Washington dice que las garantías jurídicas de que el escudo antimisiles no apuntará a Rusia le corresponden a la OTAN.

Washington considera incorrecto presentar a Moscú garantías jurídicamente vinculantes de que el escudo antimisiles en Europa no amenazará a Rusia ya que el asunto les corresponde a los países miembros de la OTAN, no obstante tiene la disposición de dar garantías políticas al respecto, declaró la secretaria de Estado adjunta de EEUU, Wendy Sherman.

“Creo que en esta situación sería un paso incorrecto. Se trata de la defensa de la OTAN y esto les concierne a los países miembros de la OTAN”, dijo Sherman en una entrevista publicada hoy en el diario ruso Kommersant. EEUU puede prestar garantías políticas, señaló Sherman al agregar que Washington invitó a la parte rusa a observar las pruebas de la DAM. Moscú insiste en que las garantías de que la DAM no apuntará contra Rusia sean estipuladas en documentos jurídicamente vinculantes.

El pasado lunes, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, declaró que EEUU no excluye desplegar elementos de la DAM en el mar Negro, Barents, Báltico y del Norte, no obstante por ahora no han garantizado que la DAM no amenazará a Rusia.

A mediados del pasado mes de octubre, EEUU propuso a Rusia usar sus propios radares para evaluar los resultados de las pruebas de los elementos de la DAM con el fin de convencer a la parte rusa de que el escudo antimisiles en Europa no apuntará contra el territorio ruso. Por su parte, Moscú reiteró la necesidad de garantías jurídicamente vinculantes.


Rusia y la OTAN acordaron cooperar en la creación del escudo antimisiles para Europa en la cumbre bilateral celebrada en noviembre de 2010 en Lisboa. Moscú insiste en participar en el diseño del proyecto y pide garantías vinculantes de que el sistema no apuntará a Rusia, a lo que Washington ha dado respuesta negativa hasta ahora.

El anterior Gobierno estadounidense encabezado por el presidente George W. Bush hijo tenía planes de desplegar antimisiles en Polonia y un radar en la República Checa, algo que Moscú siempre consideró como una amenaza directa a su potencial estratégico.

El actual inquilino de la Casa Blanca, Barack Obama, decidió posponer estos planes, aunque sin renunciarlos definitivamente, lo cual también provocó críticas por parte de Rusia.

Fuente: http://sp.rian.ru

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