EE.UU. sopesa si atacar Irak mientras presiona al primer ministro para que dimita.



A pesar de que las autoridades iraquíes le han pedido que lance ataques aéreos contra las posiciones de EIIL, EE.UU. se muestra reticente. Paralelamente, la Casa Blanca ha comenzado a presionar al jefe del Gobierno iraquí para que dimita. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunió hoy en la Casa Blanca con los miembros del Congreso para tratar la situación en Irak, donde los terroristas del Estado Islámico de Irak y Levante (EIIL) se han hecho con el control de una gran parte del país. El principal mensaje difundido tras la reunión fue que el presidente no necesita de la aprobación del Congreso si decide lanzar ataques aéreos en Irak. El general Martin Dempsey, el cargo más alto de las fuerzas armadas de EE.UU., informó hoy al Congreso que la lucha contra las milicias de EIIL favorece a "los intereses de la seguridad nacional" de EE.UU., pero que la decisión de tomar parte en ella aún no se ha tomado. En particular, porque la situación en Irak cambia muy rápidamente y eso impide localizar la posiciones de EIIL para atacarlas desde el aire, esgrimió. 

El general ha culpado también al primer ministro de Irak por la insurgencia violenta sunita. Según él, EE.UU. poco puede hacer para compensar el grado en el que el Gobierno de Irak ha fallado a su gente. El secretario de Defensa de EE.UU. Chuck Hagel, se hizo eco de esta afirmación, asegurando que EE.UU. "ha hecho todo lo que ha podido" para ayudar a Irak, y que ahora su futuro "depende de los iraquíes", ya que ellos mismos querían gobernar al país. En este sentido, el otro mensaje principal que manda la Casa Blanca es que el primer ministro iraquí, Nouri al-Maliki, tiene que irse, ya que no ha podido superar las tensiones sectarias en el país. Según el diario 'The Independent', EE.UU. ha advertido a los principales políticos de Irak que el primer ministro chiita tiene que dimitir, mientras este quiere que EE.UU. intervenga militarmente para suprimir a los milicias de EIIL sunitas. La analista política Cristina Sánchez Martínez no comparte el punto de vista de los altos cargos estadounidenses. "El escenario actual no es otra cosa que la consecuencia natural y lógica de ir por medio mundo entrenando a terroristas e intentando desestabilizar gobiernos", opina. Según la experta, el problema es que, al paracer, el propio EE.UU. no lo ve así y no tienen ninguna intención de cambiar de rumbo. (J.R.G.)


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