Los militares españoles también regresan sanos y salvos.


Los restos mortales del sargento Manuel Argudín Perrino y de la soldado Niyireth Pineda Marín -muertos por la explosión de un Artefacto Explosivo Improvisado el pasado domingo- eran trasladados por última vez a hombros de sus compañeros, mientras Su Alteza Real el Príncipe de Asturias acompañaba a sus familiares y amigos en el triste adiós. Los únicos que no pudieron acudir al funeral, por razones mayores, fueron los tres compañeros heridos en la explosión que sesgó sus vidas. Cabe recordar que el presidente del Gobierno, así como los representantes de los principales partidos políticos no asistieron por participar en el Debate del Estado de la Nación.

Desde Herat, los tres militares heridos fueron trasladados, el 29 de junio, en un Boeing 707 medicalizado hasta el Hospital Central de la Defensa


'Gómez Ulla' (Madrid), donde se recuperan de sus heridas. Así, según el último parte de Defensa, el soldado Jhony Alirio Herrera Trejos, que sufre fracturas en piernas y brazo, se encuentra en la unidad de cuidados intensivos y su estado es estable dentro de la gravedad.


Por su parte, el soldado Roi Villa Souto tiene varias fracturas en la pierna derecha de las que será operado en los próximos días. Permanece hospitalizado en planta. Por último, el soldado Rubén Velázquez Herrera, que sufrió diversas contusiones, está en planta y se espera que reciba el alta hospitalaria dentro de unos días.

                      Miembros del OMLT español y de la Armada regresan de zona

Paralelamente, estos días también se han producido otros reencuentros, en esta ocasión con final feliz. Así ha sido durante la llegada desde Afganistán de los miembros del OMLT (Equipo Operativo de Mentorización y Enlace), formado con personal de la Brigada de Infantería Ligera 'Galicia' VII (BRILAT), y los componentes de la Armada embarcados en el submarino 'Mistral' y la fragata 'Méndez Núñez', que han regresado de Libia.

Los militares de la 'Galicia' volvieron a ver territorio español el pasado 24 de junio, dos días antes del último ataque contra tropas españolas en Qala-e-Naw, después de permanecer seis meses en Afganistán. Su trabajo se ha centrado en preparar, asesorar y apoyar al Ejército afgano en la creación de una unidad de Infantería tipo Batallón.

Por otra parte, ayer, llegaba a la Base de Submarino de Cartagena el submarino 'Mistral', que hasta ese momento formaba parte de la operación 'Unified Protector' en Libia. Su misión ha sido llevar a cabo labores de vigilancia marítima, identificación y seguimiento de buques sospechosos para asegurar el cumplimiento del embargo de armas a Libia (según establece establecido por las resoluciones 1970 y 1973 de las Naciones Unidas).

Este submarino tiene 67,57 metros de eslora, 6,8 m de manga y 5,4 de puntal. Desplaza en superficie 1.490 toneladas y en inmersión 1.740. Alcanza una velocidad máxima de 12 nudos en superficie y 20.5 nudos en inmersión. Su autonomía es de 45 días. Cabe destacar que una de las principales capacidades de los submarinos españoles es su sistema de comunicaciones satélite. Este sistema, desarrollado por la empresa nacional INDRA, permite mandar en tiempo real imágenes y archivos de audio a los mandos de la operación. 

De todos los submarinos desplegados en la zona bajo control de la OTAN, los españoles son los únicos con esta capacidad, lo que los hace especialmente valiosos para la operación.

                                           La 'Méndez Núñez' desde Libia a Ferrol

Dos días antes del regreso del 'Mistral', la fragata 'Méndez Núñez' atracaba en el Arsenal Militar de Ferrol tras finalizar su participación en la operación 'Unified Protector' en Libia.


Atrás quedan los 101 días de navegación desde que la fragata saliese de Ferrol el pasado 20 de marzo. Durante este tiempo, la fragata española ha estado integrada en la agrupación naval de la OTAN y ha realizado tareas de vigilancia marítima frente a las costas de Libia y ha colaborado en el establecimiento de la zona de exclusión aérea.

Desde la Armada informan que en total se han realizado 22 registros a buques mercantes de diversa índole, "desde petroleros hasta pesqueros, inspeccionando tanques, contenedores, bodegas y múltiples compartimentos susceptibles de portar mercancías sospechosas que pudiesen violar el embargo de armas establecido sobre Libia".

Finalmente, cabe felicitar a todos los miembros de las FAS que se encuentran tanto en territorio nacional como en misiones internacionales. Si bien la sociedad española se ha lamentado por las terribles consecuencias del ataque en Afganistán, debe sentirse orgullosa por los compañeros que han regresado a su casa con el "orgullo del deber cumplido", para muchos una frase hecha pero una realidad 100%. Porque independientemente de las circunstancias en las que participan en las misiones, así como de las decisiones políticas cumplen con su trabajo y lo hacen lo mejor que pueden. Algo que sea cual sea la ideología, hay que agradecer.

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