Rusia sin armamento.


En las empresas de la región de Sverdlovsk, que trabajan para la defensa se ha reducido la cuota del pedido gubernamental y se nota el aumento de la exportación. Los altos directivos consideran que para la consolidación en los mercados extranjeros se necesita una modernización de las plantas militares y la producción de nuevos productos. Mientras tanto, el financiamiento para las investigaciones ha disminuido y para el rearme técnico se asignan cantidades insignificantes. Los participantes de la exposición "Russian Expo Arms - 2011" dijeron al comentarista de "RusBusinessNews" que si en los próximos años no ocurre una revolución tecnológica los armamentos rusos no podrán competir con los modelos extranjeros. Si esto sucede el ejército ruso podrá batallar en iguales condiciones solo con sus viejos vecinos de la CIS.

La situación en el complejo militar-industrial del país se ve muy alentadora: en el 2011 para las investigaciones científicas y el desarrollo experimental el gobierno ruso ha asignado más de 700 mil millones de rublos, lo que no se había observado en los últimos 20 años. Hasta el 2013 según el subdirector del departamento de desarrollo económico de Rusia Grigori Stechen el costo total de los programas de innovación para el desarrollo ascenderá a 1,4 billones de rublos. Esta cantidad representa un aumento significativo en el gasto en proyectos de cooperación de defensa con las universidades y las pequeñas empresas.

Mientras tanto, el subdirector del instituto de investigación central 46a del ministerio de defensa de Rusia Gennadi Lavrinov señaló que la cantidad de fondos destinados a las investigaciones científicas no se pueden comparar con la época soviética. Por otra parte, los gastos en la investigación científica propiamente dicha está disminuyendo debido a que ocurre una inclinación hacia los trabajos de desarrollo experimental. El Estado no asigna dinero incluso a las nueve tecnologías básicas militares aprobadas por la comisión militar-industrial de Rusia. En el momento, son financiadas principalmente las elaboraciones que darán resultados reales en un futuro previsible. En otras palabras se van a finalizar las tecnologías que en los últimos veinte años no han sido terminadas. De donde se sacaran armamentos de quinta generación, los funcionarios, al parecer todavía no piensan en eso.

Con el rearme tecnológico de los "militares" la situación es aún peor: de los 20 billones de rublos en el marco del programa estatal de armamento hasta el 2020, para la modernización se destinarán sólo 600 millones de dólares. Como resultado de esta desatención hacia el rearmamento la producción en la economía se la tragara la tierra.

Los directivos del "Grupo de empresas PVO" Almaz-Antey" han calculado que por cada 1.000 rublos producidos por las empresas del grupo se gasta 1 kW de electricidad. Estos gastos exuberantes son explicados por muchos factores: en la corporación solo el 6% del equipo automatizado es utilizado en un 34%, además de una estructura del personal no muy óptima y una baja productividad del valor añadido: 235 rublos por persona por hora. De acuerdo con elsubdirector general del grupo de empresas Sergei Ostapenko en los últimos cinco años la productividad ha crecido 2,5 veces, pero sigue siendo cinco veces menor que en Europa. La base tecnológica de la empresa "Almaz-Antey" también ha cambiado en los últimos años de una forma positiva pero no tan rápido como debería: las empresas extranjeras no cooperan con aquellas empresas donde el equipo automatizado es inferior al 20%. Para que los fabricantes rusos de equipos de defensa aérea alcancen estos parámetros es necesario incrementar 5 veces más la inversión anual para el desarrollo y la mejora de la base tecnológica. Con el ritmo actual de la modernización la empresa "Almaz-Antey" pronto producirá simplemente armas de reliquia.

La productividad
Un elemento muy importante en la competitividad de los armamentos, no es tomada en cuenta por los estrategas rusos. Usted puede poner un brillante rendimiento de las características del producto, pero si el fabricante no llega a los indicadores necesarios requeridos por unidad de producción en metal, energía, etc., esta empresa no se quedará en el mercado por mucho tiempo. La historia de la industria de defensa rusa claramente lo confirma.

La empresa federal unitaria "Diseño de construcción de maquinaria" decidió por su propia cuenta y riesgo desarrollar el sistema portátil de misiles antiaéreos "Igla". Según el jefe del departamento de asuntos económicos exteriores de la empresa Georgi Kuzyk, el producto resulto innovador: tiene demanda en el extranjero. Hoy en día el 70% del presupuesto de la compañía está formado por las exportaciones en la cual el sistema "Igla" representa más o menos el 60%. Pero últimamente a los rusos los han empezado a remplazar en el mercado los chinos con sistemas menos eficientes. La razón es simple: los gastos de los productos por unidad son mejores y por eso la producción es dos veces más baratas.

Las empresas rusas están tratando de cambiar la economía. El grupo de empresas "Almaz-Antey" llegó a la conclusión de que producir tecnología de tercera y quinta generación en una misma fabrica es un disparate y comenzó a diseñar dos nuevas plantas, que ensamblaran los equipos de tierra para todo tipo de misiles. La empresa decidió no modernizar las plantas viejas debido a que manteniendo la misma producción tendrá un costo de 5 veces mayor. Las nuevas instalaciones deben estar listas para el año 2015. Al mismo tiempo se crearan nuevos centros tecnológicos especializados que realizaran operaciones específicas para todas las empresas del grupo: centro metalúrgico, centro de placas de circuitos impresos, etc.

Por el mismo camino va la empresa "OPK" Oboronprom". De acuerdo con el subdirector general Vladimir Dovgy en la esfera de la construcción de motores la situación no es muy buena y para cambiarla radicalmente se decidió crear centros especializados de competencia tecnológica y la creación de un sistema de gestión basado en divisiones. El alto directivo está convencido de que si la situación se mejora en el lugar de trabajo será más probable que los productos serán mejor desarrollados y serán asimilados por el mercado con mayor rapidez.
Sin embargo, los expertos creen que todos los planes del complejo militar-industrial se quedarán en nada si no se reestructura fundamentalmente el ministerio de defensa ruso. Gennadi Lavrinov afirma que el departamento de defensa simplemente no puede manejar el flujo de conocimientos procedentes de los institutos y oficinas de diseño por no hablar de la comercialización de las nuevas tecnologías.

En la conciencia de la Secretaría de la defensa quedara el retraso tecnológico de la "defensa". El cambio de los ciclos tecnológicos en la industria ocurren cada 20-25 años. Ellos definen el pico en la compra de armas. Al siguiente pico se llegara en el 2020. Sin embargo, se cree que no habrá ningún desarrollo en la industria de la defensa porque el país no está tratando de comenzar una masiva modernización de la industria. En cambio, el estado mayor regularmente regaña a los productores de vehículos blindados rusos con los cuales no están satisfechos el ejército, pero sin embargo, todavía se exportan.

Los expertos señalan que es necesario llevar a cabo una modernización industrial avanzada para no quedarse atrás en el siguiente ciclo tecnológico que viene. Es probable que Rusia alcanzó el punto crítico cuando se puede, sin perjuicio a la economía hacer una revolución industrial y pasar a las armas de quinta generación. Sin embargo, el programa de desarrollo de la industria militar no está en condición para resolver este problema ya que los estrategas del ministerio de defensa han optado por dirigir el dinero al "consumo" y no al desarrollo.
El principal problema de Rusia es que pocas personas piensan acerca de por qué razón se debe dirigir dinero a la industria de la defensa y desarrollar empresas en particular. La mayoría de los involucrados en el presupuesto militar sólo tienen como objetivo obtener el beneficio que se puede ganar en la asimilación de los pedidos del departamento de defensa del Gobierno.
Los expertos dicen que Rusia tiene mucho en que trabajar, pero si lo hace como en los últimos veinte años no solo perderá los mercados extranjeros sino que comenzara a comprar armas para su ejército en el extranjero.

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