Botadura del rompehielos nuclear Sibir en San Petersburgo.



Esta mañana ha sido botado en los astilleros de la Corporación de Construcción Naval Unida de San Petersburgo, el casco del rompehielos de propulsión nuclear Sibir perteneciente al Proyecto 22220 de la clase LK-60Y. La ceremonia ha contado con la presencia del enviado del presidente ruso en el Distrito federal del Noroeste de Rusia, Nikolái Tsukanov, así como dirigentes de la principal empresa nacional de construcción de barcos y submarinos de guerra y otras autoridades. La presidenta de la Cámara de Cuentas de Rusia, Tatiana Gólikova, ha sido la madrina de dicha botadura, rompiendo una botella de champán de Crimea en el casco del rompehielos en señal de buena suerte.
 


Posteriormente, los empleados de los Astilleros del Báltico (USC) han cortado los soportes que sostenían el barco y el Sibir ha descendido suavemente al rio Nevá bajo los aplausos de los asistentes a la ceremonia. Ahora, los trabajos de construcción del Sibir continuarán con el buque ya a flote. Actualmente, los Astilleros de la Corporación de Construcción Naval en el Báltico, llevan a cabo la construcción (en diferentes fases) de tres rompehielos del Proyecto 22220: Arktika, Sibir y Ural. Una vez concluidos estos trabajos, los rompehielos serán los más grandes y potentes de su tipo en todo el mundo. Además, el Sibir cuenta con un doble calado que permite que el buque sea utilizado tanto en los mares árticos como en la desembocadura de los ríos nórdicos. La principal ventaja de los rompehielos movidos por energía atómica es su enorme relación potencia/peso. El buque puede trabajar sin ‘reabastecimiento’ durante varios años.



Las dimensiones de estos gigantes marinos son impresionantes: 173,3 metros de eslora por 34 metros de manga y un desplazamiento de 33.500 toneladas. La embarcación puede albergar una tripulación de hasta 75 personas y tiene una vida útil estimada de 40 años. Rusia necesita estos buques para mantener su liderazgo en el Ártico donde pueden abrir el paso a otros barco entre hielos de hasta tres metros de grosor. Los nuevos rompehielos escoltarán a los barcos que transportan hidrocarburos desde los yacimientos situados en las penínsulas de Yamal y Guidansk y en la plataforma continental del mar de Kara.

El Sibir es un ‘gigante de acero’ de doble reactor. Los Astilleros del Báltico lograron preparar el rompehielos para su botadura en apenas dos años y medio. La construcción del buque dio comienzo en mayo del 2015. Los otros dos buques del Proyecto 22220 continúan progresivamente en varias fases de construcción, el Arktika —botado en junio de 2016— y el Ural —todavía en los astilleros. La fecha establecida anteriormente para la entrada en servicio de las embarcaciones ha sido ligeramente aplazada y, de acuerdo con los nuevos planes, el Arktika empezará a servir en la flota rusa durante el primer semestre de 2019, mientras que el Sibir y el Ural lo harán en noviembre de 2020 y noviembre de 2021, respectivamente. El retraso se debe a problemas con el suministro de las turbinas de los sistemas de propulsión.
 
El corazón del gigante
A principios de septiembre, Atomenergomash —división de ingeniería mecánica de Rosatom— concluyó la fabricación del primer reactor nuclear RITM-200 del sistema de propulsión del Sibir. En total, la embarcación será equipada con dos de esos reactores, cada uno de 175 megavatios de capacidad térmica. Esta nueva generación de reactores ha sido desarrollada con tecnologías exclusivas y posee capacidades novedosas y únicas no solo entre sus homólogos rusos, sino de todo el mundo.


El rompehielos atómico ruso “50 Años de la Victoria”

El reactor RITM-200 proporciona al Sibir mejores características técnicas en cuanto a velocidad y capacidad de romper el hielo. La recarga de combustible del sistema de propulsión del Sibir solo se lleva a cabo una vez cada siete años. Durante ese tiempo, un rompehielos normal de consumo diesel gastaría cerca de 540.000 toneladas de combustible.

Flota estratégica
Con 30 rompehielos de energía diesel y cuatro nucleares, la flota de Rusia se ha convertido en la principal presencia en el Ártico. Pese a que la Ruta Marítima del Norte todavía no se ha convertido en una alternativa definitiva al Canal de Suez, podrá realizar un 20% de la navegación marítima entre Europa y Asia (y viceversa), especialmente teniendo en cuenta los proyectos rusos para la extracción de petróleo y gas en el Ártico. La Federación de Rusia sigue trabajando para aumentar cada vez más su flota ártica. Actualmente, los Astilleros del Báltico planean la construcción del rompehielos nuclear Líder del Proyecto 10510. Este buque será capaz de romper capas de hielo de hasta cuatro metros y medio de espesor a una velocidad de dos nudos —alrededor de 4 km/h—.


Rompehielos de propulsión nuclear Arktika

En aguas no congeladas, la embarcación será capaz de alcanzar hasta 24 nudos —cerca de 44 km/h—. Se estima que el buque Líder será construido en 2025. (Jesús.R.G.)


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