus fuerzas
armadas, en algunos casos más desprotegidas y con mayores carencias que
los propios grupos violentos, a los que el tráfico de drogas proporciona
un arsenal de armamento de considerables proporciones. Beneficiados,
además, por el cada vez más declinante papel de Estados Unidos.
Eurocopter
En ese escenario se mueve también
México, que ha duplicado los recursos destinados a Defensa desde que
Enrique Peña Nieto es presidente. A pesar de que, desde su toma de
posesión, ha insinuado que buscará la paz y que se podría ir retirando a
los militares de labores de seguridad, aún seguirá apostando por la
intervención castrense en el combate contra el narcotráfico y el crimen
organizado.
Precisamente, la pasada semana, Eurocopter, una de las mayores empresas mundiales en la fabricación de helicópteros –fabricante del NH90 y del helicóptero de combate Tigre–, inauguró en el estado de Querétaro un nuevo centro de excelencia que suministrará componentes tanto a unidades civiles como militares. La propia Eurocopter ya ha puesto el acento en el mercado Iberoaméricano y continuará aumentando su inversión a lo largo de todo este año. De hecho, México ha seguido aumentado su producción de armas, balística y granadas. En todo caso, los incrementos en el gasto militar no sólo tienen que ver con la compra de armas, sino también con el mantenimiento y modernización de las fuerzas armadas. Un planteamiento al que están dando prioridad absoluta.
Fuente: http://www.defensa.com/
Precisamente, la pasada semana, Eurocopter, una de las mayores empresas mundiales en la fabricación de helicópteros –fabricante del NH90 y del helicóptero de combate Tigre–, inauguró en el estado de Querétaro un nuevo centro de excelencia que suministrará componentes tanto a unidades civiles como militares. La propia Eurocopter ya ha puesto el acento en el mercado Iberoaméricano y continuará aumentando su inversión a lo largo de todo este año. De hecho, México ha seguido aumentado su producción de armas, balística y granadas. En todo caso, los incrementos en el gasto militar no sólo tienen que ver con la compra de armas, sino también con el mantenimiento y modernización de las fuerzas armadas. Un planteamiento al que están dando prioridad absoluta.
Fuente: http://www.defensa.com/
pese a todo eso
ResponderEliminarSi colombia gasta mas que venezuela
PORQUE COLOMBIA NO TIENE OPORTUNIDAD CONTRA VENEZUELA ?
Es que las armas occidentales son una usurería completa y sin igual.
Por que Rusia vende armas buena ,bonitas y baratas,y aqui seguimos mirando mercados como USA que nos han sabido dar chatarra y eso que somos sus "aliados"?????,eso es lo que pienso.
ResponderEliminar2