Especial Defensa e Industria en España.

Años duros
Las políticas de austeridad que pautan estos tiempos que vivimos no han dejado de lado, como era previsible, a los presupuestos de Defensa españoles. Si 2011 fue un año de recortes y de postergación de programas, el año 2012, pese al cambio de Gobierno, no deparará buenas nuevas en este sentido. Apretarse el cinturón, replantear estrategias de negocio y mirar, más que nunca, hacia el exterior son tres puntos clave en la hoja de ruta de la industria de defensa nacional. La más que notable reducción de los gastos de Defensa en Europa es un hecho que, en el caso español, resulta especialmente dramático por cuanto la millonaria deuda acumulada por el Ministerio de Defensa pesa como una losa sobre las acciones a futuro. Sobre este escenario otro hecho a considerar: el repliegue de tropas en Agfanistán supondrá un importante ahorro para las arcas públicas, si bien la inminencia de ciertos programas, como el de blindados 8x8, dejarán de tener la consideración de prioritarios. Yendo más allá cabría deducir que los tiempos de crisis marcarán las fórmulas de intervención de la coalición de Occidente en futuros conflictos. El aséptico modelo de intervención en Libia, sin poner un pie en el suelo y en apoyo a una rebelión interna, tiene trazas de convertirse en ejemplo a seguir. Ello tendría consecuencias directas sobre el tipo de armamento que demandará este esquema de operaciones y, por tanto, sobre los requerimientos a la industria de defensa.

Asimismo, en el actual contexto de limitaciones presupuestarias a nivel nacional, la exportación es un capítulo que adquiere trazos vitales. En este punto, Latinoamérica es un escenario prioritario para la industria de defensa española, si bien es cierto que en un contexto de competencia creciente y siempre bajo el paraguas de la transferencia tecnológica. En 2010, último año del que se dispone de cifras cerradas, el 52,84 por ciento de las ventas de armas españolas se dirigieron a socios de la OTAN o la UE, como Alemania o Reino Unido, con los que se comparten programas como el “Eurofighter” o el A400M, las ventas restantes (532,1 millones de euros y un 47,2 por ciento), se repartieron entre 44 países, y entre ellos destacaron poderosamente  los de América Latina. Mientras en Europa y Estados Unidos, azotadas fuertemente por la crisis económica, el gasto en defensa cayó por primera vez desde 1998, en Latinoamérica se ha registrado una subida de casi el 6 por ciento. La demanda de los países en esta vasta región del planeta es un tren que no podemos perder.

Pie de portada: Pruebas de mar del P-41 “Meteoro”.

SUMARIO:
¿Qué cabe y debe esperarse de los presupuestos de Defensa de 2012 bajo el nuevo Gobierno en España?


En los próximos años, la austeridad  en Defensa será la nota dominante. Si no se producen reformas radicales en la estructura de los órganos del Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas, todo el recorte impactará directamente sobre la operatividad de nuestras FAS  y, en consecuencia, sobre los proveedores de bienes y servicios. La caída de la facturación de las empresas españolas del sector en los últimos cuatro años haya sido de un 40 por ciento. Si los recortes anunciados se consolidan, la demanda se reduciría a los 750 millones de euros en los próximos años. Y esta cantidad deberá distribuirse entre el mismo número de empresas grandes y medianas que había en 2007.

El programa electoral del Partido Popular  dedicaba un capítulo específico a la política de defensa, haciendo hincapié en el fomento de la colaboración público-privada como una vía para logar mayor eficiencia en la gestión de los recursos destinados a este rubro. Sin embargo, estos procesos son costosos, y el cambio a este modelo, requiere de una inversión mayor al principio, por lo que existirán dificultades para poner en práctica estas soluciones en los próximos años.

Nuestra industria dispone de una serie de capacidades muy notables, muchas de ellas exitosas de cara a las exportaciones; pero el ambiente se está tornando más complejo, ya que los países que realmente disponen de recursos para grandes inversiones militares están demandando en sus programas un alto contenido nacional, que favorece a las empresas fabricantes de sistemas sobre los de plataformas, ya que estas últimas son más fácilmente transferibles a terceros países.

¿Cómo afrontará la industria nacional de Defensa esta situación?,
¿Qué programas de Defensa son necesidad inminente para las FAS españolas?,
¿Cómo afectará la posible reducción de tropa a la operatividad?...


Mantenimiento de los medios aéreos de las FAS españolas
La grave crisis económica que afecta a España hará que las intenciones de dotar al EA con nuevos sistemas de entrenamiento básico y aviones de reabastecimiento en vuelo quedarán para mejores tiempos, esperando que el indispensable programa en marcha del avión no tripulado UAV (Unmanned Aerial Vehicle) Talarion tenga continuidad. Mientras, las aeronaves en servicio deberán seguir volando con plena fiabilidad, por lo que las empresas dedicadas a mantenimiento y modernización verán ampliado su nicho de mercado.

Modernización y  mantenimiento de blindados: El ET optimiza medios
En enero de este año, el jefe del Mando de Apoyo Logístico del Ejército de Tierra (MALE), teniente general Villanueva, lo dejaba bastante claro en una entrevista: las actividades de mantenimiento o sostenimiento del material de las Fuerzas Armadas son absolutamente indispensables.  ¿qué opciones hay?

El Jefe del Estado Mayor del Ejército (JEME) ya había anunciado que podría llegar a inmovilizarse hasta el 50 por ciento del parque de vehículos, por lo que estableció criterios en cuanto a grado de disponibilidad, lo que se traduce principalmente en que el material que no esté participando en operaciones internacionales será el que sufra las consecuencias de los recortes.

Este marco requiere mejorar la eficiencia en la gestión, para racionalizar la política de mantenimiento de las Fuerzas Armadas mediante la previsión, la complementariedad y la colaboración. Una forma es concentrar los contratos de mantenimiento, medida que aplica el MALE siempre que resulta posible, y que supone concentrar en un único contrato otros de igual objeto genérico y utilizar procedimientos de contratación plurianuales.

La cooperación y coordinación entre los tres ejércitos puede ahorrar muchos euros y, por ello, se está implantando el sostenimiento por familias, independientemente de la rama del ejército en el que preste servicio el sistema.

Latinoamérica: un mercado de grandes oportunidades para la industria de defensa española
En un contexto de brutales recortes presupuestarios de defensa a nivel nacional, los esfuerzos de la industria española en los mercados extranjeros cobran un renovado impulso. En ese marco, América Latina, con quien nos une una larga trayectoria de exitosa colaboración en la exportación de material en este campo, representa hoy, más que nunca, un vasto mercado de enorme interés, que desmenuzamos por países, atendiendo a los principales programas abiertos.

Mientras en Europa y Estados Unidos, azotadas fuertemente por la crisis económica, el gasto en defensa cayo por primera vez desde 1998, en Latinoamérica se ha registrado una subida de casi el 6 por ciento. La demanda de los países en esta vasta región del planeta es un tren que no podemos perder.
¿Qué demandan los programas de Defensa de Latinoamérica? ¿Cómo puede responder la industria de defensa nacional? Lo analizamos  país a país.

Mantenimiento naval
La posibilidad que Defensa encargue nuevos medios de combate navales es más que improbable. La actual cartera de pedidos de la Armada a los astilleros de Navantia consta de dos BAM (Buque de Acción Marítima), cuya recepción por la Armada pase posiblemente  al año 2012.

Con la entrega de éstos, quedará pendiente la firma del contrato de ejecución de una segunda serie de cinco buques más de este tipo. Mientras, prosiguen los trabajos para construir los cuatro submarinos de la serie S-80. Y, por supuesto, el mantenimiento de la flota, donde cobran prioridad  los trabajos  de gran carena, de los submarinos de la Armada española de la serie S-70, o Agosta.

Navantia mira a Latinoamérica
A la pujanza económica de la región se suma el divorcio generalizado de buena parte de sus naciones con su tradicional aliado,  Estados Unidos, en parte  por el poco interés que muestra la Administración Obama por lo que ocurre desde Sur del Río Grande hasta la Patagonia.
Paralelamente, los estados latinoamericanos son cada vez más conscientes de la importancia de sus aguas jurisdiccionales y de sus amplias ZEE (Zona Económica Exclusiva), lo que motiva una necesidad de modernos sistemas navales con los que proteger estas vitales extensiones marítimas. Un campo  abonado que posee un enorme interés para Navantia.

Fuente: http://www.defensa.com

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