Rusia es capaz de construir ella misma portahelicópteros clase Mistral.


Los astilleros rusos son capaces de construir ellos mismos portahelicópteros si Francia anula el contrato para la venta de dos buques de clase Mistral para la Armada rusa, comenta hoy el diario Izvestia. "Si los socios franceses renuncian a suministrar los portahelicópteros, vamos a construirlos nosotros mismos siempre y cuando la Armada rusa siga necesitándolos", dijo a Izvestia una fuente de la Corporación Unificada de Construcciones Navales de Rusia. El ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Laurent Fabius, anunció que su país anulará el contrato de venta de portahelicópteros Mistral si Rusia no cambia su posición sobre Ucrania y Crimea. Según el contrato, suscrito en 2011, la Marina de Guerra rusa debía incorporar los dos buques en 2015.

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"Los franceses ya nos entregaron la mayor parte de la documentación y si se niegan a cumplir el contrato y devolver el dinero, entonces perderán el derecho sobre esta documentación", apuntó la fuente. Representantes del sector comentan que los especialistas rusos no tendrán dificultades en crear buques de clase Mistral incluso si no tienen los respectivos  planos. "Los trabajos de diseño llevarán unos dos años. No será nada difícil, los Mistral son una barcaza con motor y una cubierta para helicópteros. La Oficina de Diseño de Neva puede construir uno en poco tiempo", afirmó la misma fuente. El contrato para dos portahelicópteros franceses de clase Mistral asciende a 1.200 millones de euros. Rusia ya ha pagado aproximadamente la mitad de ese monto.


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Comentarios

  1. Si lo son ya deben tener toda la info de los portahelicópteros. Esto iba mas alla de los Mistral cooperación militar es mas que importante para un país como sucede con Typhoon. Además de Francia (en el que presta servicio en el Ejército, la Marina y muchas agencias de seguridad, como la Gendarmería Nacional), otros países han comprado y usado el FAMAS en las últimas décadas.
    Obviamente, muchos de estos países han estado en la órbita colonial de Francia y son los que todavía tienen en cuenta sus soluciones de defensa; entre ellos podemos mencionar a Senegal, Gabón, Líbano, los Emiratos Árabes Unidos, Djibuti, y curiosamente, las Filipinas (en donde algunas unidades escasas son usadas por la Fuerza de Acción Especial de la Policía Nacional).
    El FAMAS G2 presta servicio además en un puñado de organismos militares y de seguridad de Latinoamérica, aunque en números escasos.
    Como puede verse, este fusil tan característico no ha tenido una carrera muy exitosa. De hecho, es un arma llena de pequeños defectos de diseño que han minado su capacidad de combate, han entorpecido su uso debido a problemas logísticos y han impedido que unidades militares de primer nivel la tuvieran en cuenta.
    Una de los peores defectos es la necesidad de utilizar munición francesa por sobre la standard de la OTAN. Esto se debe a que el rayado del cañón de la versión más utilizada, la F1, es diferente, lo que resulta en una pérdida de puntería y de alcance, al no estabilizarse correctamente el proyectil.
    Por si esto fuera poco, las fuerzas de retroceso dentro de la recámara son extremadamente fuertes, tanto como para rasgar los casquillos de la munición calibre 5.56mm convencional, que están hechos de bronce. Esto forzó en su momento a utilizar casquillos hechos de acero, que por supuesto no se consiguen fácilmente fuera de Francia.
    El desempeño mediocre del arma terminó por decidir el rápido reemplazo del FAMAS. En 2011, el Jefe de Estado Mayor francés anunció que el Ejército Francés buscaría alternativas. Una de las que se están analizando es el fusil de asalto F90, variante australiana de exportación del Steyr AUG, que incorpora muchos cambios frente al fusil convencional.
    Se que no tiene que ver con el tema pero es otra de la armas de Francia que nadie quiere. Lamento que Francia solo vea la coyuntura y no un futuro

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  2. por su propio discurso sobre la independencia de Crimea y el retorno de esa península a la Federación Rusa, Francia trata de inventar a toda costa algún tipo de sanción contra Moscú.

    En esa perspectiva, y a pesar de que el primer ministro Jean-Marc Ayrault le había dejado bien claro que no debía tocar el tema de los navíos de guerra de la clase Mistral que actualmente se están construyendo en Francia en el marco de un contrato con Rusia, el ministro francés de Relaciones Exteriores Laurent Fabius mencionó –el 17 de marzo de 2014– la posible anulación de ese contrato. Según el señor Fabius, Francia no puede proporcionar armamento a una Rusia expansionista.

    Pero, como ya habíamos mencionado anteriormente desde este sitio, la adquisición de los Mistral por el ministerio ruso de Defensa carece de sentido, según numerosos especialistas rusos. Ese navío de guerra concebido en Francia no corresponde a las necesidades de las fuerzas armadas de Rusia, ni a sus técnicas de combate.

    La compra a Francia de 2 buques de asalto anfibio de la clase Mistral corresponde en realidad a una decisión tomada por el ex ministro de Defensa ruso Anatoli Serdiukov, actualmente acusado de venta fraudulenta de bienes militares. El verdadero objetivo del contrato Mistral era garantizar jugosas comisiones al entonces presidente ruso Dimitri Medvedev y a su homólogo francés Nicolas Sarkozy, comisiones que debían permitir a ambos presidentes financiar sus respectivas campañas electorales [1].

    A pesar de haber sido objeto de varias renegociaciones, el contrato Mistral sigue siendo económicamente muy desventajoso para la parte rusa. Los astilleros rusos, que desde aquel entonces han alcanzado un considerable desarrollo, serían perfectamente capaces de fabricar ese mismo tipo de navío por la mitad del monto de ese contrato. Al extremo que Rusia vería como un verdadero alivio la anulación de ese contrato por parte de París, mientras que Francia tendría que buscar otro comprador para esos barcos, evaluados en 1 200 millones de euros.

    El contrato Mistral es el más importante que se haya firmado nunca antes entre un país miembro de la OTAN y Rusia. Además de la construcción en Francia de 2 navíos de la clase Mistral y de su entrega a la Marina de Guerra de la Federación Rusa, ese contrato incluye la próxima llegada a Francia de 400 marinos rusos que deberían entrenarse en ese tipo de unidades navales.

    Según el contrato aún en vigor, el primer Mistral –ya en este momento bautizado Vladivostok– debería ser entregado por Francia en 2014 y el segundo en 2015.

    La construcción de ambos navíos ha garantizado, desde hace 4 años, más de 1 000 empleos en los astilleros franceses de Saint-Nazaire, ciudad cercana a Nantes, donde fue alcalde el actual primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault.

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  3. De que pueden quizas solo que la tecnologia no sera de punta como la de los franceses.

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