La ventaja de ser un estado con armamento nuclear pequeño.


Decanos de la estrategia de la disuasión nuclear durante la primera era nuclear estaban convencidos de que el tamaño importaba. Un estado con armas nucleares con el arsenal más grande, o con la cantidad mayor de misiles, o la precisión de sus misiles, o el de armas nucleares más tácticas, o [llene el espacio en blanco] estaría mejor en los resultados de peso o influencia, en todo concepto.  
En la segunda era nuclear, es sorprendente cómo esta presunción de peso o influencia, se ha puesto de cabeza. En la actualidad existe abundante evidencia de que la fuerte preferencia de una potencia nuclear tiene escasa influencia en la toma de decisiones de un estado con un arsenal nuclear más pequeño.
Para principiantes:
  • China, con su influencia netamente económica en Corea del Norte, no ha tenido notablemente éxito en persuadir a Kim Jong-un, que se abstengan de probar armas nucleares y misiles balísticos. También lo han hecho los Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia.
  • Los Estados Unidos han sido incapaz de persuadir al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para negociar con la Autoridad Palestina en buscar una solución para los dos estados, y no tratar de torpedear el acuerdo nuclear de Irán. Netanyahu fue tan lejos como para meter el dedo en el ojo de Obama ante una sesión conjunta del Congreso -, mientras se embolsaban niveles sin precedentes de la asistencia militar.
  • El Gobierno de Pakistán sigue ejerciendo un veto sobre el inicio de negociaciones del Tratado de material fusionable de corte. El Ejército y la Fuerza Aérea de Pakistán siguen procesando a los malos actores sobre una base selectiva, la colocación de los grupos que llevan a cabo explosiones en la India y los ataques contra las fuerzas estadounidenses en Afganistán están en la parte posterior de la cola. La administración de Obama, al igual que su predecesor, continúa la asistencia militar y generosa financiación de apoyo de la coalición.
  • La Administración Bush llegó a un acuerdo civil nuclear con India y se adhirió al rechazo por parte de Nueva Delhi de medidas compensatorias que apuntalar el Tratado sobre la no proliferación y el Tratado de prohibición completa de pruebas. El gobierno de Obama parece interesado en ir un paso más allá, ayudando a la India para unirse a los Grupo de Suministradores Nucleares, sin ninguna contrapartida evidente.
Todos estos casos son diferentes.
  • Corea del Norte no es sólo un valor atípico; es un marginado. Su debilidad es su fuerza. Kim Jong-un, ha perfeccionado la teoría del loco de Richard Nixon en las relaciones internacionales. El joven Kim amenaza con derribar el templo para salirse con la suya – o al menos no ser atacado. Los únicos números nucleares que cuentan son los propios.
  • Benjamin Netanyahu es el último jinete libre: puede ser protegido fuertemente por Barack Obama, y vetos estadounidenses en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.Él sabe que Washington no va a dar la espalda a Israel.
  • Los líderes militares de Pakistán han perfeccionado el arte de traducir 9/11 pesadillas nucleares y las preocupaciones sobre el futuro de Afganistán (de todos los lugares) en grandes días de pago.
  • Los líderes políticos de la India han aprovechado su mercado y su potencial para servir como contrapeso a China en el desplazamiento de Pakistán como más importante aliado no-OTAN de los Estados Unidos en el subcontinente. Pero de esto no se puede hablar ya que ofenderían el sentido de la India de autonomía estratégica, que hace el acceso de mercado y la cooperación contra China difícil.
¿Qué tienen estos diversos casos en común?
Por el contrario de la creencia cuasi teológica en la discusión arraigada por la escuela de “mas es mejor” en las armas nucleares, estos pequeños países están mas que aguantando su posición. Corea del Norte, con el inventario mas pequeño de cabezas nucleares esta resistiendo a los países con mayor cantidad de armas nucleares en su lugar.   

La ventajas en las capacidades de combate de guerra nuclear no son de gran ayuda si uno no quiere luchar una guerra nuclear. Y las ventajas de las capacidades de combate de guerra nucleares no se traducen en la persuasión diplomática cuando el punto de tener armas nucleares es no usarlas.   El tamaño de reservas no importa cuando los países mas grandes tienen una prioridad más alta de avanzar o proteger – uno que anula el uso del músculo serio económico y militar sobre publicaciones nucleares relacionadas.
  • Beijing no quiere que Corea del Norte se agriete, derramando a refugiados incontables a través de su frontera. Además, nadie quiere comenzar una guerra contra el DPRK a desnuclearizar la Península.
  • Los Estados Unidos no van a minar la seguridad israelí aun cuando su primer ministro actúe intransigentemente.
  • Rawalpindi siempre puede confiar en escenarios de pesadilla nuclear y de la decadencia y caída del gobierno afgano para mantener a Washington en linea.
  • Nueva Delhi puede contar con la posibilidad de convergencia estratégica para solicitar ayuda de Washington, a pesar de su imperativo interno de mantener la autonomía estratégica.
Los estados con arsenales nucleares pequeñas o de tamaño medio lo están haciendo bastante bien para defenderse de la presión de los estados con arsenales más grandes. El tamaño no importa cuando buscan atención y deferencia a las preocupaciones de seguridad. En el caso de la India esto puede ser el boleto para un asiento en la mesa principal. La bomba ayuda a Pakistán a obtener un perfil de “inmunidad”, para usar la frase desafortunada del Secretario de Defensa de Ash Carter para con Gran Bretaña para recapitalizar sus barcos Trident. 
La bomba tampoco hace daño a Pakistán cuando se trata con el Fondo Monetario Internacional, consiguiendo la ayuda china y las entradas de dinero efectivo de los Estados Unidos. El único estado que no saca provecho es Corea del Norte. Siendo un paria podría guardar los lobos en la bahía, pero esto no ayuda con el flujo de caja.  El resultado de esto no es completamente malo. Todas las cosas buenas que un pequeño arsenal nuclear puede proporcionar vienen acompañadas de todas las cosas difíciles que pueden esperar tratando de unirse el club nuclear; de otra manera, habría mucho más miembros. Las buenas noticias son aquel tamaño no importa, y aquella competición en los indicadores habituales de las capacidades nucleares es una estafa. Difundan la palabra. (Jesús.R.G.)
Fuente: http://defensayarma
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