¿Cuáles son los planes de Rusia en el Mediterráneo?

Históricamente el Mediterráneo ha sido un área importante para Rusia. A finales del siglo XVII Pedro el Grande trató de afianzar un perímetro de seguridad en el Mar Negro, lo que abrió un nuevo mercado y la posibilidad de acceder al Mediterráneo. 

Sin embargo el Imperio otomano controlaba las puertas de entrada, el Bósforo y los Dardanelos. Tras las guerras que tuvieron lugar en el siglo XVIII, Rusia tomó posesión del área situada al norte del Mar Negro y de gran parte de la actual Ucrania, además del control de Crimea. Los proyectos de Catalina la Grande por hacerse con Constantinopla tenían una clara dimensión simbólica pero sobre todo buscaban proteger los intereses de su imperio. Tras la Primera Guerra Mundial y la llegada de los bolcheviques al poder, Rusia mantuvo una presencia permanente en el Mediterráneo, pero el control de los estrechos se mantuvo en manos de Turquía, y la fuerte influencia inglesa. Durante la Guerra Fría, la presencia estadounidense sustituyó a la británica. La 6º Flota de la Marina de EE UU trataba de mantener el control sobre Oriente Próximo, una región muy rica en recursos petrolíferos, y contener a la URSS en el Mar Negro. Ante las acusaciones de expansionismo de los estadounidenses, los soviéticos afirmaban que sus planes eran defensivos. 

Si las rutas comerciales en dirección a África, el canal de Suez o el estrecho de Gibraltar estaban amenazadas, la flota soviética corría el riesgo de quedarse atrapada en el Mar Negro. Por eso en los años 50 la URSS tomó la decisión de contar con una presencia permanente en el Mediterráneo. La primera base de submarinos rusos se estableció en el puerto de Vlore, en Albania. En 1967, tras la Guerra de los Seis Días en la que Israel se anexionó Gaza, el Sinaí, Cisjordania y los Altos del Golán, la URSS estableció el 5º Escuadrón en el Mediterráneo, que funcionó como contrapeso a las fuerzas de la OTAN. Además, las Fuerzas Aéreas soviéticas apoyaban a este contingente desde Siria y Egipto. En total, el 5º Escaudrón tenía entre 70 y 80 efectivos, frente a los 30-40 de la 6ª Flota de EE UU, pero estos contaban con dos portaaviones. A pesar de los riesgos, estas dos fuerzas crearon un equilibrio en la región. Sin embargo, en 1992 se desmanteló el 5º Escuadrón y en esa década la presencia rusa en el Mediterráneo casi se desvaneció. Es más, la flota rusa pasó de tener alrededor de 835 buques a 244. 

En la actualidad, Rusia trata de volver a definir cuáles son sus intereses en el Mediterráneo. En este sentido, las declaraciones acerca de un posible expansionismo no tienen en cuenta hechos básicos acerca de las capacidades operativas de Rusia y de la OTAN. La flota permanente en el Mediterráneo, anunciada en marzo del año pasado, contará con cinco-seis barcos, una décima parte de lo que tenía el 5º Escudrón. La vuelta del control ruso sobre Crimea consolida el control sobre la parte norte del Mar Negro y la nueva flota no busca una confrontación sino asegurar una presencia en esta zona estratégica. Por otro lado, en la actualidad solo hay una base operativa en la región, en el puerto sirio de Tartus, y algunos proyectos en Chipre, donde es tradicional que los barcos rusos atraquen para repostar y cargar combustible. En gran medida, el rearme de la flota dependerá, al igual que ocurrió en los años 60, de la posibilidad de encontrar aliados en la región. (Jesús.R.G.)


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Comentarios

  1. Algo de este nuevo conflicto tiene que ver . n la madrugada del 9 de mayo de 2015, la policía de Macedonia emprendió una operación contra un grupo armado sospechoso de preparar una serie de atentados después de haberse infiltrado en el país.
    Antes de iniciar el asalto, la policía había procedido a evacuar los civiles residentes en el lugar.
    Ante la resistencia de los sospechosos, que abrieron fuego contra los policías, se desató un combate durante el cual se registraron 14 muertos entre los terroristas, 8 muertos entre los miembros de las fuerzas del orden y un número aún indeterminado de heridos. Al menos 30 personas fueron arrestadas. Es evidente que la policía de Macedonia estaba muy bien informada antes del inicio de la operación contra el grupo armado. Según el ministro del Interior, Ivo Kotevski, el grupo estaba preparando una operación de gran envergadura para el 17 de mayo, o sea durante la manifestación convocada por la oposición de lengua albanesa en Skopje.
    La identificación de los sospechosos permitió comprobar que casi todos eran ex miembros del Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) En enero de 2015, la ex yugoslava República de Macedonia desmantelaba un intento de golpe de Estado a favor del jefe de la oposición, el socialdemócrata Zoran Zaev. Cuatro personas eran arrestadas y las autoridades confiscaron el pasaporte de Zaev mientras que la prensa atlantista comenzaba a denunciar una «deriva autoritaria del régimen» (sic).
    Zoran Zaev goza del respaldo que le aportan públicamente las embajadas de Estados Unidos, del Reino Unido, de Alemania y de los Países Bajos. Sin embargo, en el intento de golpe de Estado sólo existen indicios, hasta ahora, de la participación de Estados Unidos.
    El Partido Socialdemócrata (SDSM) de Zoran Zaev había convocado a la realización de una manifestación. Esa formación política tenía previsto distribuir 2 000 máscaras para impedir la identificación de los terroristas que estarían entre los manifestantes. Durante la manifestación, el grupo armado y enmascarado atacaría varias instituciones para iniciar una «revolución» similar a la de Maidan, en Kiev.
    Para entender el marcado interés de Washington en derrocar el gobierno de macedonia tenemos que referirnos a la guerra de los gasoductos y recordar que la política internacional es como un tablero de ajedrez, donde cada pieza que se mueve tiene repercusiones sobre las demás.
    Desde 2007, Estados Unidos está tratando de cortar los vínculos entre Rusia y la Unión Europea. Obligando a Bulgaria a anular su participación, Washington logró sabotear el proyecto South Stream. Pero el 1º de diciembre de 2014, para sorpresa de todos, el presidente ruso Vladimir Putin iniciaba un nuevo proyecto al convencer al presidente turco Recep Tayyip Erdogan de firmar un acuerdo con Rusia, a pesar de que Turquía es miembro de la OTAN Lo previsto en el nuevo proyecto era que Moscú abastecería de gas a Ankara, que a su vez abastecería a la Unión Europea, burlando así el embargo anti-ruso decretado por Bruselas. El 18 de abril de 2015, el nuevo primer ministro griego Alexis Tsipras daba su aprobación para el gasoducto pasara por su país Por su parte, el primer ministro de Macedonia, Nikola Gruevski, había negociado discretamente el asunto en marzo Y Serbia, participante del proyecto South Stream, había expresado al ministro de Energía de Rusia, Alexander Novak, al recibirlo en Belgrado en abril, que estaba dispuesta a participar en el proyecto Turkish Stream gasoducto Turkish Stream debería atravesar Turquía, Grecia, Macedonia y Serbia para llevar el gas ruso hasta la Unión Europea. Por iniciativa del presidente húngaro Viktor Orban, los ministros de Relaciones Exteriores de los países interesados se reunieron en Budapest el 7 de abril para coordinar su posición ante Estados Unidos y la Unión Europea. Thierry Meyssan . Si bien es cierto este intelectual Frances no tiene mucho cariño hacia la otan o EEUU , tiene razón en casi todo mas en que la tensión entre Rusia y EEUU esta es su peor momento.

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