Brasil pospone la firma del contrato de los Gripen con Suecia para renegociar el tipo de interés.


La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, habló por teléfono en la mañana del pasado martes día 23 con el primer ministro de Suecia, Stefan Löfven, después de la presión del Ministro de Hacienda de Brasil, Joaquim Levy, para que se revisen los intereses del contrato de préstamo de 36 aviones combate Gripen NG para la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) como parte del ajuste fiscal. La presidenta pidió a Löfven el aplazamiento de la fecha límite para la firma del convenio de financiación, que expiró el miércoles día 24, para renegociar el tipo de interés. El motivo es que el ministro de Hacienda de Brasil alegó que los cambios representan una reducción del gasto de 1.000 millones de reales en 25 años. 

También afirmó que la revisión de tipos no afecta únicamente a los Gripen, sino que este mismo modelo de negocio se debe adoptar para renegociar otros acuerdos internacionales ya firmados, con el argumento de que Brasil debería beneficiarse de la caída del tipo de interés en Europa. Por otra parte, el Comando de la Fuerza Aérea está muy preocupado por el cambio de los términos de la propuesta firmada con SAAB, ya que otras cláusulas importantes del contrato puedan verse afectadas y perjudicar al proyecto de fabricación de aeronaves conjunta mediante la transferencia de tecnología sueca. Para la FAB, la cantidad ahorrada es muy pequeña, sobre todo en un periodo de 25 años, si se compara con una posible alteración en el convenio existente. Dicho perjuicio es muy posible y, de hecho, tanto los técnicos de la Fuerza Aérea como los de la empresa fabricante del caza han coincidido en que "la transferencia de tecnología se vería afectada de forma irreversible". 

Respecto a la posición de SAAB, los suecos afirman que el contrato y sus términos fueron aprobados por el Congreso brasileño, por lo que cualquier cambio requeriría además la aprobación por el Congreso de Suecia. El Gobierno brasileño, sin embargo, espera contar con la buena voluntad de Suecia y pone como ejemplo la aceptación de una reducción de 1.000 millones de reales a 200 millones el desembolso del primer tramo del programa como consecuencia del fuerte ajuste fiscal que se encuentra en curso en Brasil. Hasta el momento, se mantiene la entrega de la primera unidad para 2019, con el último avión programado para entrega en 2024. Desde la compra en diciembre de 2013, el valor del contrato subió 12%, situándose en torno a unos 4.800 millones de dólares, según la FAB. 

Todo el programa en suspenso
El retraso en la firma de la financiación también está retrasando la salida de 100 ingenieros brasileños a Suecia para trabajar en la construcción de la nueva generación de Gripen. El contacto previo firmado en octubre 2014 establece que, en un plazo de ocho meses, el financiamiento debe ser ratificado con el banco sueco de desarrollo SEK. Si no se hace, todo el proceso de negociación perderá su efecto y todos los términos del acuerdo de compra de la aeronave tendrán que ser reevaluado. (Jesús.R.G.)

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