La visita de Dilma Rousseff a Rusia, que quiere resucitar su oferta a Brasil de SU-35, podría incluir en agenda cazas y sistemas antiaéreos.

Caza Su-35
 
¿Entrará Rusia en escena como cuarto gran postor en la futura reapertura del programa de cazas brasileño?. Aunque, en principio, el viaje presidencial estará básicamente orientado a las cuestiones relativas a la restricción rusa hacia las carnes brasileñas, ciertos medios de este país aluden a la posibilidad de que la adquisición de equipamiento militar se haya incluido en agenda, máxime cuando pocos días después, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, viajará a Francia, con cuyo Gobierno sí se discutirán  temas de defensa, fundamentalmente vinculados a la reanudación de la suspendida licitación de aviones de combate para la Fuerza Aérea de Brasil, uno de cuyos candidatos principales es el Dassault Rafale, cuyo lobby continúa más que activo en Brasil.

Según fuentes oficiales, la reciente visita del ex presidente francés, Nicolás Sarkozy a Brasil, invitado por un grupo bancario, durante la que se entrevistó con la presidente Dilma Rousseff y con el ex presidente, Luis Inacio "Lula" da Silva, no incluía en la agenda el tema de los Rafale y de la postergada licitación de la FAB para adquirir aviones de combate, al menos públicamente. El encuentro de Sarkozy con Dilma, una "visita de cortesía", se prolongó alrededor de 40 minutos.

Fuentes gubernamentales indicaron que Sarkozy y Rousseff abordaron en ese lapsus temas de la agenda internacional, como la crisis económica en la zona del euro y el conflicto en Medio Oriente, y que el ex-presidente habría reiterado el apoyo de Francia a la demanda brasileña de ingresar como miembro permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. Durante su mandato, Sarkozy respaldó fuertemente en Brasil la oferta de la empresa francesa Dassault, una de las tres finalistas de la licitación abierta, y hoy postergada sin fecha, para comprar 36 nuevos aviones de combate para la FAB. Los Rafale de Dassault competían con los F-18 Super Hornet de Boeing y con los Gripen NG, de la sueca Saab. Rusia, con los SU-35, podría querer entrar ahora en escena ante la reapertura, aún sin determinar, de este programa de adquisición.

¿Qué ofrece Rusia?
Sistemas antiaéreo Tor M2

Los rumores apuntan a que el Gobierno ruso podría apostar por una negociación que resucitara las posibilidades del SU-35 en sus últimas series yendo de la mano de un fuerte socio brasileño (durante el primer tramo de la vieja convocatoria, el FX 1, Sukhoi estaba asociada localmente con Avibrás, y prometía inclusive montar un proyecto de avión regional, el SU-80, en Brasil). Mientras, no falta quien recuerde que, durante la gestión en la entonces cartera de Defensa de Nelson Jobim, la industria aeronáutica rusa había firmado un Memorandum de Entendimiento con Brasil para invitar a este país a coparticipar del PAK-FA o en propuestas similares.

Helicóptero Mi-35 

Otra posibilidad bastante razonable es que la industria militar de Rusia realice todas las gestiones posibles por consolidar las chances para sus sistemas antiaéreos, especialmente los Tor M2 o inclusive para los Pantsir S, aunque expectativas más modestas aluden solo a intentar consolidar una opción adicional anterior por helicópteros MI-35M y sondear las posibilidades militares del MI-171. Mientras tanto GE Aviation, como socio de Boeing en el Súper Hornet, ha firmado nuevos acuerdos, Memorandums de Entendimiento, con empresas locales dedicadas al mantenimiento, fabricación de estructuras y montaje de motores.  Se trata de Akaer (que también mantiene acuerdos con Saab, de la que es socia, por parte del fuselaje del Gripen), TAP Manutençao e Engenharía (en sus unidades de Porto Alegre y Río de Janeiro) que ya ejecuta el mantenimiento de los motores del F-5 y C-130,  Increase Aviation Service (especialista en reparación de piezas de motor) y Graúna Aerospace, especialista en usinado de precisión y subconjuntos estructurales aeronáuticos. 

Fuente: http://www.defensa.com/

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