Las Fuerzas Armadas y los medios de comunicación, las instituciones con más confianza.


Las Fuerzas Armadas y los medios de comunicación son las instituciones que merecen más confianza a los españoles, por encima incluso de la Monarquía, que figura en tercer lugar. A la cola se sitúan los partidos políticos y el Gobierno, según se recoge en el Barómetro de Opinión del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) correspondiente al mes de octubre. 

En la encuesta, dada a conocer este miércoles, los ciudadanos puntúan en una escala del 0 al 10 la confianza que les merecen determinadas instituciones y sitúan en primer lugar a las Fuerzas Armadas con una nota de 5.65, siendo la única que aprueba y logra librarse el suspenso. A ella le siguen los medios de comunicación (4,97), la Monarquía (4,89), el Defensor del Pueblo (4,55) y el Tribunal Constitucional (4,07). La lista la completan el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) con una nota de 3,94; los gobiernos (3,93) y los parlamentos autonómicos (3,52), la Iglesia católica (3,66) y, ya en los últimos tres puestos, el Parlamento (3,52), el Gobierno (3,24) y los partidos políticos (2,76) cerrando la lista.

Esta desconfianza de los ciudadanos en los partidos se refleja también cuando los encuestados son preguntados por los sentimientos que les inspira la política. Cuatro de cada diez reconoce sentir desconfianza hacia esta actividad, seguido de la indiferencia y el aburrimiento. Por su parte, la irritación es el segundo sentimiento mayoritario de los ciudadanos al pensar en política. Estos datos son así pese a que el 80 por ciento reconoce estar interesado en los temas de actualidad, más del 73 por ciento considera que la política tienen gran influencia en la vida de cualquier ciudadano y el 57 por ciento asume que el voto es la única forma en que la gente puede influir en lo que hace el Gobierno.

MEJOR NO METERSE EN POLÍTICA
Sin embargo, casi la mitad de los preguntados acepta la afirmación de que es mejor no meterse en política, el 45 por ciento cree que, generalmente, la política es tan complicada que la gente de la calle no puede entenderla y cuatro de cada diez reconocen abiertamente no comprenderla.

En cuanto a su incidencia en la vida diaria de los ciudadanos, más del 30 por ciento de los encuestados aseguran hablar o discutir de política a menudo cuando se reúnen con sus amigos y familiares, mientras que creen que no procede abordar este tema en sus relaciones con los compañeros de trabajo o estudios. La encuesta revela además que la política también se sitúa en el último puesto cuando los ciudadanos son preguntados por sus prioridades en la vida, entre las que la familia, el trabajo y el tiempo libre ocupan los primeros puestos

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