Italia a pesar de la crisis planea invertir millones de dólares en aviones militares.


En medio de la crisis, parece que no todos aplican la austeridad en Italia. El Gobierno del país transalpino que ha optado por establecer recortes en las pensiones, en sanidad y educación, planea gastar más de 17.000 millones de dólares en aviones militares. Razón por la cual las protestas de los ciudadanos no se han hecho esperar, pese a que el Ejecutivo alega que esta opción creará puestos de trabajo.

“Es un proyecto muy caro y ahora que estamos en crisis. Italia está recortando pensiones, gastos educativos, de sanidad etc.”, comenta, Laura Bergomi, miembro del Movimiento Nacional por el Desarme.

El programa de desarrollo del cazabombardero F-35 (Joint Strike Fighter), que todavía está en fase experimental, prometía mucho para Italia. Allí se suponía que se instalaría la línea del ensamble final para el proyecto financiado por Estados Unidos y otros socios. No obstante, la implementación del F-35 ha estado plagada de retrasos, sobrecostos y problemas. Italia decidió comprar más de un centenar de esos aparatos, valorados en alrededor de 113 millones de dólares la unidad. Hay que recordar que la deuda externa italiana ya supera los 2 billones de dólares y excede el déficit de otros países europeos. Está claro que no es el momento más oportuno para estos gastos militares.

“Gastar más dinero en estos planes en un momento así es absolutamente ridículo. Esto hace enfurecer a la gente”, dice una manifestante contra este proyecto. Por este motivo, con pancartas, portavoces y banderas de paz los ciudadanos italianos se manifiestan en contra de pagar de sus bolsillos por los proyectos militares de los aliados de EE. UU., lo que podría llevar a Italia a un "suicidio económico".
La instalación de una línea de ensamblaje y ensayo de los cazas destinados a los países europeos se realizaría en la localidad italiana de Camiri (Novara), para lo cual el Gobierno de ese país ha destinado unos 815 millones de dólares, presentando el asunto como un gran negocio para Italia, ya que este plan crearía puestos de trabajo y muchos beneficios económicos. El programa de desarrollo del Joint Strike Fighter, de quinta generación, es el mayor programa de construcción de armamento del Pentágono, valorado en 238.000 millones de dólares. No obstante, los ciudadanos italianos afirman que es necesario elaborar otro tipo de armas para resolver los problemas urgentes y no arrojar el dinero al aire, fabricando cazabombarderos.
“Decimos que es la época adecuada parta reducir los gastos militares y cesar el programa del F-35. No necesitamos soldados, necesitamos algo más”, añadió Bergomi.

Fuente: http://actualidad.rt.com

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