Estados Unidos ya tiene nuevos centros de operaciones para sus drones en Afganistán.


A la tercera todo apunta a que será la vencida. Estados Unidos ultima el replieguede sus hombres y aeronaves UAV (siglas en inglés de vehículo aéreo no tripulado) de la base paquistaní de Shamsi tras una década de actividad ininterrumpida. Desde aquí se han llevado a cabo el grueso de las últimas operaciones en las zonas tribales fronterizas con Afganistán, que se han disparado en número desde la llegada de Barack Obama a la Presidencia, pero los mandos estadounidense parecen tener listo el relevo.

Jalalabad y Kandahar, en Afganistán, serán los nuevos centros de operaciones para los UAV. Otros medios especializados van más lejos y se hacen eco además de «rumores difundidos por personal militar» que apuntan a la presencia de al menos otras dos bases paquistaníes donde operan aeronaves americanas en secreto (situadas en Ghazi y Jacocobad). No hay que olvidar que Shamsi también fue un lugar «secreto» hasta que «The London Times» publicó unas imágenes en 2009; hasta entonces todos negaban la presencia americana en las instalaciones.

El ultimátum del Gobierno de Islamabad, tras la muerte de 24 soldados el pasado 26 de noviembre en un ataque de la OTAN en la frontera afgana, expira el domingo y el primer ministro, Yusuf Reza Gilani, se mantiene firme en su demanda a Washington. Junto al abandono de Shamsi, Pakistán mantiene bloqueadas las rutas de abastecimiento para las fuerzas internacionales en suelo afgano, algo que preocupa a los mandos de la Alianza, que alertan de que la falta de suministros comenzará a ser un gran problema.

El ultimátum que expira el domingo es el tercero que Pakistán lanza contra su socio estadounidense en este 2011. El primero fue en febrero, tras la detención del agente de la CIA Raymond Davids en Lahore acusado de asesinar a dos hombres. Después llegó el ridículo supremo por la operación contra Osama bin Laden sin aviso previo a Islamabad en mayo y, por último, el ataque contra el puesto fronterizo de finales de noviembre, la gota que colmó el vaso de la paciencia de Pakistán.

Alquilado a Emiratos
Shamsi está situada 300 kilómetros al sur de Quetta, capital del Baluchistán paquistaní, y es un pequeño aeródromo alquilado a Emiratos Árabes desde los noventa. Hace diez años, gracias a un pacto a tres bandas entre Emiratos, Pakistán y Estados Unidos, la CIA -encargada de marcar los objetivos para los ataques con UAV- y las fuerzas aéreas estadounidenses empezaron a usar la base para sus drones.

En 2011 se han registrado hasta el momento setenta ataques con aviones no tripulados en suelo paquistaní con un balance de quinientas bajas entre la insurgencia, según datos de la Fundación New America. Las cifras están por debajo de las de 2010, donde hubo al menos 900 muertos, pero mantienen a los drones como el arma más mortífera de Estados Unidos en la región.

Mientras el Ejército americano retira sus efectivos de Irak y se prepara el repliegue en Afganistán para el próximo verano, se refuerza la presencia de aeronaves UAV sobre el terreno. Aviones teledirigidos como si de un videojuego se tratara desde bases remotas en Estados Unidos que nacieron con el objetivo de espiar desde el aire y que sólo precisan de un número menor de efectivos sobre el terreno para las maniobras de despegue y aterrizaje y, ahora también, para armarlos con misiles.

Fuente: http://www.abc.es

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