Nadie dudaba de que la ofensiva estadounidense-iraquí-kurda para liberar Mosul estaría plagada de contratiempos e imprevistos antes de que el Estado Islámico fuera finalmente expulsado de su capital iraquí. Pero el 21 de octubre, cinco días tras la operación de Mosul, los terroristas de ISIS asestaron su golpe más grave, cuando los combatientes islamistas y terroristas suicidas de repente se lanzaron sobre la ciudad petrolera iraquí de Kirkuk, en un ataque coordinado.
Fuentes militares de Debkafile informan que aprovechando una oportunidad cuando los generales EE.UU., iraquíes y kurdos que conducían el ataque por sorpresa a Mosul, los combatientes islamistas fueron capaces de abrir un segundo frente en la parte trasera del campo principal de batalla contra ISIS.
Kirkuk está a unos 175 kilometros de Mosul y a 230 kilometros de Bagdad. Al golpear esta ciudad petrolera importante, los terroristas estuvieron lo suficientemente cerca para amenazar la región autónoma kurda y su capital, Erbil, y exponer a las tropas peshmerga kurdos que están luchando por Mosul.
Nuestras fuentes militares afirman que una gran fuerza Peshmerga de unos 11.000 soldados había sido desplegada para asegurar la ciudad y sus campos petroleros, bajo el mando del general Mohammed Mariwan. Pero entonces, el miércoles, 19 de octubre, el mando conjunto estadounidense-iraquí-kurdo de la ofensiva Mosul decidió que los refuerzos kurdos eran necesarios para proporcionar a la operación un mayor ímpetu. A los soldados Peshmerga adicionales se les ordenó en consecuencia salir de Khazar, 40 km al este de Mosul, y unirse a la ofensiva de la coalición. Sin embargo, lo que se perdieron, a pesar de todos los satélites espías estadounidenses, aviones no tripulados y aviones de reconocimiento de recolección de inteligencia, era una concentración que ISIS estaba montando clandestinamente en Hawja, a 57 kilometros al este de Kirkuk. De acuerdo con nuestras fuentes militares, algunos de los yihadistas que según los medios de comunicación occidentales salían huyendo de Mosul a la carrera, habían estado reuniéndose en el sudeste, a unos 57 km de Kirkuk. Estaban listos para atacar esa ciudad.
Su oportunidad llegó cuando el gran grupo kurdo de Kirkuk salió y se dirigió a Mosul. Kirkuk fue dejado expuesta sin defensores. El viernes por la mañana, el Estado Islámico lanzó su ataque sorpresa a la indefensa ciudad petrolera. Sus cazas y bombarderos suicidas impactaron en cuatro estaciones de policía, oficinas de seguridad kurdas, barrios residenciales y una estación eléctrica del norte. Los enfrentamientos continuaron durante el día con las cifras de víctimas desconocidas en ambos lados. En algún momento, el gobernador reclamó que el control de la ciudad fue recuperado pero los residentes informaron que los enfrentamientos continuaban. ISIS dijo en un comunicado que se había apoderado de “la mitad de la ciudad” y que también había atacado la planta de energía de Dubiz, matando a todos los cuerpos de seguridad del interior, pero las reivindicaciones no fueron posibles de verificar. (Jesús.R.G.)
Nuestras fuentes militares afirman que una gran fuerza Peshmerga de unos 11.000 soldados había sido desplegada para asegurar la ciudad y sus campos petroleros, bajo el mando del general Mohammed Mariwan. Pero entonces, el miércoles, 19 de octubre, el mando conjunto estadounidense-iraquí-kurdo de la ofensiva Mosul decidió que los refuerzos kurdos eran necesarios para proporcionar a la operación un mayor ímpetu. A los soldados Peshmerga adicionales se les ordenó en consecuencia salir de Khazar, 40 km al este de Mosul, y unirse a la ofensiva de la coalición. Sin embargo, lo que se perdieron, a pesar de todos los satélites espías estadounidenses, aviones no tripulados y aviones de reconocimiento de recolección de inteligencia, era una concentración que ISIS estaba montando clandestinamente en Hawja, a 57 kilometros al este de Kirkuk. De acuerdo con nuestras fuentes militares, algunos de los yihadistas que según los medios de comunicación occidentales salían huyendo de Mosul a la carrera, habían estado reuniéndose en el sudeste, a unos 57 km de Kirkuk. Estaban listos para atacar esa ciudad.
Su oportunidad llegó cuando el gran grupo kurdo de Kirkuk salió y se dirigió a Mosul. Kirkuk fue dejado expuesta sin defensores. El viernes por la mañana, el Estado Islámico lanzó su ataque sorpresa a la indefensa ciudad petrolera. Sus cazas y bombarderos suicidas impactaron en cuatro estaciones de policía, oficinas de seguridad kurdas, barrios residenciales y una estación eléctrica del norte. Los enfrentamientos continuaron durante el día con las cifras de víctimas desconocidas en ambos lados. En algún momento, el gobernador reclamó que el control de la ciudad fue recuperado pero los residentes informaron que los enfrentamientos continuaban. ISIS dijo en un comunicado que se había apoderado de “la mitad de la ciudad” y que también había atacado la planta de energía de Dubiz, matando a todos los cuerpos de seguridad del interior, pero las reivindicaciones no fueron posibles de verificar. (Jesús.R.G.)
Fuente: http://geopolitico.es/
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