Japón da un paso adelante para aplicar su nueva doctrina militar.


 
Japón ha dado hoy miércoles un paso adelante más para poner en marcha el mayor cambio en el funcionamiento de sus fuerzas armadas en los últimos 60 años. Un acuerdo marco entre los dos partidos de la coalición de Gobierno, el Partido Liberal Demócrata (PLD) de Shinzo Abe y Komeito, sienta las bases para actualizar las líneas maestras de la colaboración con Estados Unidos en materia de Defensa y para que las fuerzas niponas puedan asistir a aliados en peligro, el llamado “principio de autodefensa colectiva”. 

El Gobierno de Abe aprobó el año pasado una reinterpretación de la Constitución pacifista nipona, creada tras la II Guerra Mundial, para permitir que las Fuerzas de Autodefensa japonesas pudieran participar bajo determinadas circunstancias en acciones fuera de su territorio para auxiliar a aliados en peligro. El acuerdo al que han llegado hoy miércoles los dos socios de gobierno permite que esa reinterpretación pueda comenzar a ponerse en práctica, mediante legislación que se presentará a los diputados nipones posiblemente en mayo. Dado que el PLD y Komeito suman una mayoría absoluta en la Cámara baja, está fuera de toda duda que ese proyecto de ley saldrá adelante. La reinterpretación se incorporará también a las nuevas guías que regirán la alianza militar entre EE UU y Japón, en su primera actualización desde 1997. Estas líneas maestras podrían presentarse públicamente en una reunión de los responsables de Defensa y de Exteriores de ambos países en abril, previa a la visita de Abe a Washington. 

Según publica el diario The Japan Times, el acuerdo marco entre el conservador PLD y Komeito más moderado prevé “una expansión de las actividades de las Fuerzas de Autodefensa en varias áreas”. Entre otras cosas, indica este diario, se simplificará el procedimiento para enviar tropas al exterior en misiones humanitarias. Será necesario el visto bueno del Parlamento, y las fuerzas tendrán que actuar respaldadas con un mandato de Naciones Unidas, pero el Gobierno ya no tendrá que aprobar una ley extraordinaria con un plazo fijo de vigencia para cada caso, como ocurría hasta ahora. La reinterpretación de la Constitución aprobada por el Gobierno el 1 de julio de 2014 permite que Japón pueda recurrir al uso de la fuerza si bien en el mínimo nivel posible si un país aliado sufre un ataque y si se cumplen una serie de condiciones. Entre ellas, la falta de otra alternativa o que ese ataque represente una amenaza contra la existencia de Japón. 

Según apunta The Japan Times, el acuerdo marco entre el PLD y Komeito prevé que las fuerzas japonesas puedan participar en más misiones de inspección de buques. Hasta ahora, las Fuerzas de Autodefensa solo pueden participar en este tipo de operaciones en aguas japonesas o adyacentes. El pacto, que los dos partidos tienen previsto suscribir formalmente este viernes, también propone que las Fuerzas de Autodefensa puedan rescatar a ciudadanos japoneses atrapados en situaciones de emergencia en el exterior. En esos casos, las tropas japonesas podrían utilizar las armas bajo determinadas circunstancias. El cambio en la doctrina militar japonesa mantiene profundamente dividida a la sociedad de ese país. El Gobierno japonés sostiene que es necesaria para poder asistir a sus aliados en situaciones comprometidas, mientras que sus detractores temen que los soldados nipones se vean expuestos innecesariamente al peligro o que la imagen del país en el exterior se vea perjudicada. (Jesús.R.G.)


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