Teherán dice que no desarrolla armas nucleares porque es "pecado".



La delegación del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ha llegado a Irán para mantener una ronda relámpago de diálogos técnicos sobre el programa nuclear del país. La mayor intriga de la jornada es si la organización tendrá acceso a la base militar de Parchin. "Si nos permiten el acceso, daremos la bienvenida a esa oportunidad y estamos preparados para ir", asegura el director general adjunto de la agencia nuclear de la ONU, Herman Nackaerts, que encabeza la delegación. 

Según Nackaerts, los inspectores emprenden esta visita de apenas 24 horas, que inaugura el nuevo año de negociaciones con Teherán, con un “espíritu constructivo" y con la esperanza de poder concretar algunos pasos. Los días 28 y el 29 de enero se llevará a cabo una nueva ronda de negociaciones entre Irán y los seis mediadores internacionales sobre la cuestión nuclear iraní , informa Reuters citando a la agencia iraní ISNA. Sin embargo, un portavoz de Catherine Ashton, la alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, ha asegurado que la fecha para el nuevo encuentro no se ha acordado todavía y que las negociaciones al respecto continúan. 

Parchin, punto de controversia 
El polígono secreto de Parchin es el mayor punto de controversia en las negociaciones sobre las investigaciones iraníes en materia de energía atómica, ya que el OIEA sospecha que éste podría servir de escenario para pruebas nucleares de carácter militar. A finales de diciembre Teherán anunció que estaba dispuesto a permitir la entrada de una delegación del organismo en Parchin. El 15 de enero el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Ramin Mehmanparast, reiteró que Irán está dispuesto a aclarar todas las dudas posibles sobre su programa nuclear. Al mismo tiempo, volvió a insistir que Parchin "es una base militar y no tiene que ver con actividades nucleares". 

'Pecados' de largo alcance 
"Las dudas del OIEA se derivan de las reclamaciones no documentadas de los funcionarios estadounidenses", puntualizó Mehmanparast, que volvió a subrayar el carácter pacífico del programa nuclear del país. Entre otras cosas, apeló a la fetua (decreto legal en el Islam) emitida por el ayatolá Jameneí, el líder espiritual supremo del Estado, que desde hace 7 años prohíbe desarrollar armas nucleares, calificándolo de "pecado grave". El ministro recalcó que se trata de un acta normativa del más alto nivel que ningún musulmán se atreverá a desobedecer. Mehmanparast insistió en que se deben respetar los derechos de Irán recogidos en el Tratado de No Proliferación nuclear (TNP). De acuerdo con el documento, el OIEA tiene derecho discrecional para inspeccionar todas las instalaciones atómicas iraníes, pero no los lugares no específicamente nucleares. 

Según él, "esto nunca acabará" si cada día hay nuevas reclamaciones y con esa excusa los inspectores internacionales quieren visitar todos los centros militares del país. El diplomático puntualizó que antes de hacerlo se debe precisar un acuerdo previo y concreto que estipule todos los detalles de los procedimientos. Mientras tanto, analistas esperan que esta vez el OIEA pueda conseguir un compromiso con Irán, sobre todo por el deseo de Teherán de aliviar el efecto de las sanciones internacionales. A pesar de que la Compañía Nacional Iraní de Distribución de los Productos Petroleros insiste en que la República Islámica sigue siendo el mayor exportador del crudo en el mundo, con unos "16,6 millones de litros diarios" de petróleo vendido, los ciudadanos reportan que están sufriendo las consecuencias de la presión internacional. 

Fuente: http://actualidad.rt.com/

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