Putin quiere que la Armada rusa incorpore antes de que acabe el año tres submarinos nucleares de cuarta generación.

Vladímir Putin ha ordenado la puesta en servicio este año de otros tres submarinos atómicos de cuarta generación. Enmarcados en el Proyecto 955 Borei y desarrollados por las oficinas de diseño Rubín y Malajit en San Petersburgo, conforman, junto con los de la clase Lada y Yasen, el núcleo de las fuerzas estratégicas navales de Rusia en el siglo XXI. 
 
 
El próximo mes de noviembre, de cumplirse las previsiones, el segundo de la clase Borei desplazan 24.000 toneladas y están capacitados para portar hasta 16 misiles intercontinentales Bulava-30-, el submarino  “Alexandr Nevski, que en septiembre efectuará las pruebas de lanzamiento del misil, será entregado a la Armada rusa, que ya recibió, a principios de este, año el “Yuri Dolgoruki”, el primero de la clase. El tercero, el “Vladimir Monomaj” (botado en 2012), pretende ser entregado en diciembre, y no en 2014, de tal manera que la Armada entre en el nuevo año con estos tres buques insignia plenamente operativos. Para 2020, la intención es haber incorporado un total de ocho, sumándose así a estas tres primeras unidades otras cinco de la versión modernizada del mismo proyecto, el 955A. 
 
Su entrada en servicio complementará a la actual de flota sumergibles de tercera generación de los proyectos 667 Delfín y Kalmar, Delta-IV y III. Durante una reunión sobre el rearme de la Armada, el presidente ruso insistió en que, en lo que queda de año, deben ser puestos en servicio el "Vladímir Monomaj" y el "Alexandr Nevski". Todos  ellos portarán misiles intercontinentales R30 3M30 Bulavá-30 (SS-NX-30, según la clasificación de la OTAN, y RSM-56 en los tratados internacionales), una versión naval del misil balístico intercontinental Tópol. Rusia confía en que los Tópol y los Bulavá le permitan mantener la paridad nuclear con EEUU por lo menos durante el próximo medio siglo. 


Respecto a los sumergibles del proyecto 885 Yasen, que sustituirán a submarinos nucleares polivalentes de varios proyectos anteriores y de los que Rusia planea construir un total de siete unidades, en junio comenzaban las pruebas de homologación de su buque insignia, el  submarino nuclear “Severodvinsk”. Según el Mando de la Marina de Guerra rusa, el “Severodvinsk” puede entrar en servicio en 2013, si bien el mes no habría sido confirmado aún. Dotados diez tubos lanzatorpedos de 533 mm y  misiles de crucero Oniks y Kalibr,  desplazan 13.800 toneladas, miden 119 metros de eslora y pueden navegar a una velocidad máxima de 16/31 nudos y descender a 600 metros.

proyecto 677 Lada

Por su parte, de pequeñas dimensiones y baja sonoridad, con el proyecto 677 Lada, la Marina de Guerra rusa quiere sustituir a los submarinos diésel de los proyectos 877 y 636. En 2010, el primer submarino de este tipo, el “San Petersburgo”, fue entregado a la Armada rusa para pasar las pruebas de navegación, pero todavía no se ha incorporado a sus arsenales. Desplaza 1.765 toneladas, se sumerge a 350 metros y alcanza una velocidad de 21 nudos bajo el agua. Tiene una autonomía de 45 días y una tripulación de 36 hombres. Su armamento incluye torpedos, torpedos-cohete (lanzadoras verticales) y sistema antiaéreo Iglá-1M.  Fruto de la experiencia obtenida durante las pruebas acometidas con el “San Petersburgo”, el segundo de esta serie, el “Kronstadt”, incorporará importantes mejoras respecto al primero. Así, han sido perfeccionados sus sistemas de mando y control, el armamento radioelectrónico y algunos componentes mecánicos. Sin embargo, aunque Rusia  planea dotarlos a futuro con una planta propulsora no dependiente del aire, AIP, el segundo de la serie tampoco contará con ella.
 

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